Trump y su cambio de tono sobre la reforma de salud
El presidente comienza a entender la realidad política de este proyecto de ley altamente impopular
El presidente Donald Trump dio hoy un respiro a los senadores republicanos que trabajan para derogar y sustituir la actual ley sanitaria, al afirmar que si no lo consiguen en los próximos días, “deben lograrlo en una fecha posterior”.
“Si los senadores republicanos son incapaces de aprobar lo que están trabajando ahora, deben inmediatamente DEROGAR, y luego REEMPLAZAR en una fecha posterior!”, dijo el mandatario en su cuenta de la red social Twitter.
Trump ha presionado sobremanera a los senadores de su bancada para que lograran ponerse de acuerdo en un proyecto legislativo que acabe con la actual ley de salud impulsada por el ex presidente, Barack Obama, aunque la versión actual del texto no ha conseguido el suficiente consenso entre los legisladores conservadores.
El magnate pretendía que los legisladores lograran un acuerdo antes del receso por la festividad del 4 de julio, pero la falta de consenso a estas alturas hace casi imposible alcanzar esa meta.
Trump se ha fijado como uno de los principales y más apremiantes objetivos de su presidencia poner fin al denominado Obamacare, a pesar de que las propuestas de los conservadores, tanto en la Cámara Baja como en el Senado, dejarían a decenas de millones de personas sin seguro médico, según estudios independientes.
El impacto de la nueva legislación, que afectaría a las minorías más vulnerables y de bajos recursos, ha provocado que varios senadores republicanos no la apoyen, ya que muchos de sus votantes perderían el acceso sanitario y podrían poner en peligro su reelección.
El informe de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) calculó a principios de esta semana que la ley sanitaria que debate el Senado estadounidense dejaría a 22 millones de personas sin seguro médico hasta 2026.
La propuesta de reforma sanitaria que considera el Senado difiere así levemente de la versión debatida y aprobada por la Cámara de Representantes, que iba a dejar a 23 millones de estadounidenses sin cobertura médica, según la CBO.
La caída de asegurados en comparación con Obamacare se debe esencialmente a una bajada de los beneficiados por los seguros públicos del Medicaid, sistema que atiende a los más desfavorecidos, y Medicare, el destinado a los jubilados