Esposa indocumentada del “naked cowboy” se legaliza en la era Trump
Aunque Patricia Cruz y el famoso personaje de Times Square, simpatizante del Presidente Trump, no comparten sus posturas políticas, gracias a su matrimonio Inmigración le concedió un perdón a la mexicana y obtuvo su residencia
En el 2003, cuando apenas tenía 14 años, Patricia Cruz se cruzó la frontera entre México y Estados Unidos a regañadientes, siguiendo a su hermana, y se quedó viviendo en Nueva York como indocumentada. Pero como si se tratara de un cuento de hadas moderno, con un príncipe en calzones y un final feliz, en el 2008 conoció a Robert Burck, el famoso ‘Naked Cowboy’ de Times Square, quien no solo se convirtió en su esposo, sino que dio la pelea con Inmigración para que ella se legalizara.
“Yo ya lo había visto en un libro y sabía que era muy famoso, pero cuando lo conocí me impresioné mucho. Él se me acercó, me habló y desde ahí quedé flechada. Me gustó mucho su manera de ser y hasta soñaba con él, pero solo cuatro años después nos hicimos novios”, comentó la hoy señora Burck o ‘Cowgirl’, con un brillo en los ojos y una enorme sonrisa, recordando aquella noche del 24 de diciembre del 2012, cuando aceptó ser novia de Robert.
“Yo vine aquí, a Times Square a decirle Feliz Navidad y él me robó un beso, y aunque teníamos una relación muy bonita, me dijo muchas veces que no creía en el matrimonio y que eso no iba a pasar y como no era algo que a mí me interesara mucho, no le veía problema. Pero el día menos esperado, el 14 de septiembre del año siguiente, fui al hotel donde él se quedaba en New Jersey, me puso la canción ‘I’m Gonna Love you for Ever and Ever’, de Randy Travis, y me dio un anillo. Sin dudarlo le di el sí”, recordó la mexicana, quien unos meses más tarde estaba vestida de blanco jurándose amor eterno con el famoso rubio en el Rancho Palos Verdes en California.
“Nos casamos muy elegantes, de blanco y de cola y todo… no nos casamos naked”, dijo la ‘Cowgirl, quien a pesar de estar muy feliz se sintió sola.
“Ese día fue muy bonito, pero a la vez muy triste porque nadie de mi familia me pudo acompañar. Los invitados eran familiares de él y yo de mi parte no tenía a nadie y creo que antes de ese día él no entendía mucho lo que realmente significa ser indocumentada y me dijo: ‘te prometo que te voy a llevar a ver a tu mamá’”, comentó.
También ama a Trump
Y el ‘Naked Cowboy’ le cumplió la promesa a su esposa. Tras presentar la solicitud de ajuste de estatus ante USCIS hace cuatro años y recibir cuatro negativas del perdón que se requiere para que una persona indocumentada pueda legalizarse, finalmente en enero pasado, siendo ya Donald Trump presidente, llegó la buena noticia.
“Me aprobaron el perdón y me dijeron que por asuntos legales debía salir de Estados Unidos para ir a una cita en Ciudad Juárez el 20 de septiembre y luego reingresar de manera legal. La verdad tenía mucho miedo porque muchas personas me decían que mejor no fuera, que como están ahora las cosas no me iban a dejar entrar, pero le pedí a Dios que me diera valor y me fui y no solo los oficiales del consulado me trataron muy bien y me estamparon la residencia por un año en mi pasaporte sino que pude volver a ver a mi mamá después de más de 15 años”, dijo la mexicana muy emocionada con su logro.
“Una niña que deja a su mamá desde chiquita y la reencuentra es como si te quitan algo y de repente te lo vuelven a regresar. Nos vimos en el aeropuerto. Casi me desmayo, se me bajó la presión. No podía ver nada, pero fui con mi esposo, que siempre me apoya en todo y vivimos un momento muy lindo. A él hasta se le salieron las lágrimas… lo primero que dijo fue: ‘hola mi suegra’”, dijo.
El pasado 27 de septiembre Patricia regresó a Nueva York sin ningún contratiempo y aunque en dos meses recibirá su ‘Green Card’ definitiva, confiesa que tembló de gozo cuando escuchó en la entrada migratoria la frase “Bienvenida a Estados Unidos”.
“Entrar legalmente sin sentir esa incertidumbre, es muy emocionante. Hoy me siento súper feliz de saber que ya por fin estoy libre, que uno de mis grandes sueños se ha hecho realidad y que podré ir a ver a mi mamá cada vez que quiera”, explicó.
Y sobre la manera en que la nueva residente maneja las diferencias políticas que lo separan de su esposo, simpatizante acérrimo de Trump, ella tiene una respuesta que a muchos les parece sabia.
“Si nuestro matrimonio ha sido exitoso es porque ambos respetamos las decisiones del otro y lo que a cada quien le gusta. Yo no le toco ese tema y él, porque no se trata de que yo le diga a él ‘no quiero que le vayas a Trump’ y manejarlo a mi manera. Creo que nuestra relación va más allá y no puedo olvidar que si tengo ahorita los papeles, es gracias a él, que me pidió, y si a él le gusta Trump, pues es su decisión. Pero tengo claro que Trump debería entender que nosotros venimos aquí también a hacer America mejor y no venimos a quitarle el trabajo a nadie”, indicó la mexicana.
Pero el ‘Naked Cowboy’ no puede ocultar sus ganas de defender al inquilino de la Casa Blanca y hasta confiesa que siente que ayudará a los indocumentados que ya viven en el país.
“Donald Trump está intentando apoyar a todos en el mundo, pero primero tiene que pensar en Estados Unidos. Primero hay que seguir las leyes y el problema de la inmigración ilegal ha sido un problema de muchos años, por eso aquí primero hay que construir el muro y luego resolver el problema con una amnistía que creo que él va a hacer”, dice el famoso personaje, quien retoma el tema de su matrimonio y tras confesar que nunca le pasó por su mente caminar hacia el altar, por su naturaleza independiente y su alma libre, hoy es felizmente un hombre casado y muy enamorado.
“Ahora ella ya se puede divorciar de mí”, dice en tono de broma. “La amo mucho, quiero que se sienta libre y que sea feliz, porque y si es una mujer feliz no va a joder para nada. La amo”, dice el rubio, mientras se va a tomarse fotos con los turistas que lo admiran.
Procesos de indocumentados que se casan con ciudadanos no han cambiado con Trump
Bajo la Administración Obama se implementó una norma en la que los inmigrantes indocumentados que buscan ajustar su estatus migratorio tras casarse con ciudadanos estadounidenses pueden legalizarse sin tener que sufrir una larga separación de 3 a 10 años fuera del país, como lo ordenaba la Ley del Castigo, de 1996, si reúnen los requisitos y tras haber recibido un perdón, deben salir a sus países de origen unos días a recibir allí sus papeles para reingresar a Estados Unidos de manera legal.
Aunque la administración Trump ha promovido varios cambios, esa política sigue funcionando igual, según lo aseguró una vocera de USCIS.
“No ha habido cambios de política con respecto a las personas indocumentadas que se casan con ciudadanos estadounidenses que solicitan la obtención de la residencia permanente legal. USCIS toma todas las decisiones con respecto a la residencia permanente legal caso por caso y de acuerdo con la ley de inmigración y las políticas de la agencia”, aseguró la funcionaria, quien agregó que del millón de casos de ajuste de estatus que se reciben en promedio cada año, 235 mil son relacionados con matrimonio.