Corte Suprema permite juzgar a un fabricante de armas por la masacre en Sandy Hook
Dan luz verde a una demanda contra la empresa Remington por fabricar y vender un rifle de asalto
El 14 de diciembre de 2012, Adam Lanza, de 20 años, mató a su madre de un tiro en su casa en Newton, Connecticut, y luego condujo 60 millas hasta la escuela primaria Sandy Hook, en Nueva York, donde desató una matanza que acabó con la vida de 20 niños y seis profesores. En la masacre, el adolescente utilizó un rifle de asalto Bushmaster XM15-E2S que pertenecía a su madre.
Siete años después, la Corte Suprema ha dado luz verde este martes a la demanda que uno de los sobrevivientes y familiares de otras víctimas interpusieron contra de la empresa Remington, para que asuma su responsabilidad por fabricar el arma y comercializarla, según ha publicado la cadena NBC News.
“Las familias agradecen a la Corte Suprema por basarse en los precedentes y rechazar el intento de Remington de evadir la rendición de cuentas”, ha asegurado Joshua Koskoff, abogado de las familias.
Argumentan que el público no debería tener acceso a este rifle de combate, añadiendo que Remington ha glorificado su uso entre los civiles.
“Estamos preparados para reanudar la búsqueda de pruebas y avanzar hacia el juicio para aportar luz sobre la estrategia de Remington, impulsada por la avidez de ganancias, para ampliar el mercado del XM15-E2S y seducir a usuarios de alto riesgo a expensas de la seguridad de los estadounidenses”, añadió el abogado.
En su opinión, el rifle Bushmaster y otros modelos del tipo AR-15 fueron diseñados como armamento militar, por lo que nunca debieron ser vendidos a civiles. Este tipo de arma ha sido utilizada también en otras matanzas, como la ocurrida en octubre de 2017 en Las Vegas, donde 58 personas fueron asesinadas.
La masacre en Sandy Hook sigue siendo en cualquier caso el tiroteo masivo más mortal en una escuela secundaria o primaria en la historia de Estados Unidos. La fundación Sandy Hook Promise, creada por los familiares de las víctimas, difundió hace algunos meses un video para rendir homenaje a los 26 fallecidos y llamar la atención sobre este tipo de tragedias.
Remington, que ha recibido el apoyo de la Asociación Nacional de Rifle (NRA, inglés) y de otros grupos defensores del uso de armas, ha negado cualquier responsabilidad. La empresa con sede en Carolina del Norte, se declaró en bancarrota en 2018, afectada por años de caídas en sus ventas y por las presiones por su presunta responsabilidad en la masacre.
Tras una larga batalla judicial en tribunales inferiores, la Corte Suprema de Connecticut sentenció el pasado marzo que que Remington podía ser demandada como responsable por la fabricación de una de las armas usadas en la matanza.
La empresa había alegado estar bajo el amparo de la ley federal de Protección del Comercio Legal de Armas, que fue diseñada para prevenir que los fabricantes de armas puedan ser considerados responsables en casos donde sus armas son utilizadas. Pero la corte citó una excepción a esa ley de 2005 para permitir la demanda en contra del fabricante.
Ahora la Corte Suprema ha rechazado entrar a juzgar el recurso del fabricante a la decisión de mayo, validándola así y dando vía libre al juicio en su contra.
Editado por Felipe Gálvez T. con información de AP