Esmail Ghaani, el general que promete vengar la muerte del militar más importante de Irán
Ghaani, un discreto militar del que poco se sabía hasta la pasada semana, se ha vuelto una figura clave en la política global desde que Estados Unidos mató el viernes a Qasem Soleimani
Ha salido de las sombras con dos propósitos claros: vengar la muerte de su predecesor y “expulsar” a Estados Unidos de Medio Oriente.
El general Esamil Ghaani, un discreto militar del que poco se sabía hasta la pasada semana, se ha vuelto una figura clave en la política global desde que Estados Unidos mató el viernes a Qasem Soleimani, el militar iraní que Teherán consideraba un héroe en vida.
El mismo día en que un ataque con dron en las cercanías del aeropuerto de Bagdad terminó con la vida del uniformado más importante de la república islámica, el líder máximo de ese país, el ayatola Alí Jamenei, nombró a Ghaani como nuevo jefe del ala militar de Irán en el exterior.
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“Tras el martirio del glorioso general Qasem Soleimani, nombro al general de brigada Esmail Ghaani como comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica”, dijo Jamenei en un comunicado publicado en su sitio web oficial.
Según explica el servicio persa de la BBC, con la designación no solo caerá sobre los hombros del militar la dirección del grupo iraní encargado de operaciones de élite en la región o la coordinación de la política exterior de su país en Medio Oriente.
De él se espera también que nazcan -o que supervise- las acciones que marcarán la “venganza severa” que prometió Jamenei contra los responsables del “martirio” de Soleimani.
Pentágono “terrorista”
De momento, este martes el Parlamento de Irán aprobó por unanimidad una moción denominada precisamente “venganza severa” y que califica al Pentágono y al Ejército de EE.UU. como “fuerzas terroristas”.
Ocurrió un día después de que Ghaani, en declaraciones a medios iraníes, no solo prometiera sacar a Estados Unidos de Oriente Medio, sino tomar “acciones” para vengar la muerte de su predecesor.
“Prometo continuar la causa del mártir Soleimani tan firmemente como antes con la ayuda de Dios y, a cambio de su martirio, nuestro objetivo es sacar a EE.UU. de la región”, comentó a la televisora estatal iraní IRIB News.
Antes, tras su nombramiento el viernes, pidió paciencia para la “venganza”, que según dijo, dejaría “cuerpos de estadounidenses en todo Medio Oriente”.
El ascenso de Ghaani llega en un momento de escalada de tensiones en la región tras la operación de Estados Unidos que conllevó a la muerte Soleimani.
La víspera, Teherán anunció que no continuará cumpliendo con sus compromisos del acuerdo nuclear de 2015, lo que conllevó este lunes a varios países de la Unión Europea a pedir que se tomen medidas para salvar el acuerdo.
El parlamento de Irak pidió el domingo la expulsión de todas las tropas estadounidenses del país, lo que conllevó una condena del presidente Donald Trump, quien también amenazó con represalias a Teherán el fin de semana en caso de responder con ataques a objetivos estadounidenses.
Mientras, varios países de Oriente Medio, desde Israel, hasta Irak y Arabia Saudita pusieron sus tropas en alerta ante posibles ataques.
Un militar silencioso
Según los reportes tras su nombramiento, Ghaani se mantuvo por años a la sombra de Soleimani, de quien fue compañero de guerra y segundo al mando de las Fuerza Quds por más de dos décadas.
“Somos hijos de la guerra. Somos camaradas en el campo de batalla y nos hemos convertido en amigos en la batalla“, contó sobre su relación con el militar ahora fallecido a la agencia estatal de noticias IRNA hace unos años.
De acuerdo con un reporte de BBC Monitoring, el servicio de monitoreo de la BBC, los medios persas indican que el general nació en agosto de 1957 en la ciudad de Mashhad, en el noreste de Irán.
Y, como su predecesor, se unió a las fuerzas armadas durante la guerra de su país con Irak en la década de 1980.
Tras el final del conflicto de ocho años que dejó un millón de muertos, según cifras oficiales, Ghaani se unió a la Fuerza Quds y, en 1997, pasó a ser su jefe adjunto luego de que Soleimani se convirtiera en el comandante en jefe de ese grupo.
Una investigación de la televisora Al Arabiya indica que mientras Soleimani se centraba en las operaciones en las naciones al oeste de Irán, Ghaani eran el encargado de países del este, como Afganistán y Pakistán.
Sin embargo, BBC Monitoring señala que los medios iraníes nunca han especificado sus funciones dentro de las fuerzas.
Durante su nombramiento el pasado viernes, Jamenei lo describió como “uno de los comandantes más destacados” al servicio a Irán y anunció que bajo su mando las Fuerzas Quds mantendrían su mismas características y objetivos.
Salida de las sombras
Aunque alcanzó un cargo militar notable desde finales de la década de 1990, el nombre de Ghaani comenzó a ser más conocido en Occidente luego de que Estados Unidos lo sancionara en 2012.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros de Washington lo acusó entonces de realizar “desembolsos financieros” a milicias en la región y de estar detrás de un envío de armas que fueron luego incautadas en un puerto de Lagos, la ciudad más poblada de Nigeria, en 2010.
El gobierno israelí, según indica el diario Times of Israel, lo ha acusado de enviar ayuda militar a los palestinos en la Franja de Gaza, mientras en otras ocasiones también ha sido señalado de apoyar el grupo militar libanés Hezbolá.
El militar volvió a ser foco de titulares y críticas del Departamento de Estado de EE.UU. luego de que reconociera de forma tácita la presencia de Irán en el conflicto de Siria en 2012, algo que su gobierno había negado hasta entonces.
“Si la república islámica no estuviera presente en Siria, la masacre de personas habría ocurrido a una escala mucho mayor”, dijo en una entrevista con la agencia iraní ISNA.
Luego, en 2017, volvió a salir de las sombras para cuestionar Washington, al que no solo acusó de “haber creado al Qaeda” y al autodenominado Estado Islámico, sino que aseguró que su país había matado más estadounidenses que los iraníes que habían sido víctimas de las fuerzas de EE.UU.
Pero más allá de sus eventuales declaraciones incendiarias contra Estados Unidos y las sanciones de este último país en su contra, gran parte del accionar de Ghaani como segundo de las fuerzas Quds es un misterio.
Tras su nombramiento el viernes, varios expertos y medios han cuestionado que pueda llegar a tener el poder, el carisma o la capacidad militar que tenía su predecesor.
De hecho, según BBC Monitoring, uno de los argumentos que más han tratado de recalcar los medios iraníes es que Ghanni es alguien apto para el cargo y que aprendió de su antiguo jefe lo necesario para desempeñarlo.
“Soleimani dijo un par de veces en los últimos cinco o seis años (en círculos privados) que Ghaani y él eran una sola alma en dos cuerpos”, dijo un analista en la televisión estatal iraní, citado por el diario Financial Times.
Pero el mismo presidente del país, Hassan Rouhani, reconoció el sábado que Soleimani no podía ser “reemplazado fácilmente porque no solo era un comandante de guerra capaz de planear grandes operaciones, también era un político y un estratega talentoso y único”.
El experto en Irán Afshon Ostovar, que investigó el funcionamiento de la Guardia Revolucionaria, asegura que el hecho de que Ghanni haya pasado más de 20 años en su posición da fe de la confianza que habían puesto en él tanto Jamenei como Soleimani.
Sin embargo, el experto duda que pueda alcanzar el nivel de su antecesor.
“Sospecho que tendrá algunas dificultades para llenar los zapatos de Soleimani cuando se trate de operaciones y estrategia”, dijo Ostovar al diario The Washington Post.
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