El Gobierno estudia un megaestímulo fiscal de $1.2 billones
Entre las medidas, se quieren enviar cheques con un mínimo de $1,000 a los contribuyentes
Los mercados decidieron asomar algo de optimismo el martes desde primera hora. ¿La razón? Las autoridades públicas, el Estado, está buscando soluciones para los problemas que esta crisis de salud mutada en crisis de ingresos y demanda está causando a una economía que está dando pasos hacia la recesión.
Para empezar, el Tesoro, dijo su titular Steve Mnuchin, quiere mandar cheques con dinero a los ciudadanos para paliar esa crisis de ingresos a ser posible en las próximas dos semanas. Como mínimo los cheques serían de $1,000 por contribuyente.
El costo para las arcas públicas es astronómico, unos $250,000 millones, pero Mnuchin dice que no es momento de preocuparse por el déficit que este año ya iba a llegar al billón de dólares ($1 trillion en inglés).
Esta medida es parte de un debate en Washington sobre la puesta en marcha de un paquete de estímulo que rivalizará en costo al que tuvo que aprobar la Administración de Barack Obama en 2008 para atajar la crisis del crédito y dar el empujón necesario para salir de la Gran Recesión, como ocurrió.
El presidente Donald Trump, está negociando y perfilando una intervención que al inicio del día se consideraba que podría ser de $850,000 millones pero que Bloomberg afirmaba que podría llegar a costar $1.2 billones ($1.2 trillion en inglés) una vez sumados los cheques. El secretario del Tesoro va a dedicar la jornada de hoy a tratar de convencer a los más reacios a este tipo de estímulos, los senadores de su propio Partido Republicano.
Ayudas al desempleo y al pago de salario con licencias de enfermedad, además de la muy controvertida eliminación del impuesto de nóminas, son algunas de las medidas encima de la mesa.
El impuesto de nóminas financia programas claves del estado y hay mucho rechazo a esta medida que además no haría nada por las muchas personas que no reciben una nómina. Lo que se tener la seguridad de que se tengan ingresos en este parón forzado.
Mnuchin ha explicado en rueda de prensa que se contemplan ambas medidas y que trabaja para que se manden cheques en las próximas semanas.
Facebook, por su parte ya lo ha hecho con sus empleados y ha decidido dar $1,000 a todos sus trabajadores.
Es como un Ingreso Básico Universal (IBU), una idea que se ha estado barajando e incluso probando en pequeñas comunidades para comprobar si funciona en una economía progresivamente más automatizada y con menos empleos. Andrew Yang, el ex candidato demócrata a la presidencia, quien basó su campaña en este tipo de iniciativa, el IBU, ha estado en contacto con el Gobierno, según dijo en su cuenta de Twitter.
La Casa Blanca también está dispuesta a aprobar dentro de este paquete de estímulos una ayuda de unos $50,000 millones a aerolíneas y a los pequeños negocios. El secretario de Tesoro dijo que el escenario actual es peor que el del 11S.
“Queremos tener la seguridad de que los americanos tienen dinero en sus bolsillos rápidamente”, dijo Mnuchin en la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca. La economía de EEUU se alimenta, como todas pero más que el resto, del consumo de los ciudadanos. Es el 70% del PIB y una buena parte del gasto es discrecional, es decir, para pagar bienes y servicios no esenciales como pueda serlo la factura de la luz.
Quienes proveen estos servicios y estos bienes que no son de primera necesidad, mueven la cadena de producción del país y hay que asegurar que esta no se para.
El Secretario del Tesoro abre la posibilidad de un plazo de 90 días extra para pagar los impuestos. Aún no hay claridad sobre este punto pero se espera que tras el 15 de abril y durante este plazo ampliado no se cobren intereses ni se impongan sanciones por pago tardío.
Otros gobiernos en Europa están optando por un paro temporal en las dinámicas económicas para evitar el drenaje de los recursos domésticos: congelación de rentas, pagos de hipotecas, de facturas de la luz y el agua además de los desahucios y embargos.
Entre las medidas monetarias, en manos de la Fed, también se está usando parte del manual redactado durante la Recesión de 2008 y para asegurar que el dinero fluya y que las empresas se puedan financiar va a comprar lo que se llama commercial paper que son títulos de pago a corto plazo.
El mercado interbancario sigue recibiendo soporte de la Fed para asegurar que el sector financiero no se para y a la actual crisis se suma la del crédito. Como quedó demostrado tras la Gran Recesión, las crisis financieras, son las más difíciles de superar.
Cierre de mercados
Los mercados respiraron tranquilidad el martes ante la disposición del Estado de hacerse con las riendas de una economía que hace aguas por la crisis de ingresos a través de estímulos fiscales y monetarios.
El Dow Jones, después de batacazos continuos se apreció un 5.20%, 1,048.8 puntos. Después de cruzar la barrera de los 20,000 puntos con sus bajadas se recuperó para quedar por encima de los $21,000. El S&P 500 sumó 143.06 puntos, un 6% y el Nasdaq avanzó por encima del 6% para cerrar con 430.19 puntos más.
Pero no todo fueron buenas noticias. El barril de petróleo se cotizaba a $26.84, lo que elimina la rentabilidad del sector de extracción de oro negro de esquisto en EEUU.
El bono del Tesoro a 10 años, referencia en deuda pública, volvió a ganar rentabilidad por encima del 1%. Empresas como Verizon y Bank of America entre otras, están considerando la emisión de deuda — bonos– para financiarse.
Siete millones de desempleados
Hay quien habla de apocalipsis en el sector de bares y restaurantes. No es una imagen del todo descabellada teniendo en cuenta que en las principales ciudades del país ahora les toca trabajar solo para hacer envíos de comida. Para la mayor parte de ellos, el negocio del envío es apenas una parte de su fuente de ingresos.
La firma especializada en empleo Challenger Gray y Christmas ha registrado 634 anuncios de destrucción de empleo en este sector en los 12 estados y el Distrito de Columbia que ya tienen restricciones de operaciones.
“Estos cierres pueden costar o impactar significativamente a unos siete millones de empleos, basándonos en los datos de empleo del departamento de Trabajo”, explican desde esta firma.
No está claro cuánto va a durar el cierre parcial o total y es evidente que muchos de los dueños de estos locales de servicios quieren que sus empleados vuelvan. Algunos pueden permitirse mantenerlos empleados o al menos mantener una parte de su plantilla, pero el horizonte temporal va a determinar qué cifra de empleos se puede mantener.
Cierres temporales de grandes negocios
Macy´s va a cerrar todas sus tiendas en el país. Debido a los riesgos derivados del coronavirus Macy’s, Bloomingdale’s, Bluemercury, Macy’s Backstage, Bloomingdale’s the Outlet and Market by Macy’s cerrarán temporalmente hasta el 31 de marzo.
La empresa seguirá proveyendo beneficios y compensación a su plantilla, según se explicaba en el comunicado de prensa.
Marriott International, la mayor hotelera del mundo ha empezado a despedir temporalmente a decenas de miles de empleados dado el cierre de hoteles en todo el mundo. La empresa tenía el año pasado unos 174,000 empleados. No les van a pagar los salarios pero recibirán los beneficios de seguros médicos y esperan volver a recontratar a las personas que tienen ahora en plantilla cuando se acabe la pandemia del Covid-19
Los presidentes de las grandes empresas hoteleras están buscando también ayuda por parte de la Administración y se han reunido con el presidente para hacerle llegar sus inquietudes y necesidades. Según la American Hotel & Lodging Association (AHLA) cuatro millones de trabajos han sido eliminados o están a punto de serlo en los próximas semanas.
Los presidentes de Best Western, Choice Hotels, Hilton, Hyatt, InterContinental Hotels Group, Marriott, MGM, Pebblebrook, Universal, The Walt Disney Company los fueron algunos de los que se reunieron con Trump.
El sindicato de las automotrices, UAW, ha pedido a General Motor Ford y Fiat Chrysler el cierre durante dos semanas, según la cadena CNBC. Otros fabricantes como Tesla, Honda, Toyota, Nissan y Volkswagen no tienen esa presión sindical y pueden seguir produciendo aunque las ventas no está previsto que sean positivas.