Líderes de Illinois rechazan en masa los planes de Trump de desplegar militares en Chicago
El gobernador, el alcalde, legisladores, líderes empresariales, comunitarios y religiosos alzaron la voz contra del envío de Guardia Nacional a Chicago
El gobernador de Illinois, JB Pritzker, rechazó durante una conferencia el plan del presidente Donald Trump de enviar la Guardia Nacional de Chicago. A la izq. de la foto, el alcalde de Chicago, Brandon Johnson. Crédito: AP
El gobernador JB Pritzker se unió a funcionarios electos, líderes empresariales, religiosos y educativos, defensores comunitarios y líderes policiales para condenar el plan de la administración Trump de desplegar la Guardia Nacional o militares en servicio activo en Chicago. Una amplia coalición de líderes de toda la ciudad se reunió para presentar un frente unido y denunciar el abuso de poder de Trump.
En un comunicado se dieron a conocer las voces de un numeroso grupo de líderes de Chicago e Illinois en rechazo al plan de Trump de militarizar la ciudad y para exponer las razones que, a juicio de los líderes que se expresaron, están detrás del mencionado plan del gobierno federal.
“No hay ninguna emergencia en Chicago que justifique una intervención militar armada que perturbará la vida diaria de nuestra gente. Lo que el presidente Trump está haciendo es sin precedentes e injustificado. Es ilegal. Es inconstitucional. Y es antiestadounidense”, dijo el gobernador JB Pritzker. “Nuestra fuerza policial civil y nuestros líderes electos trabajan todos los días para promover la seguridad pública, esfuerzos que han logrado reducir el crimen. El estado de Illinois está listo para oponerse a este despliegue militar con todas las herramientas pacíficas que tenemos. Accionaremos todos los resortes a nuestro alcance para proteger al pueblo de Illinois y sus derechos”.
Durante una conferencia de prensa, el gobernador Pritzker enfatizó que la ciudad de Chicago no está en estado de emergencia y refutó la afirmación de Trump de que la Guardia Nacional debe ser desplegada por motivos de seguridad pública.
“Chicago es mi hogar; aquí crecí y aquí estoy criando a mi familia. No permitiré que Donald Trump convierta nuestra ciudad en su patio de juegos autoritario”, dijo la vicegobernadora Juliana Stratton. “La verdad es que mientras él monta estos espectáculos políticos, las tasas de crimen en Chicago están en declive. He dedicado mi carrera a abordar la justicia penal y la seguridad pública de la manera correcta: abordando las verdaderas causas de la violencia, no desfilando una milicia armada por nuestras calles. El gobernador Pritzker y yo nunca desplegaremos la alfombra roja para un aspirante a dictador y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para mantener a salvo a las familias de Illinois, sin importar lo que Trump nos lance”.
Anteriormente, el alcalde Brandon Johnson había respondido al plan de desplegar la Guardia Nacional en Chicago.
“Tomamos en serio las declaraciones del presidente Trump, pero para ser claros, la Ciudad no ha recibido ninguna comunicación formal de la administración Trump respecto a un refuerzo de fuerzas del orden federales o despliegues militares en Chicago. Ciertamente, tenemos graves preocupaciones sobre el impacto de cualquier despliegue ilegal de tropas de la Guardia Nacional en la ciudad de Chicago. El problema con el enfoque del presidente es que es descoordinado, innecesario y erróneo. Desplegar ilegalmente la Guardia Nacional en Chicago tiene el potencial de inflamar tensiones entre residentes y fuerzas del orden cuando sabemos que la confianza entre la policía y los residentes es fundamental para construir comunidades más seguras. Un despliegue ilegal sería insostenible y amenazaría con socavar el progreso histórico que hemos logrado. Solo en el último año hemos reducido los homicidios en más de un 30%, los robos en un 35% y los tiroteos en casi un 40%. Necesitamos seguir invirtiendo en lo que está funcionando”, dijo el alcalde Johnson. “Sabemos que nuestras comunidades son más seguras cuando invertimos plenamente en vivienda, seguridad comunitaria y educación. La Guardia Nacional no aliviará la crisis de vivienda. No pondrá comida en el estómago del 1 de cada 4 niños que se van a la cama con hambre cada noche en Chicago. La Guardia Nacional no financiará plenamente nuestras escuelas públicas ni proveerá atención de salud mental o tratamiento de abuso de sustancias a los habitantes de Chicago que lo necesitan. La Guardia Nacional no sustituye a las fuerzas policiales locales dedicadas ni a los mediadores contra la violencia comunitaria que conocen y sirven a nuestras comunidades todos los días. Hay muchas cosas que el gobierno federal podría hacer para ayudarnos a reducir el crimen y la violencia en Chicago, pero enviar militares no es una de ellas”.

La tasa de homicidios de Chicago ha disminuido en más de un 30% desde el año pasado, y el estado colabora regularmente con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Administración de Control de Drogas (DEA) con el objetivo común de abordar el crimen violento grave, señaló un comunicado del gobernador Pritkzker. Líderes policiales y funcionarios electos locales en la conferencia de prensa destacaron las medidas de seguridad pública existentes y efectivas de Chicago, incluyendo la mejora en la capacitación de las fuerzas policiales y numerosos programas de intervención contra la violencia comunitaria.
Numerosos líderes de las comunidades de todo Chicago condenaron las amenazas de Trump con los siguientes comentarios:
FUNCIONARIOS ELECTOS
“No sorprende que Donald Trump esté atacando una vez más a Chicago, pero eso no cambia el hecho de que el patrón continuo de Trump de politizar y malutilizar a nuestro ejército con fines partidistas y para aplastar la disidencia es profundamente perturbador, es antiestadounidense y no tiene cabida en ninguna de nuestras ciudades”, dijo la senadora estadounidense Tammy Duckworth (D-IL). “Forzar al ejército, sin invitación, a entrar a Chicago para intimidar a los estadounidenses en sus propias comunidades no fortalece a nuestra nación, simplemente distrae al ejército de ejecutar su misión central de mantener seguros a los estadounidenses frente a adversarios reales que desean hacernos daño. Es otro movimiento injustificado, no deseado e injusto sacado directamente del manual del autoritarismo que solo socavará la preparación de nuestras fuerzas armadas y, en última instancia, debilitará nuestra seguridad nacional”.
“La cruzada del presidente Trump para ‘salvar’ Washington DC y ahora Chicago es puramente teatro político. Sus acciones tienen que ver con crear suficiente caos y miedo para distraer de sus propias políticas desastrosas, como quitarle la cobertura médica a 17 millones de personas y aumentar los costos para los estadounidenses”, dijo el senador estadounidense Dick Durbin (D-IL). “Chicago es una ciudad próspera, llena de personas que se preocupan profundamente por su comunidad, y nuestros funcionarios electos están enfocados en impulsar políticas bipartidistas para mejorar aún más la vida de los habitantes de Chicago. Pero un despliegue de nuestras fuerzas armadas por parte del presidente, sin la solicitud ni el consentimiento de la Ciudad, no es más que una explotación ilegal, hiperpartidista y vergonzosa del ejército con fines políticos”.

“Todos quieren comunidades más seguras. Si el presidente realmente quiere ayudar a Chicago a controlar el crimen, ¿qué tal si restaura las subvenciones para la intervención de violencia comunitaria, aprueba leyes de seguridad de armas de sentido común y deja de recortar fondos para recursos de la ciudad y el estado que nos permitirían contratar a más policías, agentes del orden y oficiales de ‘desescalada’?”, dijo el secretario de Estado Alexi Giannoulias. “La Guardia Nacional no fue establecida, ni entrenada para luchar contra el crimen. Hagamos que todas nuestras ciudades sean más seguras mediante políticas que realmente funcionen, no simplemente pretendiendo que hacemos algo como una forma de desviar la atención de todos los fracasos de la administración Trump”.
“Durante mi gestión, he colaborado con éxito con socios federales encargados de hacer cumplir la ley, como el FBI, la DEA, la ATF, el Servicio Secreto e Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) para investigar y procesar delitos en Illinois, al igual que lo han hecho otros socios policiales locales y estatales en todo el estado de Illinois”, dijo el fiscal general de Illinois Kwame Raoul. “Aprecio la contribución del gobierno federal con su experiencia, tecnología y personal para esos esfuerzos. De hecho, los delitos violentos han disminuido en la ciudad de Chicago durante el último año. Pero en lugar de dedicar más recursos a ese trabajo, el presidente se concentra en usar a nuestro ejército contra ciudadanos estadounidenses en sus intentos continuos de llevar a nuestra nación hacia el autoritarismo. Sus acciones no solo son antiestadounidenses. Son estratégicamente imprudentes. Nuestras ciudades no se hacen más seguras al desplegar a los miembros de las fuerzas armadas de la nación para deberes de seguridad civil cuando no cuentan con la capacitación adecuada”.
“Trump está abusando del poder del ejército para atacar a las ciudades que resisten su agenda autoritaria”, dijo la congresista Delia Ramírez (IL-03). “El despliegue amenazado está destinado a aterrorizarnos y quebrarnos. No retrocederemos. A medida que continúa su militarización ilegal en ciudades demócratas, recordemos que hay poder en la comunidad. Nos cuidamos entre nosotros. Conocemos nuestros derechos. Y protegeremos a nuestros vecinos y a nuestras comunidades. Mantengámonos informados, creemos planes de seguridad y compartamos solo información verificada. Resistimos cuando permanecemos unidos e informados”.
“Esto no tiene que ver con la seguridad pública, sino con crear caos para consolidar poder. Es una demostración de fuerza, un ejercicio de control autoritario. Trump está apuntando a Chicago para castigarnos por nuestros valores inclusivos y progresistas”, dijo el congresista Jesús ‘Chuy’ García (IL-04). “Como la primera ciudad santuario del país, Chicago se erige como símbolo de resistencia. No permitiremos que el miedo y la división se conviertan en excusas para una agenda autoritaria. Las tropas federales no tienen cabida en nuestra querida comunidad, y no serán bienvenidas aquí”.
“Durante mi gestión, he colaborado con éxito con socios federales encargados de hacer cumplir la ley, como el FBI, la DEA, la ATF, el Servicio Secreto e Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) para investigar y procesar delitos en Illinois, al igual que lo han hecho otros socios policiales locales y estatales en todo el estado de Illinois”, dijo el fiscal general de Illinois Kwame Raoul. “Aprecio la contribución del gobierno federal con su experiencia, tecnología y personal para esos esfuerzos. De hecho, los delitos violentos han disminuido en la ciudad de Chicago durante el último año. Pero en lugar de dedicar más recursos a ese trabajo, el presidente se concentra en usar a nuestro ejército contra ciudadanos estadounidenses en sus intentos continuos de llevar a nuestra nación hacia el autoritarismo. Sus acciones no solo son antiestadounidenses. Son estratégicamente imprudentes. Nuestras ciudades no se hacen más seguras al desplegar a los miembros de las fuerzas armadas de la nación para deberes de seguridad civil cuando no cuentan con la capacitación adecuada”.

“Se puede engañar a algunas personas, algún tiempo, pero nunca se puede engañar a todas las personas todo el tiempo”, dijo el congresista Danny Davis (IL-07). “Sabemos que los ataques viles a las ciudades demócratas por parte del presidente Trump no tienen nada que ver con la prevención o interrupción del crimen; están diseñados para tratar de convencer al pueblo estadounidense de que los líderes demócratas en los estados demócratas son ineficaces y no saben cómo administrar, especialmente los alcaldes afroamericanos de grandes centros urbanos. Yo digo exactamente lo contrario. Felicitaciones al gobernador Pritzker y al alcalde Johnson por su liderazgo en nuestro estado y nuestra ciudad. No querría vivir en ningún otro lugar. Lo que el estado de Illinois y la ciudad de Chicago necesitan del presidente Trump es equidad, no Guardias Nacionales, sino buenas políticas nacionales y fondos, como los que se apreciaron durante la administración Biden”.
“No hay nada más importante para mí que la seguridad pública de Chicago. Como miembro del Comité de Asignaciones de la Cámara, he asegurado más de $2.5 millones de dólares en fondos federales para nuestro departamento de policía, incluidos chalecos antibalas y tecnología para patrullas. Si Trump realmente quisiera combatir el crimen, se uniría a nosotros en financiar la policía local y en combatir la violencia armada”, dijo el congresista Mike Quigley (IL-05). “En cambio, está desplegando al ejército en nuestras calles y socavando a nuestras fuerzas policiales locales. Los habitantes de Chicago no se dejarán intimidar por un rufián. El momento en que Trump despliegue tropas aquí, nuestra ciudad debería demandarlo”.
“La amenaza de Trump de desplegar la Guardia Nacional en Chicago es una toma de poder autoritaria y un uso indebido completo de los recursos federales”, dijo el congresista Bill Foster (IL-11). “Proteger a nuestras comunidades significa invertir en soluciones bipartidistas contra el crimen violento, no explotar a nuestros hombres y mujeres en uniforme para obtener beneficios políticos”.
“Si está comprometido con la seguridad pública y con mejorar la vida de todas las comunidades, como afirma, el presidente Trump debería dejar de bloquear cientos de millones en fondos para programas de prevención de violencia en ciudades como Chicago”, dijo el congresista Brad Schneider (IL-10). “El presidente debería, en cambio, apoyar a las ciudades mientras dan pasos para reducir las causas fundamentales del crimen, no sacar páginas del manual de regímenes autoritarios para abusar del cargo de presidente en beneficio propio. No debemos aceptar estas acciones como normales. El presidente Trump debería trabajar con el Congreso y con funcionarios locales y la policía para mejorar la seguridad pública en todo el país. Demos a las comunidades los recursos y herramientas que necesitan, en lugar de politizar nuestras preocupaciones de seguridad por venganzas políticas y personales. Estoy orgulloso de estar con el gobernador Pritzker mientras él muestra al pueblo de Illinois que no retrocederemos ante la extralimitación atroz de un presidente que quisiera ser rey”.
“El teatro de seguridad del presidente Trump nos está haciendo menos seguros”, dijo el congresista Sean Casten (IL-06). “Enviar a la Guardia Nacional a Chicago no solo violaría la soberanía estatal de Illinois, sino que también desviaría los recursos policiales de sus verdaderos trabajos, todo en nombre de la política”.
“Que Donald Trump siquiera considere desplegar la Guardia Nacional en Chicago es indignante y no es más que una toma de poder por parte de un aspirante a dictador”, dijo la congresista Jan Schakowsky (IL-09). “No es la primera vez que usa la Guardia Nacional como arma política. Todos recordamos cuando Trump ordenó una represión militarizada en la capital de nuestra nación en 2020 y luego no desplegó la Guardia Nacional el 6 de enero de 2021, el día más anárquico y violento de Washington DC. Ahora, cinco años después, estamos viendo repetirse la historia, esta vez bajo el pretexto de una emergencia de seguridad pública. Las tasas de crimen en Chicago han bajado. Nuestras comunidades necesitan inversión, no intimidación. Enviar tropas a nuestros vecindarios no ayudará a la seguridad pública, solo escalará las tensiones. Ninguna ciudad estadounidense debería ser gobernada mediante la fuerza, la vigilancia y la intimidación. No permaneceremos de brazos cruzados mientras nuestra ciudad es usada como telón de fondo para el teatro político. Los habitantes de Chicago no quieren, ni necesitan, que nuestra ciudad se convierta en un estado militar”.
“El presidente Trump cree que puede hacer de Chicago un blanco fácil, pero nunca ha entendido nuestra ciudad”, dijo la congresista Robin Kelly (IL-02). “Se atreve a llamar a Chicago un ‘campo de matanza’ mientras que el crimen ha bajado gracias a nuestros esfuerzos, a nuestras fuerzas policiales locales que están reconstruyendo la confianza y a nuestra gente trabajando para acabar con la violencia armada. Chicago ha sido más segura gracias a las organizaciones de intervención de violencia comunitaria (CVI) que trabajan día y noche, y el presidente Trump amenaza con deshacer todo su trabajo. Si realmente le importara la ley y el orden, enviaría a la Guardia Nacional a casa, aprobaría leyes de seguridad de armas y liberaría los fondos congelados para las organizaciones comunitarias que trabajan contra la violencia”.
“La Oficina del Fiscal del Estado del Condado de Cook trabaja todos los días con agentes de la ley locales, estatales y federales para sacar armas ilegales y criminales violentos de nuestras calles”, dijo la fiscal estatal del Condado de Cook, Eileen O’Neill Burke. “Procesamos delitos en colaboración con nuestras contrapartes encargadas de hacer cumplir la ley cuando se presentan adecuadamente con jurisdicción apropiada y pruebas suficientes. La intervención federal en nuestros esfuerzos de seguridad pública nunca resultará en un desvío de nuestra misión central de seguir la ley y representar a todas las víctimas de delitos en el Condado de Cook”.

LÍDERES EMPRESARIALES
“La consideración de desplegar tropas de la Guardia Nacional en Chicago por parte de la administración Trump es perjudicial para los negocios”, dijo Jaime di Paulo, presidente y director ejecutivo de la Cámara de Comercio Hispana de Illinois. “Transmite una impresión negativa a inversores, clientes y trabajadores, presentando nuestra ciudad como insegura en lugar de mostrar su resiliencia y fortaleza económica”.
“Como Cámara de Comercio de La Villita, representamos la Calle 26, el segundo corredor comercial más grande de Chicago después de la Avenida Michigan”, dijo Jennifer Aguilar, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de La Villita. “También somos una comunidad inmigrante, donde el miedo ya está presente. Las tropas federales solo profundizarían ese miedo, desalentando a los clientes, perjudicando el turismo y reduciendo la moral en un momento en que los negocios ya están luchando con costos crecientes. Lo que necesitamos son inversiones en nuestra comunidad, restaurar las subvenciones federales y políticas que alivien los costos cotidianos, no una demostración de fuerza disruptiva que arriesga ralentizar nuestra economía y desestabilizar nuestras comunidades”.
“Chicago es grandiosa gracias a las contribuciones de todos”, dijo Oswaldo Álvarez, director ejecutivo de la Fundación del Caucus Legislativo Latino de Illinois. “Y sí, los latinos e inmigrantes completan el cuadro de esta ciudad vibrante. Lo que nuestras comunidades necesitan son inversiones en empleos, educación y oportunidades, no tropas patrullando nuestras calles. Desplegar a la Guardia Nacional solo intensifica las tensiones en nuestra ciudad, especialmente en los vecindarios latinos que con demasiada frecuencia son blanco de tácticas de mano dura. Merecemos soluciones que reflejen la dignidad y la resiliencia de nuestra gente.”
“Chicago tiene una larga historia de enfrentar sus desafíos trabajando juntos a través de los sectores público, privado y cívico para desarrollar e implementar soluciones”, dijo Derek R. B. Douglas, presidente y director ejecutivo del Comité Cívico del Club Comercial de Chicago. “La seguridad pública no es diferente. Apoyamos al gobernador, al alcalde, al superintendente [de Policía] Snelling, a todos nuestros socios en este trabajo y a la ciudad que amamos, para insistir en que cualquier ofrecimiento de apoyo federal sea estrechamente coordinado e integrado con nuestro enfoque de mesa única para reducir la violencia armada y su impacto en nuestras comunidades. Necesitamos acción alineada, no interrupciones a nuestra economía y negocios”.
“Chicago es el área metropolitana número uno de la nación en expansión y reubicación corporativa, con Illinois ocupando el segundo lugar entre todos los estados, un poderoso voto de confianza de la comunidad empresarial y muy lejos de la caracterización de Trump”, dijo John Atkinson, presidente de la Corporación de Desarrollo Económico de Illinois (Illinois EDC). “Quizás el presidente está tomando represalias porque la Torre Trump tiene la vacante minorista más prolongada en el centro de Chicago. La comunidad empresarial de Illinois ha tenido suficiente volatilidad con sus aranceles y otras malas políticas, y ciertamente no necesitamos ni damos la bienvenida a una presencia militar que causaría más disrupción a nuestros negocios y comunidades”.
“Como cualquier gran ciudad, Chicago enfrenta sus propios desafíos, pero existe una narrativa nacional perpetuada por quienes preferirían verla fracasar y hoy se muestra la unidad en torno a una ciudad y un estado que enfrentan juntos esos desafíos”, dijo Joe Ferguson, presidente de la Federación Cívica de Chicago. “Estamos buscando asociación y apoyo del gobierno federal, en lugar de estirar el estado de derecho hasta el punto de quiebre. Espero que Washington escuche hoy las voces de nuestros líderes empresariales y cívicos cuando decimos que la Guardia Nacional no está legalmente justificada y que lo que se necesita es inversión y asociación para llevar a esta Ciudad y a este Estado a un mejor futuro”.
“McCormick Place es un lugar de encuentro, un espacio de negocios y comercio global. Solo este año, nuestros clientes traerán a más de 1.5 millones de personas a Chicago. Vienen a exhibir sus productos, a compartir investigaciones médicas que salvan vidas, a aprender unos de otros y, lo más importante, a hacer negocios”, dijo Larita Clark, directora ejecutiva de la Autoridad de Exposiciones y Muelle Metropolitano, propietaria de McCormick Place. “Estamos en comunicación constante con nuestros clientes, y ninguno de ellos ha expresado la necesidad de intervención federal en Chicago. De hecho, hace solo unas semanas nos reunimos con casi dos docenas de nuestros clientes más grandes. Lo que escuchamos de ellos fue que las preocupaciones por la seguridad pública en Chicago en realidad habían disminuido en el último año”.
“Chicago ha progresado en mejorar la seguridad pública gracias al liderazgo del gobernador Pritzker y del alcalde Johnson, y a la colaboración entre líderes empresariales, la policía local, organizaciones de prevención de violencia y grupos comunitarios y religiosos”, dijo Jack Lavin, presidente y director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Chicagoland. “Hemos visto cómo el despliegue repentino de tropas federales en otras ciudades puede interrumpir innecesariamente a comunidades y negocios, dañar economías locales y desalentar el turismo. El mejor camino a seguir es la asociación y la colaboración. Si el gobierno federal quiere trabajar constructivamente con líderes locales y socios comunitarios, damos la bienvenida a ese compromiso para seguir avanzando hacia una ciudad más segura y fuerte.”
“Como líder empresarial y orgulloso habitante de Chicago, estoy completamente comprometido a ver prosperar a nuestra ciudad, y aunque aún tenemos trabajo por hacer, los esfuerzos de colaboración han conducido a un progreso significativo en el crimen”, dijo Jim Reynolds, presidente y director ejecutivo de Loop Capital.
“Organizaciones como Chicago Loop Alliance monitorean y abordan continuamente los desafíos y logros de los centros urbanos de todo el país, y las acciones propuestas por la administración Trump perjudican nuestros esfuerzos para alentar a los habitantes de Chicago y a los visitantes a sentirse seguros y disfrutar de las abundantes comodidades del Loop”, dijo Michael Edwards, presidente y director ejecutivo de Chicago Loop Alliance. “Con un programa de embajadores de larga trayectoria, comunicación constante con funcionarios locales y estatales y servicios mejorados que posicionan al Loop como destino, corremos el riesgo de perder el impulso que hemos ganado en los últimos cinco años. La actividad económica positiva en el crecimiento de oficinas, oportunidades de inversión, vida residencial y artes y entretenimiento se ve amenazada por la narrativa falsa y distrae de los avances positivos que nuestra ciudad, estado y vecindario logran trabajando colectivamente, no caóticamente”.
DEFENSORES COMUNITARIOS Y LÍDERES RELIGIOSOS
“Militarizar nuestras calles no detendrá la violencia, sino que la provocará”, dijo el padre Michael Pfleger, activista y líder religioso de Chicago. “No necesitamos a la Guardia Nacional. Necesitamos recursos”.
“Chicago y todo el estado de Illinois están presenciando 4 años consecutivos de reducciones de dos dígitos en la violencia armada”, dijo Ric Estrada, presidente y director ejecutivo de Metropolitan Family Services (MFS). “Este año, Chicago va en camino de tener el menor número de homicidios en 60 años. Como la primera organización de servicios humanos con estatuto estatal, MFS pide al gobierno federal que libere las subvenciones bipartidistas de CVI (intervención contra la violencia comunitaria) que cancelaron abruptamente sin motivo. Las ciudades son laboratorios de innovación. Junto con la comunidad, el sector filantrópico, empresarial y público, Chicago ha construido la infraestructura civil más sofisticada para la seguridad pública en el país. Tenemos evidencia de que nuestros esfuerzos están contribuyendo a que la ciudad sea más segura. Pedimos que el gobierno federal desempeñe su papel apoyando los esfuerzos locales”.
“New Life Centers continuará brindando cuidado comunitario para todos los vecinos y construyendo paz, esperanza y oportunidades juntos”, dijo Matt DeMateo, director ejecutivo de New Life Centers. “Hemos construido un ecosistema de amor y cuidado y estamos viendo grandes resultados localmente, incluyendo una disminución del 80 % en tiroteos y homicidios localmente en La Villita. Estamos comprometidos a estar junto a nuestros vecinos y garantizar su seguridad y cuidado. Continuaremos asociándonos con nuestras agencias comunitarias locales y socios gubernamentales en estos esfuerzos. Creemos que somos más fuertes juntos”.
“La fortaleza de Chicago radica en su sociedad civil, donde la filantropía, las organizaciones comunitarias, los líderes empresariales, los responsables de políticas y los vecinos trabajan mano a mano todos los días para impulsar la seguridad pública y el desarrollo comunitario”, dijo Ameya Pawar, presidente y director ejecutivo de Michael Reese Health Trust. “Si el gobierno federal quiere ser un socio, deberíamos involucrarnos en Medicaid, SNAP y financiamiento para la salud pública. El despliegue de tropas amenaza con socavar años de trabajo colaborativo y soluciones basadas en datos. La verdadera seguridad proviene de construir comunidad, no de la intervención militar”.
“Si el Sr. Trump hablara en serio sobre reducir el crimen, restauraría las subvenciones CVI y mantendría los decretos de consentimiento que impulsan las reformas policiales necesarias”, dijo Arne Duncan, socio gerente de Chicago CRED. “Apoyaría leyes de seguridad de armas de sentido común que incluso los propietarios de armas apoyan. Quizás incluso intentaría abordar la desigualdad económica que está en la raíz de tanto crimen y desorden”.
“Como ciudad que, durante siglos, ha dado la bienvenida a personas de todo Estados Unidos y del mundo que vienen a construir vidas seguras, estamos orgullosos de ser parte de una ciudad donde los vecinos y la sociedad civil trabajan juntos para superar desafíos y mantenerse a salvo unos a otros”, dijo Mary Meg McCarthy, directora ejecutiva del National Immigrant Justice Center. “La mayor amenaza para la seguridad pública de nuestra ciudad en este momento es la extralimitación autoritaria de la administración Trump. Poner tropas federales en las calles de nuestra ciudad causará confusión y miedo y pondrá a todos nosotros, independientemente del estatus migratorio, en mayor peligro. Nos preocupa particularmente la seguridad de los residentes sin hogar de nuestra ciudad, quienes hemos visto ser barridos y desaparecidos en otras ciudades como resultado de la toma del control de las fuerzas del orden por parte de la administración”.
“La Coalición de Chicago para Terminar con la Falta de Vivienda (CCH) está profundamente preocupada por los informes de que la administración Trump planea expandir el uso ilegal e inhumano de la fuerza militar desplegando tropas federales en Chicago. Sabemos, por lo que ha sucedido en Washington DC, que tales acciones dañarán directamente a los habitantes de Chicago que experimentan falta de vivienda y tendrán efectos devastadores en nuestras comunidades. Este es un claro abuso de poder sin base justificable”, dijo Doug Schenkelberg, director ejecutivo de la Chicago Coalition to End Homelessness. “Las acciones en DC son alarmantes. La gente ha sido desplazada por la fuerza a lugares no revelados, se han destruido pertenencias, y no se ha avanzado en soluciones reales. Lo que necesitamos es inversión en vivienda y servicios esenciales, no la militarización de nuestros vecindarios”.