Aumentan muertes de personas sin hogar en Nueva York: 404 en un año
10 fueron asesinadas y 15 se suicidaron
Más neoyorquinos sin hogar murieron el pasado año fiscal que en cualquier otro en la última década, a pesar de las promesas del alcalde Bill de Blasio de mejorar sus vidas.
Hubo 404 muertes de personas sin hogar desde julio de 2018 hasta junio de 2019, un asombroso aumento del 39% con respecto al año fiscal anterior. Es el número más alto desde 2006, cuando la ciudad comenzó a registrar las muertes.
70% de ellos murieron en un hospital. El resto al aire libre o en otros lugares que la ciudad no especificó en su informe anual. Mucho más hombres que mujeres fallecieron: 313 y 91.
Las cinco causas principales de las muertes fueron drogas, enfermedades cardíacas, alcoholismo, accidentes no especificados y cáncer. Diez personas fueron asesinadas y 15 se suicidaron.
Incluso con las muertes, la población de personas sin hogar aumentó en el año fiscal 2019, alcanzando un máximo histórico en refugios de 63,839 en enero pasado, según la Coalición para las Personas sin Hogar.
La cantidad de personas sin hogar ha aumentado casi todos los años desde que De Blasio asumió el cargo en 2014, mientras los fondos públicos para ellos se ha más que duplicado. Hasta el mandatario Donald Trump ha criticado el problema.
En diciembre, el alcalde anunció una nueva cohorte de trabajadores que remiten a las personas sin hogar a programas de vivienda y centros médicos y de salud mental.
Pero la tarea no siempre es fácil, y los trabajadores a menudo se encuentran con la resistencia de los neoyorquinos que dicen que prefieren las calles en lugar de los refugios, edificios que tampoco escapan a la violencia.
“Prefiero quedarme en la calle. Puedo ir a donde quiero ir. Aquí tengo gente que me cuida”, comentó Mary Manley, de 65 años, a New York Post, mientras esperaba una tormenta de invierno en Port Authority.
Manley, que usa una silla de ruedas, calculó que ha estado sin hogar durante ocho meses.
El Departamento de Servicios Sociales dijo en un comunicado que utiliza el informe “para mejorar la prestación de servicios y aumentar el acceso a la atención, desde ampliar la capacitación en preparación para sobredosis hasta triplicar nuestra dotación de personal de divulgación en la calle”.