Una narradora de historias de la gente, de entrecruces de culturas y experiencias
Sylvia Aguilar Zeleny es autora de libros que retratan la vida y la fusión de culturas en la frontera entre México y Estados Unidos

La escritora y novelista mexicana Sylvia Aguilar Zeleny, autora de ‘El libro de Aisha’ y ‘Basura’, entre otras obras. (Cortesía) Crédito: Cortesía
Sylvia Aguilar Zeleny es una escritora y novelista mexicana y además profesora asistente de creación literaria en la Universidad de Texas en El Paso, Texas (UTEP0.
Zeleny nació el 21 de septiembre de 1973 en Hermosillo Sonora y es la menor de cuatro hermanos. Su madre fue maestra de primaria y preparatoria. Ella llenó a Zeleny de cuentos y libros en su infancia.
Sylvia Aguilar Zeleny estudió literatura hispánica en la Universidad de Sonora, México. Después obtuvo una maestría en estudios humanistas en el Instituto Tecnológico de Monterrey, en Nuevo León, México.
Posteriormente ella obtuvo otra maestría, pero en creación literaria, en la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), donde ella ahora trabaja enseñando creación literaria.
Aguilar Zeleny ha sido becada por el Fondo para la Cultura y las Artes del Instituto Sonorense de Cultura.
Aparte de ser escritora y profesora, esta talentosa mujer también ha sido traductora y además ha practicado el periodismo y colaborado con varios periódicos y revistas. Zeleny escribe tanto en español como también en inglés.
Entre sus libros están: ‘El libro de Aisha’ (2021); ‘The Everything I Have Lost’ (2019); ‘Basura’ (2018); ‘Gente menuda’ (1999); ‘Todo eso es yo’ (2016). En inglés ha publicado seis novelas para adolescentes bajo el título de ‘Coming Out’ (2015).
Esta genial escritora que percibe y penetra en la vivaz cultura híbrida de la frontera también ha ganado varios premios. Su novela ‘Basura’ ha sido traducida y publicada en inglés con el título ‘Trash’. Esta novela trata de tres mujeres de El Paso y de Ciudad Juárez cuyas vidas se cruzan en el basurero municipal de Ciudad Juárez.
Y Sylvia Aguilar Zeleny, que fue lo que nos atrajo a ella, editó un libro publicado por la UNAM Chicago titulado ‘Narrar lo propio’. En él, 10 inmigrantes de Chicago, Illinois, cuentan sus vidas y perspectivas al vivir y radicar lejos de su país México.
Es un placer presentarles esta interesante entrevista a una nueva voz literaria que se llama Sylvia Aguilar Zeleny.
¿Qué hay de nuevo en la vida de la escritora Sylvia Aguilar Zeleny?
Durante el último año he estado trabajando en una novela que publicará Penguin Random House en México entre agosto y septiembre. Como te imaginarás, estoy muy emocionada; es un proyecto muy distinto a lo que he venido haciendo y, al mismo tiempo, surge de uno de mis grandes intereses: la escritura de otras mujeres.
¿Qué es lo más fascinante que tu encuentras de la frontera entre EEUU y México?
La gente y sus historias. La gente y su manera de gestionar su día a día en tanto idioma, trabajo, socialización y afectos. Se trata de personas que dan por sentado que no están del todo en un país o en otro sino en una especie de no lugar o de un todo lugar donde hay un constante entrecruce de culturas y experiencias. Me gusta, por ejemplo, escuchar en la calle cómo se salpimentea una conversación en inglés con palabras en español, o al revés, sin importar el origen de la persona. Y, por otro lado, cómo la aridez del desierto se traduce en la calidez de sus personas, acá alguien siempre te sonríe, te saluda, está dispuesto a ayudarte. Y en estos tiempos, eso siempre se aprecia.
Algunos autores dicen que sus libros a veces son como tus hijos. ¿Cuál es tu hijo (libro) favorito?
La verdad, no me gusta pensar en mis libros como hijos, creo que maternar es un proceso distinto y casi interminable. Y los libros, una vez que se publican y se acaba la promoción pasan a otro lugar de tu mente pues ya estás en lo que sigue. Anyway, dicho eso, creo que tanto ‘El libro de Aisha’ y ‘Basura’ tienen un lugar especial para mí.
Tú escribes en tu idioma materno, el español, pero también escribes en inglés. ¿Qué opinas del spanglish? ¿Lo usas a veces en tus libros?
Por supuesto, ¡es tan sabroso!, pero no uso el spanglish porque es sabroso, lo uso si y solo si forma parte del mundo lingüístico y cultural de mis personajes, porque es una extensión de su identidad. En tanto el uso de palabras en español en textos escritos en inglés o al revés, mi apuesta es a no italizar, sino a dejar una tipografía normal, por ejemplo. No resaltarlo, pues, para hacer hincapié en la normalización de su uso en vez de una exotización.
¿Cómo fue tu experiencia en Chicago al trabajar con inmigrantes para editar el libro ‘Narrar lo propio’? Leí ese libro y me pareció muy bueno.
Fue una experiencia maravillosa, conforme les fui conociendo y, más tarde, leyendo comprendí más y más la importancia del taller en dos sentidos: por un lado, lo valioso que era verlos abrir memoria y alma para compartir experiencias que no solo se ciñen al cruce de México a Estados Unidos sino a lo que significa asentarse aquí, idioma, casa, educación, lazos, trabajo. Y dos, que esas experiencias fueran leídas por otrxs y que lxs lectores comprendieran, pudieran acercarse a estas vidas de las que solo oímos cuando están marcadas por el trauma o narradas con el amarillismo de los medios. Si ya en el momento que surgió el libro me parecía tremendamente conmovedora su publicación, en el escenario político actual me parece aún más visibilizar estas vidas y voces. A principios de este año di una segunda versión de este taller a mujeres migrantes que también viven o han vivido en Chicago y sus textos nos muestran en este caso cómo han gestionado las mujeres su vida dividida entre dos idiomas, dos países, y tantas emociones que implica el vivir en Estados Unidos con y sin documentos.
¿Te gusto la ciudad de Chicago?
Es curioso, la primera vez que vine tenía 16 años, era estudiante de intercambio viviendo en Peoria, Illinois. No imaginaba entonces lo importante que sería para mí esta ciudad y, más importante aún, el barrio de Pilsen y la comunidad latina de Chicago.
¿Qué consejo le darías a alguien que lea esta entrevista y quiera escribir también?
Que escriba sin pensar qué va a salir, que escriba sin buscar que salga bien. Creo que es mientras se escribe que se descubre de qué se escribe y también de qué más se está escribiendo, creemos que estamos escribiendo de una casa o de un abuelo y en realidad estamos escribiendo mucho más y moviendo muchas capas interiores al hacerlo. Publicar es lindo, sí, pero lo importante es hacernos cargo de nuestras historias y que no se queden en el cuerpo. A veces solo contarlas en una charla de café es un buen principio.
¿Qué género de la literatura te gusta más: novelas, cuentos o memoria? Sé que has trabajado estos tres géneros.
Antes tenía muy claro que me gustaba la narrativa, cuento y novela. Pero ahora pienso que lo que me gusta es hacer libros y contar historias con los elementos necesarios, historias híbridas, ya no pienso en género y en forma. Como dice la escritora Socorro Venegas, lo que una hace son lhíbridos.
¿Cuál es tu autor o autora favorita de Latinoamérica?
¿A qué hora? Creo que es la pregunta más difícil que le puedes hacer a una escritora. En este momento son dos, pero si me preguntas en dos semanas puede que sean tres, o bien otras dos. Desde ‘Nadie me verá llorar’ supe que Cristina Rivera-Garza era una escritora que querría seguir leyendo, así que no podría no mencionarla. La otra autora tiene libros a los que recurro con frecuencia para mis clases: Selva Almada que hace maravillas con el lenguaje y construye personajes inolvidables.
¿Como le hace Sylvia Aguilar Zeleny para dar clases de creación literaria en la Universidad de Texas en El Paso y encontrar tiempo para escribir sus propios libros?
A eso agrégale que doy acompañamiento a libros de otras escritoras, talleres para escritorxs y profesorxs de escritura, barrer, trapear, cuidar tres gatos… No sé, de veras que no sé. Las cosas se hacen o se hacen, decía mi mamá y decía bien.
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