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Comunidades latinas enfrentan una crisis de salud mental agudizada por el trauma de las redadas en Chicago

Muchos sufren ansiedad, depresión y otros padecimientos por la tensión y el miedo ante la actividad de ICE, pero existen opciones para salir adelante

Las redadas de inmigración producen un impacto traumático en las comunidades inmigrantes. (Pexels/Cottonbro Studio)

Las redadas de inmigración producen un impacto traumático en las comunidades inmigrantes. (Pexels/Cottonbro Studio) Crédito: Pexels

Baltazar Enríquez se despierta a veces aterrado, con sueños que lo persiguen, escenas que se han vuelto demasiado familiares en su barrio de La Villita.

“Yo tengo sueños de que los agentes [de Inmigración] están en mi puerta, que van a venir a tumbarla”, dijo Enríquez, presidente del Concilio Comunitario de La Villita. “Me despierto y ya es al punto en que dejé de ver videos de personas siendo detenidas porque es traumático seguir viendo lo violentos que son”.

Las pesadillas de Enríquez son un indicador de una crisis creciente de salud mental en La Villita y en otros vecindarios latinos de Chicago, donde el aumento de la presencia de oficiales de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) y de la Patrulla Fronteriza este otoño ha dejado cicatrices psicológicas duraderas en los residentes, independientemente de su estatus migratorio.

El trauma va más allá de quienes han sido directamente afectados por las acciones de control migratorio. Profesionales de la salud mental y defensores comunitarios señalan que la amenaza de redadas ha alterado las rutinas y conexiones clave para el bienestar emocional de todo el vecindario.

“El aumento en la vigilancia de ICE realmente ha eliminado esa predictibilidad y ese sentido de seguridad que es tan esencial para que nos sintamos bien”, dijo Aimee Hilado, profesora asistente en la Escuela de Trabajo Social, Política y Práctica Crown Family de la Universidad de Chicago, quien estudia la salud mental en comunidades inmigrantes.

El trauma de las redadas

El impacto psicológico es especialmente agudo para los niños, quienes presencian las acciones de los agentes y absorben el estrés que sienten sus padres y cuidadores. Durante la ‘Operación Midway Blitz’ de la administración Trump, Enríquez contó haber visto cómo un padre fue sacado violentamente de su auto, mientras sus hijos gritaban aterrorizados.

“Vimos a un papá que lo sacaron de su carro tan violentamente que se escuchaba a los niños gritar, ‘¡No, no, no!’”, dijo Enríquez. “Eso nunca se les va a borrar de la mente”.

Las escenas se volvieron inquietantemente frecuentes en La Villita, donde agentes federales usaron gas lacrimógeno, gas pimienta y dispositivos de control de multitudes durante operativos este otoño. Para los adultos afectados por estas operaciones, los síntomas comunes incluyen dificultad para sobrellevar la situación, cambios de humor, tristeza prolongada, ansiedad prolongada, problemas de sueño y alteraciones del apetito, señaló Hilado.

Y para los niños que presencian estos eventos, los síntomas pueden tener efectos a largo plazo en su desarrollo. En los más pequeños, el estrés se manifiesta en bebés y niños pequeños difíciles de calmar, excesivamente apegados o con berrinches más allá de lo típico para su edad.

“También vemos síntomas de dificultad para concentrarse, tristeza y problemas prolongados para sobrellevar las cosas”, dijo Hilado. “Y lo que más nos preocupa con los niños y jóvenes es que los desafíos, conductuales y emocionales, interfieren con su aprendizaje y con la formación de relaciones con sus compañeros, que son tan importantes para esa etapa”.

Beatriz Medina, psicoterapeuta de Under the Rainbow, un programa de salud conductual para niños y adolescentes en el Mount Sinai, dijo que el aumento de la presencia de ICE y la Patrulla Fronteriza en las comunidades de Lawndale a las que sirven ha afectado negativamente a muchos de sus pacientes. Medina contó que algunas familias reportan niños con demasiado miedo para ir a la escuela, algunos completamente ausentes.

“Hemos visto una caída en la asistencia”, dijo Medina. “He tenido pacientes que han tenido ataques de pánico al hablar de lo que está pasando en la comunidad y un sentido general de depresión en los padres, que obviamente va a impactar a los niños”.

Las familias evitan actividades básicas, dijo Enríquez, incluyendo asistir a la escuela, citas médicas e incluso la iglesia. Y muchos niños han aprendido a no hablar del trauma, añadió, reprimiendo emociones que más adelante pueden convertirse en ira, depresión o incluso pensamientos suicidas. Con los servicios formales de salud mental fuera de su alcance, muchas familias recurren a mecanismos poco saludables.

“Se está convirtiendo en qué están encontrando salidas o maneras de lidiar con esto por medio del alcohol, por medio de las drogas, por cosas que no son saludables para el cuerpo, y eso está convirtiéndose en un problema”, dijo.

Acceso a la salud mental

Aunque la demanda por servicios de salud mental es significativa, el acceso sigue siendo difícil. Hay pocos profesionales de salud mental latinos, bilingües y biculturales, lo que resulta en largas listas de espera y retrasos en recibir atención, según el Instituto Erikson. Enríquez dijo que las familias que buscan ayuda en clínicas de salud del Condado Cook enfrentan citas de seis a ocho meses de espera.

“Pero el trauma es ahora”, dijo.

Enríquez señaló que el Concilio Comunitario de La Villita ha estado pidiendo fondos federales para una clínica de salud mental en el vecindario por años para atender algunas de estas necesidades, pero que la lucha no ha recibido mucho apoyo de funcionarios locales. Dijo que una clínica con servicios accesibles hubiera marcado una gran diferencia durante la Operación Midway Blitz.

“Si eso hubiera sucedido, si nos hubieran escuchado desde entonces y nos hubieran ayudado a abrir una clínica de salud mental, la gente hubiera podido ir allí por servicios”, dijo.

Pero los profesionales de salud mental enfatizan que la atención no siempre requiere entornos clínicos. Hilado describió un modelo de salud pública donde las familias pueden promover su propia salud mental a través de estrategias universales: reconocer señales de estrés, validar emociones, mantener rutinas alrededor del sueño y la comida y mantenerse conectados.

“Hay muy pocas cosas sobre las que tenemos control, pero sí tenemos control sobre nuestras emociones”, dijo Hilado. “Nuestra salud física, las rutinas que mantenemos con el sueño, la alimentación, asegurarnos de mantenernos conectados con la gente e informados. Eso es algo que sí podemos controlar, y esas son estrategias universales para promover la salud mental que cualquiera puede usar”.

Medina ofreció consejos prácticos para las familias que no pueden acceder a ayuda profesional: encontrar la alegría. Esta puede manifestarse de distintas maneras, incluyendo la fe, pasar tiempo con la familia, la música y la creatividad, dijo.

“Esto no es solo guerra física, también es guerra psicológica”, dijo. “Experimentar alegría es una forma de resistencia. Es una forma de activismo”.

Aunque la presencia de ICE y la Patrulla Fronteriza en La Villita ha disminuido, el miedo y la incertidumbre persisten. Enríquez y otros organizadores comunitarios lanzaron el programa “autobús escolar a pie” de La Villita, con voluntarios que escoltan a los niños hacia y desde la escuela para evitar que los padres sean arrestados durante los trayectos escolares. El programa comenzó con siete niños y ahora atiende a 68. La comunidad también organizó la campaña de “Sopla el Silbato,” reuniéndose semanalmente bajo el icónico arco de La Villita para distribuir silbatos y tarjetas de “Conozca sus derechos.”

Para Enríquez, las pesadillas continúan. Pero también continúa la resiliencia de la comunidad.

“Estamos luchando con amor”, dijo. “Hemos aprendido a querernos, a apreciarnos y a cuidarnos mutuamente”.

Este artículo fue publicado originalmente en LatidoBeat, una coalición de organizaciones locales líderes de noticias en español, unidas para difundir la rica diversidad de las voces latinas a lo largo de Estados Unidos. Actualmente incluye a La Opinión(Los Ángeles), El Diario(New York), La Raza(Chicago), La Prensa de Houston, La Prensa de Orlando, El Comercio de Colorado y La Noticia(Charlotte). Lee más noticias en LatidoBeat. Síguenos en Facebook, Linkedine Instagram.

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