Adoptó un perro sin imaginarse que se trataba de la mascota que tuvo de niña
Cuando tenía 10 años, la abuela de Nicole Grimes le regaló un perro, el cual tuvo que dejar ir por órdenes de su padre
Nicole Grimes, de Pensilvania, Estados Unidos, tenía 10 años cuando su abuela le regaló un perro, al que llamó Chloe Bear y lo adoró desde el primer momento. Durante varios años, fueron inseparables y Chloe se convirtió en su compañero más fiel.
Hasta que cuatro años más tarde, su padre debió tomar la decisión de que ya no podían convivir con su mascota porque trasladaría su oficina a su casa y necesitaría más lugar y menos ruido. Así fue como la mascota pasó a vivir en el refugio animal Washington Area Humane Society, y ella quedó desconsolada.
Nicole, que transitaba sus primeros años de adolescencia, lloró por mucho tiempo a su perra. La extrañaba tanto que no pudo olvidarse de ella.
Pasaron los años y la joven nunca más supo de Chloe hasta que un hecho hizo que el destino las volviera a unir.
La joven leyó en Facebook una publicación de un amigo que buscaba un hogar para un perro mayor. Ella, que hoy vive junto con su marido y su hija de 4 meses, se interesó por el ofrecimiento y quiso averiguar más.
El perro se llamaba Chloe y tenía 11 años, la misma edad que tendría la mascota de su infancia. Incluso, cuando la vio, el animal comenzó a lamerla con mucho entusiasmo. Sin duda, tantas coincidencias le llamaron la atención a Nicole.
“Cuando nos vimos, vino corriendo y me lamió la cara. Ahí supe, en mi corazón, que tenía que ser el mismo perro”, contó entusiasmada a BBC.
A pesar de que su marido desconfiaba de la posible coincidencia, llevaron a Chloe a la veterinaria y, por medio de un microchip, confirmaron que se trataba de ella, de su mascota de la infancia.
Sin duda, los animales tampoco se olvidan de sus dueños. Sin importar el tiempo que paso, unos meses o hasta años, las mascotas no pierden el amor por las personas que le dieron tanto cariño.
Hoy, Chloe está en proceso de adaptación a su nuevo hogar, con su antigua dueña.
“Está más chica de tamaño y no tiene dientes, pero aún le gusta correr por todos lados”, transmitió Nicole, dándole cierre a esta increíble historia, donde el lazo entre una nena y su perro nunca se rompió.