Supremacista cambia otra vez de idea y admite terrorismo en asesinato de anciano negro
Es el primer homicidio por odio racial considerado un acto de terrorismo en NY
James Jackson, el ex soldado blanco que viajó de Baltimore a Nueva York expresamente para matar a personas negras, se declaró culpable de “terrorismo” ayer, tal como lo había hecho previamente, aunque en el ínterin clamó ser “no culpable”.
Jackson (30) está siendo juzgado por asesinar a cuchilladas al indigente Timothy Caughman (66), una víctima elegida al azar por ser negro, cuando recogía latas en West 36th St, Manhattan, en marzo de 2017.
Según informó la Fiscalía de Nueva York, Jackson se declaró ayer culpable de todos los cargos contra él, incluyendo “asesinato en primer grado para promover un acto de terrorismo, asesinato en segundo grado como un crimen de terrorismo y asesinato en segundo grado como crimen de odio”.
En un video presentado en el tribunal en septiembre, en una audiencia previa al juicio, Jackson afirmó: “En mi opinión, los negros son personas inferiores”.
La sentencia definitiva está prevista para el próximo 13 de febrero. La Fiscalía prevé que el acusado sea condenado a cadena perpetua, la máxima pena en el estado de Nueva York, informó EFE.
Se trata del primer caso en el estado de Nueva York en el que un asesinato por odio racial es considerado un acto de terrorismo. “El nacionalismo blanco no va a ser normal en Nueva York”, aseguró el fiscal del distrito de Manhatta, Cyrus R. Vance, citado en el comunicado.
El ex soldado, quien regresó de combatir en Afganistán en 2011, admitió que apuñaló por la espalda a Caughman con una espada de 70 centímetros de estilo romano.
Jackson, quien tenía 28 años al momento del crimen, se entregó después de que la policía divulgó un video de vigilancia que lo mostraba como sospechoso. En la confesión dijo que era nazi y también odiaba a los musulmanes y judíos.
De acuerdo con la policía, escogió llevar a cabo su crimen en Nueva York por la atención mediática que tendrían sus acciones.
Según el comunicado de la Fiscalía, con su asesinato el acusado pretendía hacer “una declaración de guerra total contra la raza negra” para “inspirar a los hombres blancos (…), atemorizar a los hombres negros y provocar una guerra de razas”.