Redadas en México contra los pastelitos de marihuana
Detienen a dos hombres que vendían pastelitos, cupcakes, brownies elaborados con pasta del enervante
MÉXICO – Que las Fuerzas de Seguridad del país -incluyendo el Ejército, la Mariana y las diversas corporaciones policíacas- decomisen marihuana seca oculta entre pepinos, mole, latas, cajas de zapatos o sandías no es la novedad: estadísticas oficiales reportan que cada 24 horas se quita a narcotraficantes 2,480 kilos de la droga. La variación es cuando pasa al terreno de los alimentos que contienen la hierba oculta desde su preparación.
En las últimas horas, la Policía Estatal Preventiva del estado de Puebla detuvo a dos hombres que vendían en pleno centro de la capital pastelitos, cupcakes, brownies elaborados con pasta de marihuana como si fueran dulces normales, según información divulgada a través de un comunicado de prensa que contabilizó 113 piezas.
“Presumiblemente comercializaban la droga en una nueva versión”, detalló.
La venta de comida elaborada a base de cannabis con más del 3% de THC (la sustancia psicotrópica) es una práctica que se ha popularizado en los últimos años para fiestas o consumo recreativo con los mismos efectos y adicción por l0 que las autoridades mexicanas han comenzado a mirar hacia estos nuevos productos ilegales cuya persecución es más complicada.
“Cómo van a saber si contiene la yerba o n0?”, comenta Ramira Salmerón, quien elabora bocadillos a través de su pequeño negocio Chancho McFly, en la Ciudad de México, un perfil empresarial aún en la clandestinidad.
El congreso mexicano continúa inmerso en una polémica entre diversas iniciativas que ni siquiera contemplan la descriminalización total del consumo y la regularización de la producción y venta como ya ocurre en Estados Unidos y Canadá. “Aquí en México nos matamos por la ignorancia de estas legislaturas que no han entendido ni quieren enfrentar la realidad y la problemática”, precisa el senador Fernando Mayans.
Mientras el consumo está permitido hasta cinco gramos; la venta de la droga no y por eso la persecución apunta hoy a todos aquellos que elaboran y comercializan alimentos con la yerba en diversas entidades tal como han quedado registros oficiales desde 2011: Jalisco, Coahuila, Baja California, Sonora, Sinaloa y otros.
En marzo pasado, la policía de Investigación del delito del Grupo de Combate al Narcomenudeo de Querétaro detuvo a un muchacho con 23 pastelitos; unos meses atrás, José Octavio Ávila, estudiante de gastronomía de 21 años, fue detenido por la Fiscalía de Atención del Delito en la capital mexicana cuando vendía enchiladas, mole y hotcakes en las afueras de la Preparatoria José Vasconcelos.
“Comida feliz” decía en su puesto de vendimia ambulante. “Decía que relajaba a los estudiantes”, precisó en su momento la fiscalía a través de Marcela Guerra, uno de sus voceros. “El efecto tarda más pero es el mismo que fumarla y tiene los mismos peligros que debe asumir el consumidor”.