Familia migrante logra pasar de un refugio temporal a una vivienda permanente en Chicago

Crear soluciones para ayudar a los solicitantes de asilo es un trabajo en equipo. Caridades Católicas encuentra vivienda permanente, New Life Centers proporciona muebles y apoyo para la mudanza, IHDA administra los fondos y los centros de acogida de ICIRR brindan gestión integral de casos

Una familia de solicitantes de asilo busca forjarse un futuro mejor como cualquier inmigrante establecido en Chicago. Por ahora, ya han dejado los albergues y se han mudado a una vivienda permanente gracias al apoyo del gobierno local y de organizaciones cívicas. (Belhú Sanabria / La Raza)

Una familia de solicitantes de asilo busca forjarse un futuro mejor como cualquier inmigrante establecido en Chicago. Por ahora, ya han dejado los albergues y se han mudado a una vivienda permanente gracias al apoyo del gobierno local y de organizaciones cívicas. (Belhú Sanabria / La Raza) Crédito: Impremedia

Una travesía de 25 días, que incluyó atravesar la peligrosa selva del Darién entre Colombia y Panamá, recorrer toda Centroamérica y México, cruzar la frontera entre México y Estados Unidos y entregarse a las autoridades migratorias estadounidenses fueron los desafíos que tuvo que enfrentar, como muchas otras personas, una familia migrante en busca de asilo.

Yurimar dijo que ha transcurrido casi un año desde que ella, su esposo Daniel y su hija Alaia, de 3 años, junto con otros migrantes, fueron transportados en un autobús de El Paso, Texas, a Chicago.

Esta madre venezolana prefirió omitir el apellido de su familia a fin de prevenir que sus declaraciones afecten su caso con inmigración.

“Cruzar la selva del Darién es algo difícil, no se lo recomiendo a nadie, se vive de todo, se ve de todo. Niños, adultos, personas de la tercera edad, mujeres embarazadas, niños especiales tratando de cruzar. Gracias a Dios no vimos muertos”, relató Daniel en entrevista con La Raza. 

Yurimar señaló que salieron de Venezuela por cuestiones políticas y por la coyuntura económica que atraviesa ese país.   

Daniel dijo que, al igual que otros migrantes, fueron llevados a refugios temporales en el área de Chicago. En su caso fue a un albergue instalado en el Hotel Holiday Inn Express & Suites en Des Plaines.

Yurimar precisó que llegaron a la región a mediados de octubre de 2022.

Según esta familia solicitante de asilo, el albergue cubrió las necesidades básicas de los migrantes y también recibieron charlas informativas por parte de la organización Illinois Migrant Council sobre cómo alquilar un apartamento, les informaron sobre las escuelas de sus hijos, dónde tramitar su tarjeta CityKey, la cual es una identificación opcional para obtener servicios de la ciudad, entre otros.  

En febrero de 2023, la familia dejó el albergue temporal e hizo la transición a una vivienda permanente. Para ello recibió asistencia para el alquiler con la ayuda del estado por seis meses.  

“Debido a que nosotros no cumplimos con todos los requisitos para arrendar, las organizaciones hacen ese proceso, literalmente hablan con el propietario, si nos acepta hacemos un contrato”, explicó Yurimar a La Raza.

Yurimar dijo que su hija Alaia se ha adaptado rápidamente y está aprendiendo algunas palabras en inglés, ya que es una estudiante de preescolar. “Para mi niña por supuesto que hay un cambio, pero como está pequeña se va adaptando más rápido a los espacios, hemos tratado de que todo sea de la mejor manera para ella”.

“Mi esposa y yo estamos adaptándonos a todo el proceso, a este nuevo ambiente, desde el idioma que lo estamos aprendiendo hasta cómo transportarnos, todo eso es totalmente diferente”, agregó Daniel a La Raza.

Los padres de Alaia se sienten confortables en su apartamento en el área de Tri-Taylor de Chicago. Ellos dijeron que los muebles de su sala y comedor les fueron donados por Chicago Furniture Bank, una organización sin fines de lucro que brinda muebles gratuitos a la población de ingresos limitados de la ciudad.

El de esta familia es un caso ejemplar que muestra una forma de resolver de modo más integral y duradero la crisis desatada por la llegada de miles de solicitantes de asilo, muchos de ellos venezolanos, a Chicago.

‘No queremos ser carga’

El invierno se avecina en Chicago y tanto Yurimar como su esposo Daniel esperan que pronto los inmigrantes que actualmente duermen en el piso de las comisarías, en albergues o en carpas en parques puedan, como ellos, contar con una vivienda permanente.

“Es un tema muy complicado y de verdad que da mucha tristeza que cualquier migrante duerma en el piso o en carpas y más ahora que se acerca el invierno. Pero tampoco se lo vamos a cargar al estado, no le vamos a poner ese punto negativo al estado, sabemos que es mucha gente que está viniendo. En el caso de nosotros estamos agradecidos porque nos recibieron de la mejor manera y estuvimos en un albergue temporal”, dijo la madre inmigrante.

Los esposos Yurimar y Daniel dicen que el tener un permiso de trabajo es una solución necesaria pies además de que les permitiría trabajar legalmente también ayudaría a los solicitantes de asilo a lograr la independencia y suplir sus necesidades básicas sin necesidad de depender del gobierno.

“El tema del permiso de trabajo es muy importante, no sabemos si los migrantes van a tener la misma opción de rentar una vivienda, pero con este beneficio pueden defenderse, buscar empleo, independizarse y comenzar a pagar sus cosas. No queremos ser la carga del estado”, enfatizó el migrante venezolano. 

Piden ayuda del gobierno federal

En tanto, funcionarios de la ciudad se movilizan para ubicar más sitios para albergar de manera temporal a los solicitantes de asilo mientras más autobuses llegan a Chicago desde la frontera sur.

En agosto se cumplió el primer aniversario de la llegada del primer grupo de recién llegados en autobuses de Texas a Chicago. Desde entonces han arrobado de ese modo más de 13,000 migrantes solicitantes de asilo.

Hasta el momento, más de 6,800 migrantes se encuentran en refugios temporales y cerca de 2,000 esperan ser reubicados, según funcionarios de la Ciudad de Chicago.

Decenas de migrantes duermen en el piso de las estaciones de policía, en el aeropuerto O’Hare y otros han levantado carpas en algunos parques de la ciudad ante la falta de un albergue temporal. Todas ellas son soluciones, o paliativos, provisionales e insuficientes ante la crisis humanitaria que todo ello implica.

En ese contexto, el congresista Jesús ‘Chuy’ García y algunos concejales del Concilio Municipal de Chicago están pidiendo la intervención de la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que se otorguen permisos de trabajo a los migrantes y con ello ofrecerles una primera solución, de carácter más permanente, para que logren una transición hacia su independencia.

Soluciones de refugio temporal a vivienda estable

Marie Jochum, vicepresidenta asociada de impacto comunitario de Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Chicago, dijo que el estado de Illinois ofrece a inmigrantes alojados en refugios de la ciudad seis meses de asistencia de alquiler administrada por la Autoridad de Desarrollo de Vivienda de Illinois (IHDA, por sus siglas en inglés). La ayuda de IHDA se ofreció por primera vez a personas que vivían en refugios estatales entre diciembre y abril. Esta asistencia viene en partes de 2 a 3 meses, precisó Jochum a La Raza.

Caridades Católicas operan en 15 refugios de la ciudad de Chicago con 30 administradores de casos que trabajan con clientes para ayudarles a encontrar vivienda permanente.

En tanto, la organización New Life Centers les proporciona a los migrantes mobiliario y apoyo para la mudanza al nuevo hogar.

Cuando se le preguntó sobre quién califica para recibir la ayuda, Jochum dijo que Caridades Católicas no determina la elegibilidad: “la Ciudad lo hace dentro de los refugios para inmigrantes de la ciudad de Chicago”.

Jochum explicó que la ayuda a los recién llegados se trata de un trabajo en equipo. “Caridades Católicas encuentra vivienda permanente, New Life Centers proporciona muebles y apoyo para la mudanza, IHDA administra los fondos y los centros de acogida de la Coalición de Illinois pro Derechos de los Inmigrantes y Refugiados (ICIRR) brindan gestión integral de casos”.

La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al apoyo del Chicago Community Trust.

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