Pronóstico del clima: ya podemos decir adiós a “La Niña”

Esperemos que pronto comience el verano en partes de EEUU donde aún usamos los abrigos

Cambio de temperatura por La Niña, de agosto de 2017 a abril de 2018.

Cambio de temperatura por La Niña, de agosto de 2017 a abril de 2018. Crédito: Cortesía Climate.gov/NNVL

En algunos estados de EEUU este año, la primavera apareció y desapareció continuamente en un sube y baja de temperaturas. En otros, la sequía causó incendios devastadores, hubo nevadas apocalípticas en marzo y abril y ya casi todos olvidamos cuándo es que se acaba el invierno, excepto en el suroeste de EEUU, donde parece que el verano y la sequía llegaron antes de la fecha.

Y esto se debe también al flujo de dos grandes fenómenos climáticos que ocurren en el Océano Pacífico cíclicamente: El Niño y La Niña y que afectan el clima en gran parte del mundo.

El Niño-Oscilación del SurENOS o ENSO (inglés), es un patrón climático que consiste en la oscilación de los parámetros meteorológicos del Pacífico ecuatorial cada cierto número de años. Presenta dos fases opuestas, una de calentamiento y lluvias en el Pacífico oriental conocido como el fenómeno de El Niño y la otra fase de enfriamiento llamada La Niña.

Esta oscilación de la temperatura es oceánica y atmosférica, y está a su vez relacionada con el fenómeno atmosférico denominado Oscilación del Sur, el cual consiste en una oscilación de la presión atmosférica en el Pacífico occidental. La relación o acoplamiento entre estos fenómenos trae grandes consecuencias climáticas en gran parte del mundo.

Las fuertes tormentas paralizan partes del centro de EEUU en abril. DAVID GANNON/AFP/Getty Images

Al fin se va “La Niña”

El evento La Niña que ocurrió en el Pacífico tropical el pasado invierno oficialmente ha terminado, según la última actualización del Centro de Predicción Climática de la NOAA. Las precipitaciones más intensas de lo normal de La Niña en la parte occidental de la cuenca se han reducido, y las aguas superficiales frías en la parte central de la cuenca se están disipando.

La animación vista al inicio rastrea la emergencia de otoño, el pico de invierno y la decadencia en primavera del fenómeno climático de La Niña en el Océano Pacífico. Muestra las temperaturas mensuales de la superficie del mar en comparación con el promedio (1981-2010) desde agosto de 2017 hasta abril de 2018. Los lugares donde las temperaturas fueron hasta 9 grados más frías que el promedio son azules; los lugares donde estuvieron hasta 9 grados más calientes que el promedio son de color naranja y rojo.

¿Por qué los pronosticadores del clima de EEUU prestan tanta atención a un patrón que opera en el remoto Pacífico tropical?

Porque el Pacífico es el océano más grande del mundo, y las interrupciones a su clima tienen un largo alcance. Los cambios en las lluvias tropicales, los vientos y la temperatura del océano que acompañan a La Niña y su compañero de la fase cálida, El Niño, desencadenan una cascada de impactos potencialmente predecibles sobre el clima estacional en los Estados Unidos y más allá.

Durante el período de finales de invierno / principios de la primavera de 2018, en América del Norte se observaron muchas similitudes con lo que esperábamos durante La Niña.

En América del Norte, febrero-abril durante La Niña tiende a ser más frío que el promedio en la mitad norte de los EE UU y a través de Canadá, y más cálido que el promedio a través de Texas y el sur y hacia México.

Cuando se agrega esta tendencia de la temperatura durante esta época del año (un ligero enfriamiento en el norte del medio oeste, calentándose en todo el suroeste), se obtiene un patrón similar al observado durante 2018.

La Niña trae temperaturas más frías a América del Norte. Gráfica de Climate.gov a partir de datos de CPC

También típico en febrero-abril durante las condiciones de La Niña es más lluvia que el promedio a través del valle de Ohio, y el clima más seco en Florida y en el suroeste de los Estados Unidos, generalmente similar a lo que se observó este año. La falta de lluvia en el suroeste ha contribuido a la sequía extrema y las condiciones de incendios forestales este año.

Febrero-marzo de 2018 patrones de lluvia y nieve, que se muestran como la diferencia de la media a largo plazo. Gráfica de Climate.gov a partir de datos de CPC.

Lo que depara el futuro respecto a ENOS

Es un momento de transición, y pequeños cambios en las condiciones pueden tener grandes efectos en el clima futuro. Las anomalías del viento y la lluvia impulsadas por La Niña ya también disminuyeron. Los modelos apuntan a que El Niño se estará desarrollando en otoño e invierno, pero la incertidumbre del pronóstico es alta aún en la primavera.

La próxima actualización del Centro de Predicción Climática de la NOAA sobre ENOS será el 14 de junio.

Con información de Climate.gov, Blog de ENSO y Wikipedia


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