Reflexionan desde Chicago a 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán

El 13 de marzo de 1325 fue fundada la capital del imperio mexica, que hoy es la gran Ciudad de México

El primer mapa elaborado por europeos de la Gran Tenochtitlán, capital del imperio mexica, data de 1524.

El primer mapa elaborado por europeos de la Gran Tenochtitlán, capital del imperio mexica, data de 1524. Crédito: Wikimedia Commons

Miembros de la comunidad mexicana en Chicago recordaron que se considera que la gran ciudad de México-Tenochtitlan fue fundada por los aztecas el 13 de marzo de 1325 en el Valle de Anáhuac, México.

Bernal Díaz del Castillo, autor de la ‘Historia verdadera de la conquista de la Nueva España’, dijo en su libro que al ver por primera vez la gran Tenochtitlan los soldados españoles pensaron que están viendo un sueño o algo de las historias de Amadís de Gaula, un libro de caballerías de la España medieval.

“Cuando vimos todas aquellas ciudades y aldeas construidas sobre el agua y las otras grandes ciudades sobre tierra seca, y aquella calzada derecha y llena que conducía a México, quedamos atónitos,” escribió del Castillo.

“Nosotros estábamos asombrados y dijimos que era como las cosas encantadas que son contadas en el libro de Amadís”, escribió Díaz del Castillo.

Y era de esperarse. Se calcula que en 1519, cuando llegaron los españoles, la ciudad de Tenochtitlan, con calles rectas y muy limpias, tenía unos 300,000 habitantes.

Los españoles no estaban acostumbrados a ver a tanta gente en un lugar. Toledo, la ciudad española más grande en ese entonces, tenía 40,000 habitantes. Y Madrid, en esa época era apenas una aldea de 5,000 personas.

Por otro lado, Texcoco, otra ciudad mesoamericana en el Valle de México, tenía en 1519 unos 80,000 habitantes e Iztapalapa, otra ciudad vecina, unas 30,000 personas.

México-Tenochtitlan, la capital del imperio mexica edificada sobre una laguna y ligada a la tierra por tres calzadas magníficamente trazadas, tenía una serie de puentes para facilitar el comercio.

José de Jesús, quien es parte de los grupos de danza azteca en Chicago, opinó que es bueno saber y conocer más sobre México-Tenochtitlan.

De Jesús indicó que los aztecas que llegaron al Valle de Anáhuac poco antes de 1325 habían asimilado las culturas previas a su llegada al Lago de Texcoco.

“La cultura mexica había asimilado todas las culturas previas”, dijo de Jesús.

Citando a un antropólogo alemán, de Jesús dijo que la cultura azteca o mexica fue “cortada como si hubiera sido una flor en su mejor esplendor”.

Los aztecas, cuenta su leyenda y mito de origen, partieron de un lugar llamado Aztlán unos 216 años antes de la fundación de su ciudad en el Valle de Anáhuac cerca de 1325.

Al llegar ya nadie los reconoció ni se acordaban de ellos, aun a pesar de que eran una de las siete tribus o naciones que partieron de Aztlán, lugar descrito como una ciudad en una isla.

Los aztecas primero vivieron en Chapultepec por unos 20 años y luego al pedir la hija del jefe de los de Culhuacán, ellos la desollaron y la sacrificaron a sus dioses por lo que los de Culhuacán los agredieron y los repelieron al islote en medio del Lago de Texcoco.

Fue ahí que los aztecas, cuenta su leyenda, vieron por primera vez la señal que les había prometido su dios Huitzilopochtli.

Era un águila sobre un nopal devorando a una serpiente, dice la leyenda.

Ahí precisamente empezaron a fundar a su gran ciudad en 1325 y para cuando llegaron los españoles en el año 1519 era ya toda una metrópoli.

El artista mexicano Oscar Romero es un dedicado osteólogo y también gusta de aprender sobre el pasado de la Ciudad de México.

Romero dijo a La Raza que los aztecas eran muy ingeniosos en la arquitectura y la agricultura, y su ciudad eran muy limpia. Su acueducto, nos relata Romero, traía agua limpia y al mismo tiempo por diferente tubería sacaban el agua sucia.

Su inteligencia les ayudó a agrandar a la isla ubicando barrotes de madera y rellenando el agua con tierra, creando también chinampas para producir cosechas varias veces cada año.

Para Susana Bañuelos, otra danzante de la comunidad mexicana de Chicago, los aztecas nos dejaron mucho que aprender.

“Nos dejaron mucho de su sabiduría en la ciencia, arquitectura, la astronomía”, dijo Bañuelos. “Es apenas de lo que se pudo salvar”.

Bañuelos opina que al aprender de la filosofía, conceptos y cosmovisión de los aztecas podemos mejorar como seres humanos.

Esto incluye estar agradecidos con los demás y respetar a la madre naturaleza y con ese mayor conocimiento podemos “caminar con dignidad y orgullo” precisamente ahora que enfrentamos a la agenda antiinmigrante del actual mandatario del país.

La ciudad de México-Tenochtitlan, después de meses de guerra entre españoles y aztecas, cayó ante las fuerzas de Hernán Cortés y sus aliados indígenas el 13 de agosto de 1521.

Los españoles prosiguieron a destruir Tenochtitlan y a construir sobre la antigua urbe la Ciudad de México, hoy en día una de las ciudades más grandes y dinámicas del planeta.

Domingo Francisco de San Antón Muñón Chimalpahin fue miembro de la nobleza indígena durante el siglo 17. Él nos dejo una cita sobre la Gran Tenochtitlan:

“En tanto que permanezca el mundo, no acabará la fama y la gloria de México-Tenochtitlan”, nos dijo Chimalpahin.

Por su lado, el famoso antropólogo mexicano Miguel León-Portilla dijo que los aztecas habían creado una de las civilizaciones mas originales del mundo entero.

La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al apoyo del Chicago Community Trust y de la iniciativa Press Forward.

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