Las principales excusas que tenemos para no cuidar nuestra salud
No iniciar un hábito por el supuesto cansancio no es algo exclusivo de ti
Plantear hábitos positivos de salud y nunca realizarlos o dejarlos a medio camino, es mucho más común de lo que piensas. Esto ocurre por una serie de excusas que muchas personas comparten entre sí, como las que examinaremos a continuación.
1. El cansancio
Según un artículo del portal Habitualmente, una excusa frecuente para no tomar acción en cuanto a nuestra salud se refiere es el cansancio que aquejamos tener y que, desde nuestra perspectiva, sería un impedimento a la hora de, por ejemplo, ejercitarnos.
En efecto, es cierto que hay ocasiones en que nuestro cuerpo se encuentra demasiado agotado para realizar ejercicios físicos demandantes, pero es posible que, con el tiempo, simplemente nos rehusemos automáticamente a ejercitarnos por un cansancio que puede no ser tan grave.
2. “Mañana será diferente”
En efecto, muchas veces nos decimos a nosotros mismos que mañana empezaremos a formar hábitos saludables para el cuerpo, y muchas veces también terminamos por no hacerlo, posponiendo la acción de manera indefinida.
Siendo así, cabe que te preguntes si realmente el día de mañana será diferentes al de hoy, o si en el futuro cercano se darán las condiciones necesarias para que empieces a formar el hábito.
3. La falsa decisión
Consiste en una toma de decisión donde, para nosotros, la opción escogida nos impide realizar la otra. No obstante, esto no es realmente así, pero nos convencemos de que sí lo es de manera de ocultar nuestra propia opinión o actitud hacia lo que descartamos.
¿Realmente tender la cama es una excusa para no habernos cepillado los dientes antes de salir? Es una pregunta que cabe hacerse en muchos contextos y cuyo resultado te debe hacer reflexionar.
4. Las “excepciones”
Puede que no logremos establecer los hábitos a razón de situaciones excepcionales que se nos presentan en el día a día. Por ejemplo, no es recomendable trotar cuando afuera hay un auténtico aguacero, o quizá no deberías ejercitarte si tienes una carga laboral abrumadora.
El problema ocurre cuando señalamos situaciones excepcionales que realmente no son tales y que pudiesen anularse fácilmente si nos ponemos creativos.
Si reconoces estas cuatro excusas comunes que nos decimos a nosotros mismos para posponer el inicio de hábitos saludables, puede que finalmente logres establecer empezar con esos cambios a tu vida que te llevarán a ser más sano y productivo.