Los “milagros” de esta pandemia, cosas que nunca hubieran sucedido de no ser por el coronavirus
Debemos buscar algo positivo y real que nos haga sonreír cada día
COVID-19 ha barrido el mundo, alterando en gran medida la vida tal como la conocemos. No está claro cuándo las cosas volverán a la “normalidad”, si es que vuelven.
En la ciudad de Nueva York, como en otras ciudades, la gente llevamos unos 57 días de media practicando la ya conocida distancia social.
Si bien nos angustia lo que vendrá después, vamos a enfocarnos en lo positivo. Pero no como filosofía frívola y vacía de contenido. No, algo positivo, pero real.
Durante esta pandemia hemos visto muchos actos de generosidad, también ha aflorado la creatividad de miles de personas que lo han demostrado en redes sociales y aplicaciones como TikTok o Instagram.
Pero quizás lo más importante, lo que nos demuestra que todo sigue. Que después de todo, la calma siempre llega son ellos:
Putting all of us to shame with her pandemic writing-productivity pic.twitter.com/coaq0AjyGF
— Sophie Vershbow (@svershbow) May 9, 2020
Las mascotas, tanto perros como gatos, se han convertido en nuestra mejor compañía.
Tal y como ha reflejado en Vogue Sophie Vershbow, muchas cosas han cambiado en esta cuarentena. Probablemente el amor que nos dan los animales sea lo único que se mantiene tan grande como siempre.
Según escribe la periodista, en 57 días ha perdido su apartamento, su novio, y ha vuelto con sus padres. Hace 57 días era una mujer independiente de 30 años que vivía en el apartamento de sus sueños y salía con el hombre con el que pensaba que se casaría. Ahora está recién soltera y vive con sus padres.
Pero dentro de todo lo malo, hay algo positivo.
Ha sucedido en muchos hogares estadounidenses. A mayor tiempo en casa, mayor compromiso, al fin, de dar un hogar a mascotas abandonadas.
En algunos casos como en el de Vershbow solo ha hecho falta una pandemia y 30 años para que sus padres le dejaran tener un perro.
Solo esperemos que, pasado todo esto, esas mascotas adoptadas de refugios sigan siendo tan importantes para sus nuevas familias como lo están siendo en estos tiempos tan duros de crisis.