Jordan invierte en sitio de apuestas DraftKings y las acciones se van al cielo
Varias publicaciones ha señalado a las apuestas como el lado más oscuro de Michael Jordan, incluso relacionándolo con la muerte de su padre
Su amor y en algunas ocasiones obsesivo gusto por las apuestas de Michael Jordan lo ha llevado a comprar una participación de acciones en la compañía de juegos de azar y deportes de fantasía DraftKings Inc, a la que se unirá a su dirección como asesor especial, anunció este miércoles la entidad.
El anuncio produjo como efecto dominó una capitalización de mercado de casi 800 millones de dólares a la compañía, que se situó en $13,100 millones de dólares al último cierre, según datos de Refinitiv.
Sin embargo, podría haber un conflicto de interés ya que Jordan preside Hornets Sports and Entertainment, el grupo propietario de los Hornets de Charlotte y ahora proporcionará orientación y asesoramiento estratégico a la junta directiva de DraftKings.
Aunque se asegura que Jordan, seis veces campeón de la NBA, líder de la dinastía de los Chicago Bulls en la década de 1990 y miembro del Salón de la Fama del Baloncesto Naismith Memorial, asesorará a DraftKings el desarrollo de productos.
Aunque desde 2015, Jordan, junto con otros dueños de equipos de la NBA, Ted Leonsis de los Wizards de Washington y Mark Cuban de los Mavericks de Dallas, invirtieron en Sportradar, una empresa internacional que proporciona datos a casas de apuestas de todo el mundo.
Las apuestas el lado más oscuro de Jordan
En el documental The Last Dance abordan el costado más cuestionado de Michael Jordan, las apuestas y con ello se abre la puerta hacia el agujero negro más importante de su carrera: la muerte de su padre.
No existía motivo que no lo empujase a querer apostar, pero no se trataba sólo de tener los dólares en sus manos, se trataba de ser mejor que el otro en todo: “Mi problema no son las apuestas, mi problema está en querer competir siempre”, reconoció en una entrevista en 1992. Y eso podía hacerlo hasta jugar al ping pong con los guardias de seguridad de United Center por 5 dólares cada partido.
El gusto de Jordan por las apuestas iba de los juegos con los guardias de seguridad y los juegos de cartas con compañeros por miles de dólares y lo que puso la lupa sobre el legendario 23 de los Bulls fue una escapada, con su padre James, al casino en Atlantic City en medio de las finales de Conferencia Este ante New York Knicks en 1993.
Incluso hubo quien relacionó el asesinato del padres de Michael Jordan en extralas circunsancias a la mafia que manejaba las apuestas.
La teoría plantea que el asesinato de James Jordan había sido ordenado por la mafia en especial por Michael Franzese, de la familia mafiosa Colombo de Nueva York, y se decía que la muerte había sido un ajuste de cuentas por las relaciones entre Michael y las apuestas ilegales.
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