Trump culpa a Obama de la separación de familias en las fronteras: “Yo las reuní”
Obama fue el "deportador jefe" pero, ¿es verdad que su administración comenzó a separar familias migrantes indocumentadas?
Donald Trump ha vuelto a faltar a la verdad en un tema relacionado con la migración en el país que preside. El presidente afirmó en una entrevista en Telemundo que su antecesor, el presidente Barack Obama, había instaurado la política de separación de familias. Pero los datos y los expertos no dicen lo mismo.
En la primera plática que el mandatario ofrece a un medio hispano no podían faltar las preguntas relacionadas con los asuntos que afectan a la comunidad indocumentada, compuesta en buena medida por familias latinoamericanas. Cuando tocaron el tema de la separación de padres e hijos indocumentados, Trump volvió a echar balones fuera y culpó a la administración Obama (2009-2017) de haber comenzado con esta política. “Yo las reuní”, dijo en referencia a estas familias.
Sin embargo, el abogado de inmigración Alex Gálvez asegura a Univision que esa afirmación no es correcta. “[Durante la etapa de Obama] nunca vi una situación de separaciones de familias en la frontera, donde agentes federales arrebataron criaturas a sus madres”, asegura este abogado que ejerce en Los Ángeles, California.
Gálvez también recuerda que la propia administración Trump “ha reconocido este error” y que el presidente “no apoya su afirmación en datos”. El abogado asegura que durante los gobiernos de Obama sí que hubo separaciones de matrimonios pero el expresidente “respetó la ley” y “mantuvo a algunas madres con sus pequeños en centros familiares […] a espera de la resolución de sus casos de asilo”.
Juan José Gutiérrez, del movimiento latino USA en Los Ángeles (California) afirma a Univision que “Obama fue el ‘deportador jefe’ (en referencia al gran número de deportaciones llevadas a cabo durante sus gobiernos), pero Trump es el padre de las separaciones forzadas. Fue él quien implementó en la frontera la política de “tolerancia cero”, con la que al menos 2,300 niños fueron separados de sus progenitores.
Tras una demanda que hizo la Unión estadounidense de Derechos Civiles (ACLU) el año pasado, el juez Dana Sabraw determinó que el gobierno de Trump no podía seguir separando a las familias indocumentadas que cruzaran la frontera sur de su país y que tenía que reunificar a las que ya había separado. Sabraw puso un plazo de 14 días para los menores de cinco años y de 30 para los mayores.
Fue poco después del fallo de este juez cuando los departamentos de Justicia y de Seguridad Nacional (DHS) reconocieron que entre el 5 de mayo y mediados de junio de 2018 habían separado a 2,564 menores de edad. No obstante, otro documento oficial reveló en enero de este 2019 que la estrategia de separaciones forzadas había comenzado antes de lo anunciado y que su número es, por tanto, mucho mayor. El departamento de Saludo y Recursos Humanos (HHS) reconoció “dificultades para identificar a los niños separados”.
Por su parte, Kevin McAleenan, actual presidente interino de DHS, dijo en abril que la separación de familias “no vale la pena” ya que cuando se conoció que se estaban separando a las familias, hubo “una pérdida de la confianza pública” en el gobierno. Fuentes de la Casa Blanca apuntaron este fin de semana que McAleenan fue también quien filtró información para sabotear las redadas que Trump Había anunciado.
Trump también afirmó en la entrevista en Telemundo que había sido él quien había reunido a las familias. Esta afirmación tampoco es cierta. Lo que hizo el presidente el 20 de junio de 2018 -seis días antes del fallo de Sabraw- fue firmar una orden ejecutiva con la que se comprometía a acabar con la separación de familias indocumentadas que él mismo había comenzado.