Ante el triunfo de Trump, la lucha pro inmigrante sigue: activistas de Chicago
Organizaciones hispanas se disponen a continuar la defensa de las comunidades y, mientras miles protestaron en las calles de Chicago contra la elección de Trump, señalan que la unión y movilización serán clave
A muchos inmigrantes la noticia de que el nuevo presidente electo de Estados Unidos es Donald Trump les cayó como un baldazo de agua fría. Frances Vélez estuvo esperando los resultados electorales en Casa Michoacán la noche del 8 de noviembre, pero como la contienda estuvo muy cerrada se fue a la casa sin saber quién sería el inquilino de la Casa Blanca.
Al levantarse temprano Vélez se topó con la sorpresa de que la candidata demócrata Hillary Clinton perdió la contienda frente al republicano Trump, quien será el presidente número 45 de Estados Unidos.
Gladys Trujillo residente de Pilsen le dio su voto a Clinton porque, entre otras cosas, dijo que no quiere que se separen familias a causa de las deportaciones.
Expertos señalaron que el ‘voto escondido’ desbarató el pronóstico de algunas encuestadoras.
Steve, quien prefirió no dar su apellido ni ser fotografiado, habló con La Raza horas antes de conocerse los resultados electorales. Para este afroamericano muchos seguidores del magnate iban “a votar por él [Donald Trump], pero no lo dicen por temor a represalias, hay mucha gente intolerante que nos critica por pensar diferente… Soy pro vida, nuestra economía no es la mejor y quiero que desaparezca Obamacare fue lo peor del gobierno de Obama y se tienen que proteger nuestras fronteras”, opinó el sexagenario.
Para Artemio Arreola, director de política de la Coalición de Illinois pro Derechos de Inmigrantes y Refugiados (ICIRR), el panorama para los inmigrantes se ve sombrío tras el triunfo de Trump. “Sin embargo tenemos que seguir trabajando para proteger a nuestras familias y a los más vulnerables”, mencionó.
“Nos esperan tiempos difíciles, es una realidad. No sabemos cómo van a caminar los republicanos, de entrada le diría a la gente que no tenga pánico que se esperen, vamos a crear una estrategia para informar y defender a nuestra comunidad”, reiteró Arreola.
“Sabíamos que no era una solución permanente”
La dreamer Cindy Agustín tiene miedo de lo que pueda pasar con su futuro. Agustín se ha beneficiado del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y ahora que resultó electo Trump le preocupa perder ese amparo y ese sentir también lo tienen otros jóvenes como ella. “Trump dijo que si era elegido presidente deportaría a los indocumentados, que no va dar una reforma migratoria y que cancelaría DACA”, comentó Agustín.
María González, dreamer y activista local, dice que la lucha sigue en defensa de los inmigrantes y que no bajarán la guardia ante los resultados adversos.
“Nosotros sabíamos que DACA no era una solución permanente, sabíamos que en cualquier momento se podía quitar, así que tenemos que seguir luchando y ser más creativos cada vez para ver cómo vamos hacer para que se respeten los derechos humanos de nuestra comunidad”, recalcó.
Por su parte, el analista político mexicano Allert Brown-Gort no descarta la posibilidad de que el programa DACA sea eliminado: “Inmigración es un punto importante para Donald Trump, probablemente DACA deje de existir y eso quiere decir que muchos de nuestros jóvenes podrían estar expuestos a la cuestión de deportación”.
Entre otras cosas, Brown-Gort opinó que ante el triunfo de Trump, las consecuencias para México a corto plazo son severas. “Ya lo estamos viendo con la devaluación del peso mexicano”, dijo.
Carlos Arango, activista y director ejecutivo de Casa Aztlán, fue contundente al opinar que “va a ser tremendamente difícil poder pasar leyes que puedan beneficiar a la gente inmigrante”.
Y es que el Partido Republicano retuvo el control de ambas cámaras del Congreso en Washington DC.
Según Arango, ante esta nueva administración que está por venir se necesita una estrategia que haga que la gente pueda retomar las calles y organizarse en sus comunidades. “El problema que el movimiento inmigrante de hace 10 años está totalmente fracturado y eso lleva a que tenemos que sentarnos a reconstruir un movimiento”.
Arango también dijo que hay que luchar por lo que se quiere proteger y conseguir. “Hay que pelear por las cosas, creo que eso ha sido nuestro gran problema, que no hemos aprendido a luchar sino a esperar que las cosas se den, tenemos que terminar con la victimización de la comunidad inmigrante, no somos víctimas”.