Esperma de niños violentados sexualmente guarda la memoria del abuso
Las células de los pequeños guardan una memoria del trauma
Quizá ésta sea la explicación de que el abuso sexual parece transmitirse de generación en generación, como sostienen algunas teorías psicológicas: los niños violentados sexualmente guardan en sus células la memoria del abuso durante toda su vida.
Para llegar a esta conclusión, investigadores de la Universidad de British Columbia examinaron el esperma de 34 adultos que fueron víctimas de abuso infantil. Lo que descubrieron, los sorprendió: los efectos de un trauma tan fuerte como el abuso sexual, se imprimen de manera indeleble en 12 regiones del ADN. De la misma manera, el abuso físico y emocional queda grabado en los genes.
El fenómeno, conocido científicamente como metilación, podría ayudar a resolver denuncias por abuso infantil sin importar cuántos años hayan pasado del hecho. Además explicaría la transmisión de cadenas de abuso de generación en generación y comprobaría la permanencia del daño provocado por el trauma a lo largo de la vida del individuo.
Los autores del estudio, publicado en la revista Translational Psychiatry, por ahora descartaron realizar este mismo experimento en mujeres debido a la dificultad que implica extraer células de los óvulos, a pesar de que estadísticamente son más las niñas abusadas que los niños.
El cambio que provoca el abuso infantil en el ADN de las víctimas es sorprendente, señalaron los investigadores: el genoma de los hombres cambia un 29 por ciento en comparación con el de los adultos que no fueron abusados cuando niños. Además, al observar las células de su esperma, los científicos pudieron saber aproximadamente cuándo ocurrió el abuso.