Nuevo fallo judicial ratifica la prohibición de desplegar la Guardia Nacional en Illinois

Un tribunal de apelaciones rechazó el pasado jueves que el gobierno de Estados Unidos pueda desplegar a la Guardia Nacional en el estado de Illinois, al mantener en vigor la orden de una jueza que había impedido temporalmente el empleo de tropas.

El Séptimo Circuito de Apelaciones de Estados Unidos se negó a revocar la orden de la jueza April M. Perry en un escrito en el que aseguró que no había encontrado pruebas suficientes de una “rebelión o peligro de rebelión” en Illinois, como sugería el gobierno de Trump.

También rechazó el argumento de la administración federal que decía que la decisión de movilizar a la Guardia Nacional era una discreción presidencial no sujeta a revisión, apoyando por tanto que la justicia pudiera revisarla.

Efectivos de la Guardia Nacional de Texas llegaron en días pasados a Illinois y se ubicaron en una instalación militar en la localidad de Elwood, un suburbio al suroeste de Chicago.

Pero el despliegue de las tropas, que según el gobierno federal ayudará a luchar contra el crimen en la ciudad de Chicago, se había encontrado con la negativa de la jueza Perry, quien la semana pasada lo bloqueó temporalmente.

La medida temporal de la jueza permanecerá en vigor hasta el 23 de octubre, aunque una audiencia prevista para el día previo podría extenderla.

Pese a que la corte de apelaciones mantuvo en vigor la medida de la jueza, sí permite que la Guardia Nacional permanezca bajo control federal, sin que pueda ser desplegada por el momento.

Las autoridades de Illinois, estado demócrata, se habían opuesto al despliegue, advirtiendo que la medida ponía en entredicho su soberanía. Una demanda fue presentada por los gobiernos de Illinois y de Chicago, que dio pie a lo fallos judiciales contra el despliegue de la Guardia Nacional. El litigio continúa.

El gobierno de Trump ha amenazado con el potencial despliegue de la Guardia Nacional en varias regiones y ciudades estadounidenses, todas ellas gobernadas por demócratas, bajo la excusa de controlar el crimen o manifestaciones contra los operativos migratorios.

Así sucedió el pasado junio en Los Ángeles, cuando la ciudad se vio involucrada en una serie de protestas contra las redadas migratorias, así como en Washington DC. También ha amenazado a otras urbes demócratas como Portland o Boston.