Legisladores siguen arañando firmas en una petición especial para exigir voto sobre DACA
Si prospera una medida parlamentaria, un voto sobre el programa podría ocurrir el mes próximo en la Cámara
WASHINGTON – Cansados de oír solo “pronto” y promesas huecas del liderazgo republicano sobre una reforma migratoria, legisladores demócratas y republicanos continuaron recabando firmas este lunes dentro de una medida especial para obligar a un voto en el pleno de la Cámara de Representantes sobre el futuro de DACA.
La Cámara de Representantes, bajo control republicano, se ha convertido en escenario de una lucha campal por proteger a los “Dreamers” amparados al programa de “acción diferida” (DACA) de 2012, en la que republicanos de corte moderado han cerrado filas con demócratas para obligar a un voto sobre el futuro del programa.
La “rebelión” se debe a que, desde la fallida reforma migratoria de 2013, en el Congreso sobra el legislador que se queja de la disfunción del sistema migratorio pero el liderazgo republicano no fija fecha siquiera para el debate de medidas que lo corrijan.
La medida especial, conocida en inglés como “discharge petition”, es una herramienta parlamentaria que, aunque rara vez se ha utilizado, obliga al voto de polémicas legislaciones en el pleno de la Cámara de Representantes, aún sin el apoyo del partido mayoritario.
Si prospera la medida, un voto sobre DACA podría ocurrir tan pronto como el mes próximo, según fuentes legislativas.
En declaraciones a este diario, la presidenta del Caucus Hispano del Congreso (CHC), Michelle Luján-Grisham, dijo hoy que el 84% de los estadounidenses apoya una solución permanente para DACA y los “Dreamers” y, a su juicio, no hay razón en el mundo para postergar su debate y votación.
Centenares de miles de jóvenes llevan años esperando a que el Congreso “haga lo correcto”, y con esta petición especial, los legisladores quieren enviar un mensaje al presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, y al resto del liderazgo, de que es hora de aprobar una solución permanente, explicó la legisladora.
Por su parte, la abogada Lauren Eagan, señaló que los legisladores deben apartar sus diferencias ideológicas y aprobar una solución permanente para los “Dreamers” salgan de las sombras de forma definitiva.
En la actualidad, la medida especial tiene el respaldo de 20 republicanos y 176 demócratas. Es decir, sólo necesita 22 firmas –cinco de republicanos y 17 de demócratas— para que la Cámara Baja someta a votación cuatro medidas relacionadas con los “Dreamers”.
Entre las cuatro medidas figuran dos con apoyo bipartidista, el “Dream Act”, y el “USA Act of 2018” –que legaliza a los “Dreamers” a cambio de la seguridad fronteriza, otra de un legislador republicano, y otra que escoja Ryan.
Bajo las reglas parlamentarias, la propuesta que reciba el mayor número de votos en el pleno de la Cámara Baja –se requiere un mínimo de 218- sería adoptada.
Del lado de los ultraconservadores agrupados bajo el “Freedom Caucus” y que piden mano dura contra la inmigración ilegal, la frustración llegó a tal punto de ebullición que el viernes pasado torpedearon la aprobación de una nueva ley agrícola.
El presidente del “Freedom Caucus”, Mark Meadows, ha dicho que “todo está sobre el tapete” y que su grupo continuará presionando por la medida de “línea dura” que presentó el republicano Bob Goodlatte, a sabiendas de que ésta no tiene los votos para su aprobación en la Cámara Baja.
La medida de Goodlatte sólo ofrece la renovación de permisos de tres años bajo DACA, sin una vía hacia la ciudadanía, y a cambio de esa protección temporal, autorizaría un reforzamiento de la seguridad fronteriza y una drástica reducción de la inmigración legal.
Por ahora, el futuro de DACA continúa empantanado en los tribunales, mientras los demócratas y algunos republicanos presionan por un voto obligatorio en el Congreso. Pero esa lucha campal los pone en un rumbo de colisión con el ala ultraconservadora del Partido Republicano, que se opone a una “amnistía” y pide el reforzamiento de la vigilancia fronteriza.
El presidente Donald Trump, que hoy mismo se reunirá con un grupo de gobernadores para discutir la seguridad fronteriza, ha culpado a los demócratas del fracaso de las negociaciones en torno a DACA a principios de año.
Lograr un escurridizo acuerdo bipartidista que Trump pueda firmar este año no será tarea fácil, tomando en cuenta que la mayoría de los legisladores buscará la reelección en los comicios del próximo 6 de noviembre, y pocos se atreven a tocar un asunto tan tóxico como el de inmigración.
De los republicanos que han sumado sus firmas a la medida parlamentaria, doce afrontan reñidas contiendas en noviembre próximo, incluyendo Carlos Curbelo, de Florida, Jeff Denham, de California, y Will Hurd, de Texas, según un análisis del “Cook Political Report”.
Sin embargo, para el legislador republicano por Colorado, Mike Coffman, hay una creciente frustración con el liderazgo de su partido, que habla de la urgencia de resolver el problema de inmigración en EEUU pero sigue sin dar el primer paso.
Pese a la continua retórica anti-inmigrante de Trump –incluyendo sus recientes comentarios describiendo a la pandilla MS-13 y otros inmigrantes como “animales”- los firmantes de la petición aseguran que la única forma de poner a prueba el compromiso del mandatario con los “Dreamers” y la seguridad fronteriza es, precisamente, forzando un voto en el Congreso.