Aprende a preparar aceite de orégano casero, extraordinario antibiótico, analgésico y antiinflamatorio natural

El orégano es una de las hierbas aromáticas más populares en la cocina y uno de los ingredientes clave en la gastronomía italiana. La buena noticia es que no sólo es el complemento ideal de deliciosos platillos, se relaciona con un gran poder terapéutico. 

El uso de orégano con fines curativos es un popular remedio casero de la medicina natural, que se ha vuelto un poderoso aliado para combatir diversos dolores y afecciones. Es por ello que en los últimos años su consumo a través de un concentrado aceite cargado de poderosos antioxidantes y compuestos únicos, se ha vuelto una maravillosa herramienta de salud natural y sin efectos secundarios.

El aceite de orégano es el extracto de la planta y se relaciona con igual efectividad si se consume o se aplica directamente sobre la piel. Lo cierto es que el aceite de orégano casero es considerado un poderoso remedio ancestral de gran potencial medicinal, en principio es un inigualable agente antibiótico y antimicótico natural y puede ser de gran ayuda para combatir bacterias. También se relaciona con grandes propiedades antiinflamatorias, es un buen aliado para perder peso y regula los altos niveles de colesterol. 

Otra de las grandes cualidades nutricionales del orégano, que le confieren inigualables beneficios curativos se debe a su contenido en compuestos llamados fenoles, terpenos y terpenoides. Tienen poderosas propiedades antioxidantes y son responsables de su fragancia, de manera más específica se destacan las siguientes sustancias medicinales:

• Carvacrol: El fenol más abundante en el orégano, se ha demostrado que detiene el crecimiento de varios tipos diferentes de bacterias. 
• Timol: Considerado una de las sustancias con mayor poder antifúngico natural, también se relaciona con efectos positivos para fortalecer al sistema inmunológico y proteger al organismo contra el daño toxinas y agentes patógenos. 
• Ácido rosmarínico: Se trata de uno de los antioxidantes más poderosos de la naturaleza y se asocia con grandes beneficios para ayuda proteger al cuerpo del daño causado por los radicales libres. 

Los beneficios del aceite de orégano:

1. Antibiótico natural: El orégano es conocido como uno de los más potentes antibióticos de la naturaleza, esto se debe en concreto a su contenido en carvacrol. Inclusive se relaciona con cualidades para combatir a la bacteria Staphylococcus aureus es una de las causas más comunes de infecciones.
2. Reduce los altos niveles de colesterol: El efecto reductor del colesterol del aceite de orégano se debe a su contenido en fenoles carvacrol y timol. Su consumo disminuye los niveles de colesterol malo “LDL” y aumenta la producción del colesterol bueno “HDL”.
3. Inigualable potencial antioxidante: Se cuenta con estudios importantes que comprueban el inmenso poder antioxidante del extracto etanólico del orégano y es por ello un gran aliado para potenciar la lucha contra los radicales libres, retarda el envejecimiento celular y previene enfermedades.
4. Mejora la salud intestinal: El aceite de orégano es eficaz para disminuir síntomas estomacales e intestinales como la diarrea, dolor e hinchazón, que en muchas ocasiones se relacionan directamente con la presencia de parásitos intestinales. Sus beneficios se asocian con sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.
5. Gran antiinflamatorio: El carvacrol, uno de los componentes clave del aceite de orégano, reduce los marcadores inflamatorios, que se relacionan con diversas enfermedades degenerativas.
6. Alivia el dolor: Los compuestos esenciales del orégano como es el caso de el carvacrol y timol, lo vuelven un extraordinario analgésico natural. 

¿Cómo preparar el aceite de orégano casero?

Ingredientes:

• 1 taza de hojitas de orégano frescas
• 1 taza de aceite de oliva, de semillas de uva o almendra
• 1 frasco de vidrio con tapa hermética

Modo de elaboración:

1. Lava y desinfecta bien las hojas de orégano, permite que se sequen por completo.
2. Con la ayuda de un mortero machaca las hojas de orégano, hasta que se forme una especie de pasta. En este paso las hojas empiezan a liberar todas sus propiedades medicinales. 
3. Vierte la pasta de orégano en el frasco de vidrio y cubre con el aceite de tu elección por completo. Reposa durante 10 minutos. 
4. Ten a la mano una olla con un poco de agua hirviendo, cuando alcance el primer hervor apaga el fuego e introduce el frasco con el aceite de orégano.
5. Deja el frasco en baño maría por 15 minutos, este paso es para que se incorporen bien los dos elementos.
6. Retira el recipiente, tápalo y conserva por 15 días en un lugar fresco y seco. 
7. Pasado el tiempo de reposo, el aceite medicinal de orégano estará listo. 

Indicaciones y consejos de uso:

• Para infecciones bacterianas, se recomienda diluir 3 gotas del aceite de orégano en un vasito con agua.
• Para dolores musculares, reumáticos y torceduras, coloca un poco de aceite en la zona de dolor y realiza un suave masaje. Si lo deseas puedes colocar una venda. 
• Para gripes, resfriados y tos, agrega 5 gotitas del aceite en agua hirviendo e inhala su vapor. también es muy recomendable consumirlo como antibiótico natural: ante el primer síntoma de gripe consume de 3 a 6 gotitas antes de las comidas principales, es decir tres veces al día.