Las 4 razones por las que las casas históricas siguen siendo un buen negocio

El inventario de casas está en niveles históricamente bajos.

El inventario de casas está en niveles históricamente bajos. Crédito: Pixabay

Pasan los años y las casas históricas, denominadas así por su antigüedad, siguen siendo muy atractivas para muchos compradores que no les importa ni el valor del mercado ni lo costosas que pueden ser las renovaciones de estos lugares con tal de llamarlos “hogar”.

De acuerdo con Inman, desde hace 100 años existieron las primeras planificaciones de construir el idílico “centro urbano”, situación que por estas 4 razones es posible que se materialice.

1. El gusto de los compradores jóvenes

A pesar del pensamiento generalizado, los jóvenes las prefieren viejas. Según un informe en 2016 del National Trust for Historic Preservation, los millennials se han estado moviendo hacia el centro de la ciudad y, aprovechando su potencial como compradores, están adquiriendo viviendas desde 90 años de antigüedad.

Cuando jóvenes que han hecho de la tecnología su modus vivendi, la necesidad de comunidad que se generan en los vecindarios unifamiliares metropolitanos, les brinda un estilo de vida de relajación y tranquilidad necesaria para su día a día.

2. La prensa ama las historias de una buena casa

La mayoría de las publicaciones inmobiliarias suelen escribir ventas de casas de millones de dólares que la mayoría de los compradores no podrían adquirir. Sin embargo, eso sólo se puede opacar por la buena historia de una casa con años de existencia, que posiblemente haya sido el hogar de alguna personalidad importante de cualquier ámbito de la sociedad estadounidense que puede explotarse para su proyección.

3. Las construcciones ya no son lo que antes

Aunque hoy en día “nuevo” se considera sinónimo de “mejor”, la realidad es que las construcciones antiguas tienen una relación con el compromiso casi artístico de su desarrollo, con materiales de alta calidad y duraderos que precisamente las han hecho permanentes aún con los años.

4. Lo viejo se combina con lo nuevo

Cuando cualquier persona piensa en una casa histórica, se imagina con una construcción de fachada antigua, incluso tenebrosa, con un interior de estilo clásico, pero arcaico.

La realidad es que una vivienda de estas características, en su gran mayoría, han pasado por diversos propietarios que si bien procuran mantener ciertos detalles, también realizan renovaciones interiores que le dan ese toque de modernidad a un domicilio que en apariencia es antaño, por lo que muchos de los compradores pueden tener lo mejor de dos mundos (o mejor dicho, de dos o más épocas) en su propio hogar.

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