Johnson defiende ante un comité del Congreso el estatus santuario de Chicago

Cuatro alcaldes, los de Boston, Chicago, Denver y Nueva York, comparecieron en Washington en materia de inmigración y colaboración con ICE

Brandon Johnson, alcalde de Chicago jura al presentarse ante un comité del Congreso.

Brandon Johnson, alcalde de Chicago jura al presentarse ante un comité del Congreso. Crédito: AP

Los alcaldes de cuatro ciudades de Estados Unidos prestaron testimonio el pasado miércoles  de marzo ante el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental del Congreso, en Washington DC.

La comparecencia de los alcaldes Brandon Johnson de Chicago, Eric Adams de Nueva York, Mike Johnston de Denver y Michelle Wu de Boston fue tensa y en algunos casos hostil por parte de los miembros republicanos de ese comité, pero los cuatro alcaldes defendieron el estatus de sus ciudades como ciudades santuarios.

Miembros del comité, liderado por el representante James Comer, de Kentucky, hicieron todo tipo de preguntas a los cuatro alcaldes y la más reiterada fue si los alcaldes estaban dispuestos a cooperar con la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE), entidad encargada entre otras cosas de la detención de indocumentados, a lo cual los cuatro alcaldes contestaron que si los agentes de ICE llevan consigo una orden federal en relación a los inmigrantes que pretenden detener, ellos están dispuestos a cooperar.

Pero si no, dijeron ellos a varias preguntas de los miembros del comité, las leyes santuario de sus no les permiten cooperar con ICE en la mayoría de los casos.

“Chicago es una ciudad orgullosa de ser de inmigrantes”, dijo el alcalde Johnson. “Nos preocupa el bienestar y la seguridad de todos nuestros residentes”.

Johnson agregó que la ciudad provee servicios a todos sus residentes, da empleos a los jóvenes, ha construido nuevas viviendas y dio empleos a 200 nuevos detectives y el número de homicidios ha decaído.

A la pregunta de cuántos nuevos inmigrantes habían llegado a Chicago en los últimos anos, Brandon contestó que 50,000 nuevos inmigrantes habían llegado por autobús a la ciudad.

“Enviados por el gobernador de Texas sin ninguna coordinación”, apuntó el alcalde Johnson.

Algunos republicanos, marcadamente más hostiles que los demócratas en el comité, se irritaron cuando los cuatro alcaldes dijeron que ellos no puedan detener a un inmigrante más allá del tiempo estipulado por la ley.

La congresista Eleanor Norton, de Washington DC, interpuso que “detener a alguien más allá de lo que estipula la  ley sin causa probable es inconstitucional”.

El representante Andy Biggs, republicano del Distrito 5 de Arizona, inadvertidamente dejó salir el gato del sombrero al sugerir que las “ciudades santuario son ilegales”.

Otros dos representantes le siguieron la corriente al insinuar que los alcaldes “están violando la ley”.

David J. Bier, director de Estudios de inmigración del Cato Institute, quien dio testimonio y se sentó al lado de los cuatro alcaldes, trajo un momento de imparcialidad al indicar a los miembros del comité del Congreso que los inmigrantes en el país son 36% menos probables de causar crímenes que el resto de la población.

Además, según Bier, “mantener a los inmigrantes detenidos sin un proceso legal es… inconstitucional”.

Otros congresistas, del lado de los demócratas, dijeron que las amenazas de deportaciones masivas en el país son impulsadas para “causar el miedo” y están previniendo que muchos vayan al trabajo, al hospital, a la escuela y se verá más adelante un impacto en la economía.

En varias ocasiones en que las y los republicanos querían que el alcalde Johnson contestara sí o no a alguna preguntar, Johnson buscó la manera de señalar la causa real de tanta controversia.

“La falta de una reforma migratoria integral es lo que está empeorando la situación”, respondió el alcalde de Chicago a varias preguntas.

Durante el tiempo cedido al representante Robert García, demócrata de Long Beach, California, é confrontó al alcalde Adams de Nueva York sobre los cargos que pesan sobre él que el Departamento de Justicia ha pedido retirar.

García preguntó a Adams si a él le prometió la administración de Trump que le quitarían los cargos si él coopera con los agentes de ICE.

Adams, francamente incómodo, negó que exista un acuerdo para quitarle los cargos a cambio de que él coopere en la Gran Manzana con los miembros de ICE.

La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al apoyo del Chicago Community Trust y de la iniciativa Press Forward.

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