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Comunidad latina de Chicago expresa miedo y tensión por inminente despliegue militar

Latinos de Chicago opinan sobre el despliegue de la Guardia Nacional ordenado por Trump e impugnado en tribunales por el gobierno de Illinois

Efectivos militares de la Guardia Nacional de Texas al arribar a una instalación en Elwood, Illinois, un suburbio al suroeste de Chicago.

Efectivos militares de la Guardia Nacional de Texas al arribar a una instalación en Elwood, Illinois, un suburbio al suroeste de Chicago.  Crédito: AP

La posibilidad de que tropas federales patrullen las calles ha despertado inquietud y temor en diversas comunidades de la ciudad de Chicago, especialmente entre residentes latinos e inmigrantes, pero algunos tienen fe que el gobernador JB Pritzker puede enfrentar y frenar en los tribunales las decisiones de la administración Trump en esta materia.

El presidente Donald Trump ha intensificado su enfrentamiento con los gobiernos locales, anunciando el envío a Illinois de cientos de militares, entre ellos soldados de la Guardia Nacional de Texas, a pesar de las objeciones del gobernador Pritzker. Reportes de prensa señalaron que militares de la Guardia Nacional texana habrían ya arribado a la localidad de Elwood, Illinois, al suroeste de Chicago.

En un comunicado emitido el sábado por la tarde, la Casa Blanca aseguró que el despliegue busca “restaurar el orden” en Chicago tras semanas de tensión entre agentes federales y manifestantes. Sin embargo, el gobernador Pritzker respondió calificando la medida como un “abuso de poder” y anunció que el estado de Illinois ha presentado una demanda contra el gobierno federal para bloquear el envío de tropas, por considerar que desplegar militares no tiene justificación legal y es anticonstitucional.

“Sacarán a estadounidenses trabajadores de sus empleos habituales y los alejarán de sus familias solo para que participen en una actuación fabricada, no en un esfuerzo serio por proteger la seguridad pública. Para Donald Trump, esto nunca ha sido sobre seguridad. Esto se trata de control”, dijo Pritzker en un comunicado el sábado. El gobernador subrayó que Illinois no ha solicitado apoyo federal y que el despliegue militar sin consentimiento estatal viola los principios básicos del federalismo y la Constitución de Estados Unidos.

El alcalde Brandon Johnson también se pronunció, defendiendo la autonomía de Chicago y advirtiendo que la ciudad “no será escenario de un experimento autoritario”. Johnson firmó el lunes la Orden Ejecutiva 2025-8, que prohíbe a las autoridades federales utilizar terrenos o propiedades de la ciudad para operativos de inmigración civil, la cual la administración Trump respondió llamándola un “desagradable traición a todo ciudadano que cumple la ley”. La medida surge tras una serie de incidentes en los que agentes federales utilizaron estacionamientos municipales y lotes vacíos como bases de operaciones para redadas.

La decisión federal llega en un momento especialmente delicado. En las últimas semanas, operaciones e incidentes entre agentes de ICE y otras agencias federales en barrios como Brighton Park, South Shore y East Garfield Park dejaron personas heridas, arrestos cuestionables y denuncias de uso excesivo de la fuerza, incluyendo gas lacrimógeno y allanamientos sin orden judicial. En Brighton Park, agentes federales dispararon balas de pimienta y gas lacrimógeno contra manifestantes y transeúntes, afectando incluso a oficiales del Departamento de Policía de Chicago.

La Raza habló con miembros de la comunidad latina de Chicago para conocer sus reacciones ante el posible despliegue de la Guardia Nacional y la demanda del gobierno estatal.

Lily (prefirió no dar su apellido por miedo de deportación), La Villita

“Soy mexicana y soy mamá de un pequeño de 2 años. Llevo un mes sin salir mucho de casa por el gran temor no de ser deportada, sino del proceso que se llevaría. El imaginarme que me arrebatan a mi hijo y que me esposen para llevarme a un proceso legal dentro de una cárcel, eso me llena de miedo y estrés. Y ahora la llegada de la Guardia Nacional da aún más pánico porque será más difícil que se pueda meter nuestra gente a defendernos. Es completamente triste el que una vez fue el sueño americano.

Nuestra esperanza es que sí [podrá el gobierno estatal detener el despliegue de tropas] pero la realidad es que tal vez no. Es muy complejo que Illinois pueda ganar algo en contra del gobierno de Trump. Cada día nos hundimos más”.

Cristina Romero, Waukegan

“Opino que esto es racismo contra todos los latinos: mexicanos, guatemaltecos, ecuatorianos. Creo que todos somos muy trabajadores y hacemos trabajos que los estadounidenses y personas que recibieron ayuda no hacen. No es justo que nos traten como delincuentes si con nuestro sudor y sufrimiento este país ha crecido”.

Jessica Martínez, West Chicago

“La Guardia Nacional no va a traer seguridad a Chicago, sólo más miedo y más reglas. Aquí somos una ciudad de ‘decir las cosas como son’, no nos andamos con tonterías. Seguro que los guardias solo van a estar parados con sus uniformes y armas, molestando a los manifestantes y tratando de hacer que pase lo que Trump quiere. Pero hay una gran diferencia entre lo que esta ciudad quiere y lo que realmente necesita, y les aseguro que no los necesitamos”.

Salvador Neri, Pilsen

“Yo pienso que es racismo sobre la comunidad hispana. A otros países les dieron mucha ayuda y a los mexicanos nada, y creo que somos los que más aportamos en trabajo, con todo respeto”.

Evelyn Alvarado, Hermosa

“Es un país bastante hipócrita y con doble moral para ser honesta. La decisión de la jueza que no quiso bloquear el envío de tropas deja en evidencia la atmósfera antihispana que existe en este momento en el país, y digo antihispana porque somos el único grupo al que se persigue por las mismas razones por las que huyen millones de sus países de origen, que es irónico y vergonzoso”.

Héctor Zapata, Chicago

“Ahora lo que necesitamos es que se haga rendición de cuentas con quienes claramente están violando los derechos constitucionales de los residentes de Chicago. Deberíamos poder ir al supermercado, llevar a nuestros hijos a la escuela, ir a misa o al trabajo sin que nos persigan por parecer latinos o hablar español. Esto nos ha hecho retroceder 70 años. ¿Qué clase de país somos si tenemos que andar mostrando nuestros documentos por la calle? Mejor nos tatuamos nuestros números de residencia permanente en los brazos mientras tanto”.

Lety Barreles, Carpentersville

“No creo que traer militares haga que la gente se sienta más segura, al contrario, da miedo. Trump lo hace como una movida política para intimidar a quienes no están de acuerdo con él. Esto va a asustar todavía más a las familias latinas que ya están lidiando con agentes de ICE enmascarados. Me duele mucho por todas las familias afectadas y espero que el gobernador Pritzker pueda detener esto en los tribunales”.

Demanda en curso

Expertos legales han señalado que la medida podría ser frenada por la demanda interpuesta por el estado de Illinois en los tribunales federales, ya que la Guardia Nacional solo puede ser desplegada en un estado sin consentimiento del gobierno estatal en circunstancias extremas, como insurrecciones o emergencias nacionales, supuestos que no se cumplen en la situación actual.

Por ahora, el Departamento de Justicia de Estados Unidos no ha emitido comentarios sobre la demanda presentada por Illinois. El departamento tiene hasta la medianoche del miércoles 8 de octubre para responder a la moción de Illinois, dijo Pritzker en una conferencia de prensa el lunes por la tarde, acompañado por el alcalde Johnson y el fiscal general de Illinois, Kwame Raoul.

Actualmente, se ha programado una audiencia para el jueves 9 de octubre, en la que la jueza encargada del caso podría decidir si bloquea o no el despliegue de la Guardia Nacional en Illinois ordenado por Trump y rechazado por los gobiernos estatal y de la ciudad.

La cobertura editorial de La Raza es posible en parte gracias al apoyo del Chicago Community Trust y de la iniciativa Press Forward.

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