Por qué el conflicto de AMLO con Bolivia puede marcar los próximos años de la diplomacia mexicana
La expulsión de la embajadora de México en Bolivia es el capítulo más reciente. Pero el conflicto va más allá de la polémica. Algunos ven un parteaguas en la diplomacia mexicana
México cierra 2019 en medio de un conflicto diplomático con Bolivia, el más intenso en más de una década y que ahora también involucra a España.
El gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez expulsó a la embajadora mexicana María Teresa Montaño y a dos diplomáticos españoles: la encargada de Negocios y del cónsul de ese país, Cristina Borreguero y Álvaro Fernández.
- El gobierno de Bolivia ordena la expulsión del país de la embajadora de México y de diplomáticos españoles
- El “confuso” incidente que desató la disputa entre Bolivia, México y España (y qué tienen que ver los GEO)
La decisión intensificó la controversia iniciada en noviembre, cuando México concedió asilo político al expresidente Evo Morales.
Además, nueve de sus colaboradores se encuentran refugiados en la residencia de la embajadora mexicana.
Bolivia acusa al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador de intervenir en asuntos internos.
Y la temperatura del enfrentamiento no ha hecho sino subir. Añez acusó a diplomáticos de España de pretender ingresar “de forma subrepticia” y acompañados de personas encapuchadas a la residencia diplomática mexicana.
En respuesta, el gobierno español ordenó la expulsión de tres diplomáticos bolivianos acreditados en Madrid, entre ellos el encargado de Negocios, Luis Quispe Condori.
La nueva diplomacia
López Obrador no ha respondido a las críticas de políticos bolivianos, pero con sus decisiones, el mandatario mexicano manda varios mensajes, afirman especialistas consultados por BBC Mundo.
La controversia con Bolivia representa un mensaje a la política interna mexicana ya que, según el politólogo Eduardo Huchim, sirve para responder a las críticas a la política exterior de AMLO, no sólo por el actual conflicto sino por el acuerdo migratorio con el gobierno de Donald Trump.
“Se le dice a la población que en casos como la migración puede haber una política coincidente con Estados Unidos”, explica Huchim.
“Pero en otros como en el golpe de estado en Bolivia el mensaje es que no habrá acompañamiento”.
Y también es un mensaje al resto de América Latina de que, señala Huchim, es “un gobierno con bandera de no intervención que cuando trata de proteger los derechos humanos puede hacer una excepción”.
Así, América Latina puede entender que se va a cancelar el distanciamiento mexicano hacia la región de los últimos cinco gobiernos, señala Huchim.
Otros como Adolfo Laborde, investigador de la Universidad Anáhuac, creen que la forma como el gobierno mexicano enfrenta el conflicto va más allá de la polémica actual.
“Debería ser un parteaguas para reorientar la política exterior en la parte de no intervención“, le dice Laborde a BBC Mundo.
“En este caso ha intervenido de alguna manera al permitir a Evo Morales hacer política desde México y esto enojó al gobierno de Bolivia”.
Empresas de opinión pública como Consulta Mitofsky advierten inclusive que el conflicto diplomático afectó la popularidad de AMLO.
Tras la reciente expulsión de la embajadora Teresa Mercado, algunos como el expresidente Felipe Calderón demandaron reconsiderar la política exterior del país.
Pero eso, según Laborde, no va a suceder porque no hay señales de alguna eventual modificación de López Obrador.
- La dura acusación de México a Bolivia por la “vigilancia excesiva” a su misión diplomática en La Paz
“El mensaje es nada va a cambiar, que se mantendrá esta política bajo su óptica”, la forma como su gobierno interpreta la tradicional diplomacia mexicana conocida como Doctrina Estrada.
“Es preocupante porque en pocas ocasiones en la historia de la diplomacia mexicana ha habido situaciones como ahora con Bolivia”.
También es una señal al gobierno de Estados Unidos que respaldó a la presidenta interina Jeanine Añez, algo que no ha hecho México.
El mensaje es que, no obstante la coincidencia en algunas decisiones como la estrategia mexicana para contener la migración irregular, existen temas como Bolivia donde AMLO no acompañará al presidente estadounidense Donald Trump.
Además, los gobiernos con tendencia de izquierda en Latinoamérica son los destinatarios de este mensaje, señala Huchim, pues algunos respaldaron las determinaciones diplomáticas de México.
En tal escenario, la figura de López Obrador puede resultar atractiva, añade.
“Es una actitud que sin llegar a la confrontación difiere con políticas extremas como es el caso de Jair Bolsonaro”, presidente de Brasil.
Ahora puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.
https://www.youtube.com/watch?v=OVd1oYV3Qbc