Afirman que Gobierno de Trump “secuestró” a funcionarios mexicanos para concretar acuerdo
Revelan detalles de las complicadas negociaciones entre funcionarios estadounidenses y mexicanos
Al parecer las negociaciones entre los gobierno del presidente Donald Trump y del mexicano Andrés Manuel López Obrador fueron más complicadas de lo revelado.
Según una columnista mexicana del portal Sin Embargo, los funcionarios mexicanos, liderados por el canciller Marcelo Ebrard, prácticamente fueron “secuestrados” durante sus encuentros con las contrapartes estadounidenses, ya que estuvieron a puerta cerrada e incomunicados, incluso sin celulares ni computadoras portátiles que les permitiera revisar datos clave para el diálogo.
“Al llegar, antes de ingresar a la sala de acuerdos, fueron despojados de celulares, laptops y aparatos electrónicos presuntamente para evitar grabaciones secretas”, indica el artículo de Dolia Estévez. “Esto forzó a Ebrard a tener que salir cada vez que tenía que llamar a AMLO”.
Agregó que fuentes estadounidenses y mexicanas –que pidieron no ser identificadas– dijeron que la negociación fue muy complicada.
“Sin laptops y celulares, los mexicanos tuvieron que hacer uso de documentos, escritos y datos memorizados para sacar adelante la insólita negociación”, revela la periodista.
Entre los negociadores estadounidenses estaban Pat Cipollone, consejero jurídico de Trump; John Creamer, encargado de negocios en México; James McCament, número dos del Departamento de Seguridad Nacional y el Embajador Michael McKinley, asesor del Secretario de Estado.
“Iban decididos a exprimir a Ebrard para forzarlo a suscribir un tratado permanente de tercer país seguro”, afirma. “Los estadounidenses temieron que si la tronaban corrían el riesgo de hacerle un daño irreparable a la relación”.
El canciller mexicano estuvo en consulta permanente con López Obrador a pesar de que le quitaron el celular, afirma la periodista.
“Imposible descartar que el despojo de celulares y las 12 horas de encierro en las que estuvieron incomunicados y sin comer, haya sido parte de la estrategia de máxima presión contra Ebrard y su equipo”, señala Estévez con base en sus fuentes.