Estudiantes latinos dirigen una cafetería comunitaria en el sótano de una iglesia de Pilsen, en Chicago
Más que un negocio de café lo que buscan estos jóvenes emprendedores es que sus clientes se sientan como en casa
Un cuarto en el sótano de una iglesia local que se usaba como depósito se convirtió en una singular cafetería llena de color, calidez y con un gran enfoque en la comunidad.
La peculiaridad de esta cafetería en Pilsen, además de sus deliciosos cafés, tés y bebidas energéticas naturales, es que es un negocio que dirigido por estudiantes y graduados latinos en su mayoría de la escuela secundaria jesuita Cristo Rey.
Holy Grounds Coffee Shop fue fundada no sólo como cafetería: la idea principal es que sea un espacio para la comunidad, dijo Jorge Becerra, estudiante de último año de la escuela secundaria jesuita Cristo Rey en Pilsen.
Esta cafetería se abrió en el sótano de la iglesia St. Paul el 20 junio de 2021, en medio de la pandemia de covid-19, se ha mantenido a flote y no les ha faltado clientela ya que este emprendimiento ha sido bien recibido por la comunidad, dice Becerra, de 17 años quien también es el gerente del negocio.
Cuando empezó el emprendimiento, los estudiantes fueron contratados por St. Paul para trabajar en el café gracias a un programa de Centers for New Horizons, una organización sin fines de lucro que ayuda a niños, jóvenes y familias a ser autosuficientes, mejorar la calidad de sus vidas y participar en la reconstrucción de su comunidad.
“La mayoría de nosotros entramos a trabajar por medio de un programa que se llama Centers for New Horizons y ese programa básicamente le da trabajo a jóvenes, ese programa hizo como una colaboración con la iglesia así que por 13 semanas ellos pagaron nuestro sueldo. Cuando se acabó el programa, la iglesia St. Paul decidió quedarse con nosotros, nos ofreció un trabajo y seguimos con el equipo”, dijo Becerra.
Un feligrés arquitecto ayudó con el diseño de la cafetería, otra persona especialista en concreto arregló el piso y otro feligrés fue el de la idea de llamar al negocio ‘Holy Grounds’, pues palabra ‘holy’ significa en español que ‘santo’, explica Becerra.
Las diferentes responsabilidades que les toca realizar a estos estudiantes emprendedores van desde comprar los insumos y preparar cafés y otras bebidas hasta encargarse de la parte administrativa del negocio y manejar las redes sociales.
El concepto de tener un negocio de café en la iglesia liderado por estudiantes vino de Donna Graves, directora de la misión parroquial St. Paul.
Itzel Cebrero, de 18 años, empezó a trabajar en abril de 2021 antes de que se abriera el café. Ella estuvo elaborando el menú del negocio junto con Alize Pérez, quien también es empleada en el café y ahora estudia finanzas en la Universidad de Illinois en Chicago.Becerra se encarga de manejar las redes sociales.
Itzel Cebrero se graduó de la escuela secundaria Cristo Rey en junio de 2021 y actualmente estudia negocios y finanzas en la Universidad de Illinois en Urbana Champaign. Ella dice que fue la primera estudiante que empezó a laborar en el café, lo que significa que ha visto todo el proceso desde cero.
Cebrero se encarga de la parte contable y de comprar los insumos. “Al comienzo fue muy retante, porque nunca había empezado un negocio. Buscamos en internet cuál era nuestra idea, cómo queríamos diseñar la cafetería, las mesas, las sillas, cómo queríamos decorar afuera y cómo queríamos hacer un espacio para la comunidad como si estuvieran en casa, esa era nuestra meta”.
Cebrero recuerda cuando Donna Graves le dijo que quería enseñarle cómo abrir un negocio porque “ella sabía que eso era a lo que me quería enfocar y obviamente nunca hemos visto que dejen a unos estudiantes tener esta oportunidad de abrir su negocio, fue muy increíble que nos dejaran hacer esto”.
Para estos estudiantes está es una experiencia única y divertida y dicen que han disfrutado desde ir a las tiendas a comprar sillas, mesas hasta probar diferentes cafés y bebidas para luego aplicarlas a su menú.
Esta jovencita de 18 años quiere abrir su propio negocio en el futuro. “Yo quiero tener un negocio cuando esté grande, ésta es una experiencia que me lleva a cumplir mi sueño, mi meta cuando me gradúe de la universidad”.
Como todo negocio, este café de Pilsen cuenta con especialidades de la casa entre las que destacan el Choco Abuelita y bebidas energizantes naturales como, Mango Tango y Pink Flamingo entre otras.
Compiten con los cafés del barrio
Ante la pregunta de cómo pueden dirigir y atender un negocio siendo tan jóvenes, Becerra dijo que es gracias a que todos tienen una conexión muy especial. “En verdad se siente más como una familia y creo que es dado por la misma, de que todos tenemos edades muy cercanas así que estamos muy cómodos uno con el otro y siempre trabajamos muy bien en equipo y todos le echamos las ganas”.
Becerra, de 17 años, comparte su tiempo entre sus estudios y el trabajo en la cafetería, al igual que los otros muchachos que son empleados del café. Dice que ha encontrado el balance perfecto entre cuándo enfocarse más en la escuela y cuándo más en el trabajo. “La verdad que trabajo muy duro y no me distraigo, cuando estoy trabajando en algo estoy enfocándome en eso. Por ejemplo, entre semanas es cuando me enfoco más en la escuela y los fines de semana puedo enfocarme un poquito más en el trabajo, ya que tengo más tiempo para hacer mi tarea”.
Estos estudiantes emprendedores están compitiendo con cafés del barrio dirigidos por gente adulta y con un concepto diferente al de ellos. “Algunos adultos no creen que unas personas tan jóvenes pueden hacer este tipo de trabajos y la verdad es que hemos demostrado que los podemos hacer y los estamos haciendo bien y estamos en competencia con las cafeterías grandes, estamos dándolo todo y no sólo es una cafetería, es un espacio para la comunidad”, puntualizó el estudiante.
Holy Grounds opera en el 2127 W. 22nd Place, en pleno corazón del barrio de Pilsen.
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