Flexitarianismo: las bondades medicinales de una dieta basada en plantas y disfrutar ocasionalmente de la carne

Actualmente la alimentación es uno de los aspectos más determinantes en el estado de salud de una persona y sobre todo es una poderosa herramienta en la prevención de enfermedades crónicas y degenerativas. Es por ello que han salido a la luz todo tipo de tendencias y corrientes que se relacionan con un destacado potencial terapéutico.

Lo cierto es que la nutrición es un tema que no para de evolucionar y con base en esto cada día tenemos a la mano más opciones de pautas alimenticias. Sin lugar a dudas la inmensa ventaja se encuentra en la larga lista de alternativas, resulta maravilloso saber que cada individuo puede elegir la tendencia que más se ajuste a su estilo de vida, costumbres, creencias y preferencias. 

Entre los estilos de alimentación que más se han adentrado en las costumbres de la sociedad, se encuentran la dieta vegetariana y vegana. Si bien cada uno de estos estilos se caracteriza por una serie de lineamientos y restricciones alimenticias que los vuelven únicos, tienen una diferencia vital y radica en el consumo de alimentos de origen animal.

Es simple: los vegetarianos pueden consumir productos de origen animal, aunque la limitación básica es que no comen carne. También la dieta vegetariana tiene la peculiaridad de  ajustarse a las preferencias de cada persona, tienen permitido comer huevo, lácteos y derivados, a la vez es muy normal que algunos incluyan el consumo de miel. Los veganos omiten en su totalidad el consumo de productos de origen animal. En pocas palabras no consumen huevos, lácteos, carnes, aves, pescados y marsicos. 

Sin embargo, en muchas ocasiones las personas que desean iniciar su camino en una dieta basada en plantas encuentran algo extremo y restrictivo omitir de lleno el consumo de carnes. Con base en ello ha surgido un nuevo concepto que resulta interesante para muchos: la dieta flexitariana. 

¿En qué consiste la dieta flexitariana?

El flexitarianismo se refiere a todos los individuos que basan sus patrones alimenticios en los principios de la dieta vegetariana, pero que en ocasiones por placer consumen carne; lo que significa que también pueden comer aves, pescados y mariscos. 

El auge del vegetarianismo continúa y de hecho es la corriente alimenticia que más ha crecido en los últimos años. Lo cierto es que más que una dieta es un estilo de vida que se asocia con beneficios medicinales y hábitos que mejoran significativamente la calidad de vida de las personas. A la vez se cuenta con diversas referencias que señalan las inigualables bondades de la dieta basada en plantas, en la prevención de enfermedades crónicas como la obesidad, cáncer, hipertensión, diabetes, padecimientos neurodegenerativos y enfermedades cardiovasculares.

A grandes rasgos el flexitarianismo, como su nombre lo dice se refiere a aquellos vegetarianos flexibles. La gran ventaja es que permite que las personas por iniciativa propia sigan una dieta inspirada en los patrones vegetarianos e integren en ocasiones especiales el consumo de alguna carne.

Lo más importante es que para los flexitarianos consumir este tipo de productos no simboliza una transgresión en su estilo de vida y no los acompaña ningún sentimiento de culpa. Diversos especialistas en nutrición han estimado que la dieta flexitariana se basa en un 80% vegetariana y un 20% de productos de origen animal, entre los que se incluyen el huevo, la leche, los quesos, el yogurt, la carne, las aves, los pescados y mariscos.

Los beneficios de la dieta flexitariana:

• Previene la aparición de enfermedades cardiovasculares: Esto se debe a que limita al máximo el consumo de grasas no saludables y es un estilo de alimentación en la que predominan los alimentos de gran poder antioxidante y antiinflamatorio.
• Es un gran aliado contra la obesidad y la diabetes: Una dieta en la que se prioriza el consumo de alimentos de origen vegetal, disminuye las patologías de origen metabólico. Y es considerado un aspecto clave en un índice de masa corporal dentro de los parámetros normales.
• Evita la aparición de afecciones digestivas e intestinales: Normalmente todos los padecimientos y enfermedades relacionadas con el sistema digestivo, se relacionan con una dieta rica en carnes rojas, embutidos y productos grasos. Una dieta nutritiva y natural, es la llave para olvidarte del dolor, acidez, digestiones pesadas, gases e inflamación. 
• Promueve un estilo de vida saludable y sostenible a largo plazo: Muchos han nombrado al flexitarianismo la dieta del futuro y se debe a que promueve la flexibilidad. Disfrutar de los alimentos sin exagerar ni satanizarlos.
• Menor consumo en alimentos procesados: Los productos industriales se caracterizan por su alto contenido en grasas saturadas, harinas refinadas, azúcares, sodio y conservadores, que se derivan en la aparición de diversas enfermedades.