Nuevo presidente, nuevas expectativas para pequeños negocios

Rebajas de impuestos, más déficit público, cambios en la salud, regulación e inmigración, son factores que tendrán un gran papel en los próximos cuatro años.

Aún es muy pronto para saber cuáles de las intenciones políticas de Donald Trump se van a concretar y cómo pero la promesa de reducir los impuestos de las empresas, el rechazo al Obamacare y a las regulaciones han mantenido optimista a algunas organizaciones que agrupan a pequeños negocios.

El próximo presidente ha sido muy impreciso a la hora mandar mensajes concretos sobre cómo llegar a sus objetivos o las consideraciones a tomar en cuenta en algunas decisiones, como por ejemplo controlar el déficit presupuestario tras activar el gasto público para obras en infraestructuras combinados con recortes de impuestos. El Congreso republicano no permitió a Barack Obama más estímulos fiscales con gasto público para no ampliar este agujero en las cuentas del Estado pero todo parece indicar que ahora podrían vivir con ello.

El mayor gasto público es algo que estaba en la agenda de Hillary Clinton (no el recorte de impuestos planteado por Trump) y puede ser positivo durante 2017 y 2018 para la economía como explicaban los analistas de Goldman Sachs la semana pasada.  No obstante, combinado con otras políticas como la de inmigración, las restricciones al libre comercio o los efectos de la inflación, a medio y largo plazo, puede tener consecuencias adversas, como todos los déficits que terminan siendo estructurales.

Además de dejar en el aire muchos escenarios económicos, claves para los pequeños negocios, Trump no hizo demasiado énfasis durante la campaña en los pequeños negocios. A pesar de su perfil empresarial su campaña no tuvo un grupo asesor para pequeños negocios hasta tres semanas antes de las eleccines.

Pero hay cuatro cuestiones a las que si le ha prestado atención, con diferente nivel de detalle y compromiso, y tres de ellas se alinean con la tradicional agenda republicana, lo que, sin duda, le ayudará a pasar sin mucho problema por un Congreso que no sido eficiente con el actual presidente.

La primera es la rebaja de impuestos.

El futuro 45 presidente de EE UU ha prometido reducir los tramos impositivos para los individuos y rebajar el tipo impositivo a las corporaciones hasta el 15%.

El Consejo de la SBE (Pequeños negocios y emprendedores) dio la bienvenida al nuevo presidente aplaudiendo muchas de sus políticas, entre ellas los recortes de las obligaciones fiscales que creen que va a beneficiar a los pequeños negocios. No obstante, de los casi 29 millones que hay en el país,  los que no están incorporados, que son la inmensa mayoría (sobre todo trabajadores independientes), aún no tienen claro sin van a pagar el 15% por sus ingresos algo que el SBE quisiera tener más claro.

Recortes fiscales

En la Main Street Alliance, una organización sin orientación política que aglutina a pequeños empresarios del país, no tienen un diagnóstico tan positivo como otras organizaciones empresariales.  Para empezar porque ven como la mayor parte de los recortes fiscales van a personas con ingresos muy elevados, no la clase media o de bajos ingresos.

Y según una encuesta del año pasado, Voices of Main Street, el 52% de los pequeños empresarios dijeron que lo más importante para sus negocios era tener “más clientes”, la mitad de este porcentaje dijo que rebajar impuestos era importante y muchos menos daban importancia a la rebaja de regulaciones.

El temor es que los recortes fiscales generen un mejor consumo poco duradero porque serán cortos para los consumidores. Las personas más ricas son menos en proporción y dedican al consumo una parte menor de sus ingresos.

El segundo punto es la regulación. El presidente electo quiere rebajar el nivel de reglas empezando por las medioambientales de la EPA y siguiendo por las financieras. No le gusta la reforma financiera Dodd Frank y entre los republicanos la Oficina de Protección al Consumidor Financiero, que está regulando desde tarjetas de crédito prepagadas hasta payday loans abusivos, tiene muy pocos defensores.

Obamacare

La tercera entrada en la agenda que puede afectar a los pequeños negocios es el futuro del Obamacare. El Congreso ha tratado casi medio centenar de veces sin éxito vaciar o cambiar esta ley de cobertura universal privada de seguro médico que es obligatoria para empresas de distintos tamaños y ha disparado los costos laborales a algunas de ellas.

Trump, que prometió acabar con el Obamacare y sustituirlo por algo que no ha detallado, ya se mostraba la semana pasada a favor de algunas de las actuales disposiciones de esta ley. En cualquier caso, incertidumbre es la palabra que rodea a una cuestión con fuerte impacto en los consumidores.

La última cuestión es a la que en la noche del domingo empezó a aludir en el programa 60 minutos. Las deportaciones y su política de inmigración.  Amanda Ballantyne, directora nacional de Main Street Alliance dijo a través de un comunicado de prensa que la retórica “de odio que hemos visto en la campaña causa problemas sobre el tipo de acciones que pondrá en marcha en nuestras comunidades afectando a inmigrantes, musulmanes, mujeres y personas de color”.

Según la Kauffman Foundation los inmigrantes duplican el número de negocios que empiezan los americanos nacidos en EEUU. En concreto, los latinos no han hecho más que crecer y en 2013 según esta fundación había tres millones de latinos con negocios.

La experiencia de este diario, que ha hablado con una buena parte de ellos, sobre todo en Nueva York y Los Ángeles, es que muchos los han empezado como indocumentados y ha sido una salida a la falta de opciones laborales para las personas sin papeles. Algunos han conseguido regularizar su situación con el tiempo. Otros no.

En esta nota

#DonaldTrump Dinero empresarios Negocios
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain