Juez de inmigración “duerme” durante audiencias de asilo, otros expresan prejuicios contra inmigrantes
La observación a cinco jueces del distrito de Atlanta, que rechaza 98% de los casos de asilo en su jurisdicción, halló un comportamiento perturbador entre algunos de los juristas. Piden investigación.
Jueces de inmigración en Atlanta, una de las ciudades con más alto rechazo de casos de asilo en el país (98%), tienen comportamientos “faltos a la ética” que requieren una investigación inmediata, alegaron abogados en una carta dirigida a la agencia federal que monitorea los casos de inmigración, la Oficina Ejecutiva de Revisión Migratoria (EOIR).
Una escuela de leyes y una organización anti odio, alegan que jueces migratorios en el distrito de Atlanta, uno de los más grandes del país, maltratan y desoyen a propósito a los inmigrantes. Un juez, por ejemplo, se hace el dormido. Otro juez piensa que todos los solicitantes de asilo mienten. Allí, en pleno sur de Estados Unidos, el 98% de los casos de asilo pierden, vs un promedio de 57% en el resto del país.
Uno de los casos más llamativos es el de un juez que parecía dormir durante las audiencias en las que migrantes respondían preguntas de los abogados respecto a sus casos.
Según la carta, este juez en particular se mantuvo en esta postura (“echado hacia atrás en su silla, con la cabeza en las manos y los ojos cerrados”), mientras una migrante “describía el asesinato de sus padres y hermanos durante una audiencia de asilo, sin interés aparente en su historia”.
Esta actitud es común en este juez, según observaron varios estudiantes de leyes que realizaron el proyecto, en conjunción con la escuela de abogacía de la Universidad de Emory y la organización Southern Poverty Law Center.
Pero este no es el único caso. Un reporte entregado a EOIR y realizado por los estudiantes que durante siete semanas observaron las audiencias de cinco jueces de inmigración en Atlanta, describe otros casos de lo que la carta describe como “conducta inapropiada” de parte de los juristas.
Por ejemplo, algunos jueces hicieron declaraciones prejuiciadas durante las audiencias o posteriormente, en conversaciones con los estudiantes, cuando en algunas ocasionese estos los interpelaron, intentaron explicar el tipo de actitudes que tenían los procesos.
De acuerdo a la ley y a los manuales profesionales estos funcionarios públicos -jueces de una corte civil que dependen del Departamento de Justicia y no forman parte de los tribunales regulares- deben tratar a los procesados en forma imparcial y mantener un cierto tipo de conducta.
Esto no era lo que pasaba en cada caso, alega la queja.
“El Juez Cassidy negó la solicitud de fianza comparando al inmigrante que entra ilegalmente con “una persona que entra a tu casa con una máscara de Halloween y un cuchillo goteando sangre”. En otra ocasión, el mismo juez dijo que la gran mayoría de los casos que preside están “tratando de engañar al sistema” y que ninguno de ellos “quiere ser ciudadano”.
También dijo que Estados Unidos debía ser “más como la Rusia de Putin” porque si quieren vivir aquí hay que “hablar inglés”, reza el documento.
El juez que cierra los ojos durante muchos casos también dijo que cada caso es más o menos lo mismo: “entran de México para obtener tratamiento médico y luego tratan de pedir asilo”.
Otros jueces demostraron una falta de “cortesía y profesionalismo”, agregan.
“Una actitud intimidante hace dificil que los testigos y a los involucrados respondan como es debido y se expresen de la mejor manera posible para tener un caso imparcial”, dicen.
La cancelación sin aviso previo de audiencias era una situación común, alegaron. Y la exclusión de los observadores de las salas de audiencias también, a pesar que los tribunales de inmigración son públicos y teóricamente deben permitir la presencia de observadores.
Otro problema identificado se refiere a la falta de traducción y traductores para los migrantes en proceso.
Un juez, por ejemplo, concluyó una audiencia de fianza con un migrante que no hablaba inglés ni español, sino portugués, y como no había traductores de ese idioma, simplemente siguieron adelante con la audiencia. En otros casos, los traductores interpretaban lo que decía el migrante, pero no le decían a este “lo que decían los demás”.
No fue posible obtener reacciones de EOIR sobre estas acusaciones.
Lisa Graybill, subdirectora legal de SPLC dijo que “los jueces de inmigración deben ser imparciales pero lo que encontramos es que muchos no siguen los estándares éticos que deben gobernar su conducta. Para los inmigrantes que vienen a sus tribunales, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte”.
La altísima tasa de rechazo de asilo del tribunal de inmigración de Atlanta (98%, es decir, casi todos los casos son rechazados), frente a un 57% en promedio para el resto del país, “indica que muchos de estos hombres, mujeres y niños regresan a casa a morir, estos jueces deben responsabilizarse por su desempeño”, dioj Graybill.