Trump: “Esto pasará, seremos más fuertes, hemos aprendido mucho”.
El mandatario declara la emergencia nacional para liberar $50,000 millones en asistencia local
El presidente de EEUU, Donald Trump, ha declarado el estado de emergencia -“Dos palabras grandes”- en el país. Es una medida que libera $50,000 millones de dólares en asistencia para estados, localidades y territorios a través de FEMA.
Trump dijo que se ha llegado a acuerdos con los hospitales para trabajar a máxima capacidad y eliminar impedimentos regulatorios para hacer frente al coronavirus de la forma más rápida posible.
“Esto pasará, seremos más fuertes, hemos aprendido mucho”, dijo Trump, rodeado de sus colaboradores en esta crisis y los presidentes de empresas como Walmart, Target, CVS, Roche y Home Depot con los que se ha aliado para proveer más tests como ha hecho Corea del Sur, en centros móviles. Walmart y otros comercios habilitarán parte de sus aparcamientos para establecer centros de análisis.
El presidente dice que habrá medio millón de tests dispuestos para ser usado la semana que viene. Trump anunció que se van a eliminar restricciones que retrasan que los servicios sanitarios prestar la atención necesaria, entre ellos la habilitación de más camas en los hospitales y añadir médicos.
El presidente dijo que aunque se van a acelerar la capacidad para que más personas tengan el test “no queremos que la gente se lo haga si no tienen síntomas”.
En su intervención Trump no fue muy preciso a la hora de detallar medidas concretas de acción y solo se refirió a dos de ellas, la eliminación de los intereses en los préstamos de estudiantes y la orden de compra de petróleo para llenar las reservas estratégicas del país aprovechando que el precio del barril está bajo.
Trump, como suele ser habitual, se congratuló por la oportunidad de hacer esta compra para el Estado y anunció una batería de medidas adicionales que se harían públicas a lo largo del día.
En el turno de preguntas el presidente, que al inicio de la crisis minimizó el problema de la enfermedad, dijo que no asumía la responsabilidad por la falta y el retraso de tests. “En absoluto”, enfatizó. También se desentendió de la falta de preparación por parte del CDC después de desmantelar la unidad que controlaba pandemias.
Más de 1,800 personas son positivos a unos tests administrados con cuentagotas y hay 41 fallecidos por esta enfermedad en el país. El estado de Nueva York es ahora el más perjudicado por ello con 421 casos pero en todo el país se están pidiendo medidas de contención como el aislamiento social, el teletrabajo cuando se puede o el cierre de negocios que está perjudicando especialmente a los más pequeños y a los trabajadores más desprotegidos socialmente que suelen trabajar en ellos.
Trump no aludió en su comparecencia a ninguno de las medidas que horas antes habían dominado la intervención de la líder demócrata Nancy Pelosi quien ha estado negociando con el secretario del Tesoro una propuesta legislativa que entre otras medidas establece una licencia pagada por enfermedad de urgencia durante dos semanas.
EEUU es uno de los pocos países industrializados que no cubre federalmente por ley el pago por circunstancias de salud y es uno de los principales problemas para la estabilidad financiera de muchas familias de ingresos medios y bajos.
Centrando su foco en aspectos económicos sociales de la crisis la propuesta demócrata, que podría ser votada en la tarde noche del viernes en la Cámara de Representantes, contempla una expansión de los subsidios de desempleo, reforzamiento de la seguridad alimenticia a través de apoyos a los bancos de comida y con la eliminación del requisito de trabajo para calificar por el SNAP.
La propuesta, llamada Families First, también refuerza el Medicaid y establece el análisis de los potenciales enfermos inmediatamente.
Aunque Pelosi ha estado negociando con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, el presidente Trump dijo que los demócratas “no nos dan lo suficiente, no están haciendo lo suficiente para el país”. El presidente ha estado apostando por una eliminación temporal del impuesto a las nóminas, cuyos ingresos son claves para programas pilares del estado como el Medicare o el Seguro Social.
No hay consenso, con los demócratas pero tampoco con todos los republicanos en esta medida.
Después de haber minimizado los riesgos de la crisis pero frente a la proyección de que la crisis se intensifique con miles de afectados más y hospitales con problemas de capacidad, Trump y su vicepresidente, se felicitaron por haber cerrado las fronteras a Europa, “estar al 100% en lo correcto” y “hacer que la salud de los americanos sea lo primero”. EEUU tiene menos camas hospitalarias per capita que Italia donde los hospitales están colapsados.
Por lo que se refiere a él mismo, después de su encuentro con una delegación brasileña en la que una de las personas al menos tiene el coronavirus, Trump dijo que se someterá a la prueba pero dijo que no tenía síntomas.