3 claves del “programa secreto” del gobierno para monitorear pasajeros en aeropuertos y aviones
Expertos en privacidad han expresado su preocupación por el programa del gobierno
La Administración de Seguridad del Transporte (TSA) está defendiendo su programa, hasta hace poco secreto, utilizado para monitorear amenazas potenciales de seguridad en aeropuertos y aviones.
El Boston Globe informó por primera vez este domingo que TSA implementó el programa “Quiet Skies” hace años para ayudar a eliminar las amenazas planteadas por “terroristas desconocidos o parcialmente conocidos”, sin embargo hasta ahora se conoce más a fondo.
Estos son las principales claves del programa:
-A través del programa, mariscales aéreos federales encubiertos observan el comportamiento de los pasajeros. Esto puede incluir ver qué tan cerca se encuentran de la zona de abordaje, con qué frecuencia usan el baño y cualquier tics conductuales, como sudoración o espasmos.
-La operación “Cielos Silenciosos” no se centra en “estadounidenses comunes”, sino que se centra en un pequeño porcentaje de la población itinerante, en viajeros que exhiben “patrones de viaje que inicialmente los señalarán como alguien que debería recibir más análisis”.
-Una vez se identifica a un pasajero sospechoso TSA analiza información adicional disponible a través de las agencias de aplicación de la ley y otras bases de datos.
Por último la agencia del gobierno ha insistido en que el programa no se dirije a las personas en función de su raza o nacionalidad, algo a lo que la TSA a veces ha sido criticada por hacerlo.
Hasta el momento TSA ha proporcionado pocos detalles sobre cómo un viajero termina siendo monitoreado a través del programa, pero cuestionó la idea de que constituye “vigilancia”, argumentando que consiste únicamente en la observación visual.
Sin embargo expertos en privacidad han expresado su preocupación de que la iniciativa “Quiet Skies” podría cruzar una línea si es demasiado selectivo en cuanto a quién monitorea.
Hugh Handeyside, abogado del Proyecto de Seguridad Nacional de la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos, le dijo a The Washington Post que TSA debería proporcionar más información sobre el programa.