Jornaleros de Chicago sufren para encontrar empleo en medio de la pandemia de covid-19
La organización Unión Latina de Chicago trabaja para despejar dudas y desmentir desinformación sobre la pandemia entre los jornaleros y les brinda equipo para protegerlos del virus
El desempleo ha golpeado de una manera sin precedentes a miles de familias residentes de Illinois desde que inició la pandemia del coronavirus.
El Departamento de Seguridad Laboral de Illinois (IDES) informó que se presentaron 40,008 nuevas reclamaciones por desempleo en el estado durante la semana del 1 de febrero. Durante el mismo periodo el año pasado se dieron 9,794 personas de esos reclamos en Illinois. Esto fue un aumento del 250%.
La pandemia ha sido la causa de una ola de despidos, pero muchos residentes de Chicago han podido solicitar el seguro de desempleo y han recibido cheques de estímulo del gobierno federal. Pero no ha sido el caso de los trabajadores indocumentados, como los jornaleros de Chicago, quienes no califican para beneficios de desempleo y no han recibido estímulos económicos del gobierno federal por su condición migratoria.
Algunas tiendas Home Depot, parques, gasolineras y ciertas esquinas de la ciudad son los sitios clave donde los jornaleros de Chicago se concentran a la espera de que alguien los contrate para una labor de construcción.
Según los organizadores de la Unión Latina de Chicago, entidad sin fines de lucro enclavada en el barrio de Albany Park, en el noroeste de Chicago, que aboga por los derechos de los jornaleros y por las trabajadoras del hogar, al inicio de la pandemia en 2020, no había trabajo. En el verano hubo una mejora aunque en muchos casos, dicen, les pagaban menos de los que valía su trabajo y los jornaleros de las esquinas por necesidad lo aceptaban.
‘No tengo ni para comprarme un taco’
Desde que inicia el otoño los trabajos de construcción escasean por lo que el jornalero se ayuda con trabajos temporales haciendo mudanzas, por ejemplo. Pero debido a la pandemia, desde noviembre hasta ahora el no conseguir trabajo se ha vuelto una constante.
Hay siete esquinas empezando desde la calle 87 al sur hasta el barrio de Albany Park al norte de Chicago donde se reúnen los jornaleros en busca de trabajo. “Contando los trabajadores en las siete esquinas, hemos identificado 150 jornaleros en la ciudad de Chicago”, dijo Rigoberto Campos, organizador de los jornaleros de la Unión Latina de Chicago. Pero podría haber más que esa organización no ha contado.
Debido a la reglas de distanciamiento social no se han dictado talleres de prevención contra el coronavirus de manera presencial. Para mantenerlos informados abrieron una página de Facebook donde les están proporcionando información sobre covid-19 y cómo evitar contagiarse con el virus.
Ahora, por el tiempo invernal, la situación es aún más crítica, mencionó Campos a La Raza. “Los jornaleros de las esquinas todavía están yendo a las esquinas, me dicen: ‘No hay trabajo ahorita, no llega nada, no tengo ni para comprarme un taco, ni para un galón de leche’…”.
Campos dice que está situación de falta de empleo está afectando la salud física y mental de los jornaleros. “Cuando los llamo se oyen bien tristes…, hay gente que me conoce y a veces se desahogan conmigo, lloran, piensan que ellos tal vez hicieron algo mal. Pero les digo que esta situación está fuera de su control, que es una pandemia”.
Algunos jornaleros están enfermos, tienen diabetes, necesitan una cirugía o algún tratamiento médico, pero no tienen dinero. En lo que respecta al covid-19 hay mucha falsa información circulando y en la Unión Latina de Chicago los organizadores dicen que están proporcionando información y clarificando muchas dudas que los jornaleros tienen con respecto al coronavirus.
Muchos jornaleros tienen desconfianza con el gobierno, también con lo que se dice del coronavirus, están escuchando historias de la industria médica, tienen miedo de ir al hospital o tienen miedo de la vacuna o de hacerse la prueba covid-19 si es necesaria. “Esto es lo que hemos tenido que clarificar y dar información”, explicó Campos.
Campos también dijo que habla seguido con un jornalero y en una de sus llamadas le dice: “A veces regreso a la casa con nada y regreso desesperado y triste, tengo que levantarme todos los días, como si fuera a tener mi mejor día, aunque en este momento es difícil salir adelante y sobrevivir”.
Visitando la siete esquinas
El Centro de Trabajadores de la Unión Latina de Chicago recibe llamadas de los empleadores que requieren los servicios de un jornalero, específicamente son la conexión entre el jornalero y el empleador.
Los jornaleros en ese centro son unos 20 latinos, la mayoría mexicanos e indocumentados.
Este Centro de Trabajadores ha estado dando equipos de protección personal a los jornaleros durante la pandemia del coronavirus. Cuando Campos visita las siete esquinas se asegura de repartir mascarillas y desinfectante de manos a los jornaleros de Chicago. Dice que también hay un grupo de jornaleros de Chicago en la red social Whatsapp y a través de ella Campos se comunica con ellos para saber cuáles son sus necesidades. Con quienes no usan las redes sociales, él mantiene contacto por teléfono.
Explotando a jornaleros de las esquinas
“En las esquinas los jornaleros en muchos casos están propensos a la explotación”, dijo Campos. “Cuando alguien llega a la esquina para contratar jornaleros busca que le hagan trabajos que ellos saben hacer muy bien. Sin embargo, por un trabajo que puede costar $2,000, el empleador quiere pagar $500, $800…, definitivamente explotando a los jornaleros”.
Campos dijo que a los jornaleros se les quiere pagar $10 por hora, cuando el mínimo en Chicago es $14 por hora. A los empleadores que llaman al Centro de Trabajadores solicitando los servicios de un jornalero, les dicen que la tarifa es de $15 por hora y el jornalero tiene la flexibilidad de negociar un pago por hora más alto si prefiere, explicó Campos.
Para apoyar a la comunidad de jornaleros, el Centro de Trabajadores dio tarjetas de regalo a estos trabajadores con fondos fueron proporcionados por la Red Nacional de Jornaleros.
Muchos de los jornaleros tuvieron temor de solicitar las ayudas que otorgó la ciudad de Chicago y que podían ser solicitadas por personas indocumentadas. Ellos temían que su información personal podría ser compartida con autoridades migratorias. Por ello prefirieron abstenerse de participar, dijeron los organizadores.
Más necesidad de ayuda en los suburbios
El Centro de Trabajadores está ahora buscando conectarse con los jornaleros en los suburbios. “Como todo está concentrado en Chicago, mucha gente, dependiendo si hablan inglés o no, está teniendo mucha dificultad para conectarse como jornalero o jornalera”, dijo Campos. Pero “los jornaleros en los suburbios están pasando por tiempos más difíciles porque se oye más abuso, se oye más necesidad de ayuda porque no existe tanta”.
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