Exhuman el cuerpo del joven salvadoreño que fue enterrado esposado y que presuntamente murió de COVID-19
Se realizará una autopsia para verificar las causas de su muerte
HOUSTON – El caso de un joven salvadoreño que presuntamente murió de COVID-19 mientras que estuvo bajo la custodia de la Policía Nacional en El Salvador ha tomado un nuevo giro.
Por la denuncia de los familiares y amigos del fallecido Luis Iván Mejía Bonilla, quienes sospechaban que éste fue torturado antes de morir, se ordenó la exhumación de sus restos.
Familiares de Luis que radican en Houston informaron a este diario que la oficina de la Fiscalía General de la República (FGR), en Zacatecoluca, realizó la exhumación de los restos de Mejía Bonilla, quien fue sepultado bajo raras circunstancias el pasado 6 de mayo en el cementerio del cantón en Santa Teresa.
La exhumación se ordenó el martes con la intención de realizar una autopsia y verificar las causas de muerte de Mejía Bonilla, quien las autoridades dijeron falleció de COVID-19.
Familiares de la víctima en Houston denunciaron que el cuerpo de Mejía Bonilla fue entregado de una manera muy irregular y que se les instruyó que no abrieran el ataúd.
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“Le dijeron a mi tía que había muerto de coronavirus y que no lo velaran ni abrieran la caja, pero en el papel que les dieron decía otra cosa; además creemos que si en verdad hubiera muerto de coronavirus ni se los lo hubieran entregado por la manera que tratan los cuerpos de personas que mueren del virus”, dijo Laura Castro, prima de la víctima que ha estado en contacto con sus familiares en El Salvador.
En declaraciones a los medios locales, los familiares aseguraron que recibieron un aviso de que Luis sería trasladado al hospital Santa Teresa, de Zacatecoluca.
“Mis familiares fueron al hospital y cuando llegaron les dijeron que mi primo ya había muerto”, contó Castro.
Según los familiares de Luis, se les indicó que no lo velaran, que lo sepultaran inmediatamente porque había muerto de COVID-19.
“Mis familiares siguieron las instrucciones y ese mismo miércoles lo iba a enterrar, pero algunos sabían que Luis se encontraba bien de salud antes de caer a la cárcel y decidieron abrir el ataúd”, explicó Castro.
Los familiares de Luis le contaron a Laura Castro que el cuerpo presentaba golpes, su rostro estaba ensangrentado y tenía los dientes saltados “como si se los hubiesen querido arrancar”. Además, Luis todavía tenía las esposas (grilletes) puestas.
Mejía Bonilla fue capturado el pasado 28 de abril junto con nueve personas más, todos residentes en el cantón Santa Teresa, quienes están en prisión preventiva por el delito de homicidio y agrupaciones terroristas. Se le acusaba de participar en el homicidio de un soldado, hecho ocurrido el 26 de abril del 2019 en el cantón El Llano del mismo municipio de Santiago Nonualco.
Entre las nueve personas que están en prisión preventiva en las bartolinas policiales de Zacatecoluca, también se encuentra un hermano de Luis Iván, identificado como Francisco Alexis Mejía, de 27 años.
Los otros capturados son José Geovani Arias Martínez, de 24 años, José Arnoldo Chávez Canales, de 21, José Isaías Durán García, de 22, Ángel Antonio Osorio Guadrón, de 30, Ulises Antonio Santamaría Chávez, de 33, Nora Mirna Valencia Delgado, de 35, y dos menores de edad.
Noticia en desarrollo.
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