Los 5 países que buscarían interferir en elecciones de Estados Unidos
Aunque Rusia y China son los más preocupantes, hay otros poderes que tienen intereses
A través de esfuerzos propagandísticos con desinformación, los gobiernos de al menos cinco países buscarían intervenir en las elecciones de los Estados Unidos.
Además de Rusia, a la lista se suman China, Arabia Saudita, Irán y los Emiratos Árabes Unidos, según un reporte del Centro para el Progreso Americano (CAP).
El informe busca que los actuales funcionarios estadounidenses tomen en consideración la experiencia de 2016 con la interferencia de Rusia a través de campañas en redes sociales, especialmente Facebook, para beneficiar al presidente Donald Trump.
Aunque el reporte hecho por los investigadores James Lamond y Jeremy Venook reconoce avances en las redes sociales para el control de propaganda insidiosa, también se han descubierto nuevos esfuerzos para generar desinformación.
“Otros países, además de Rusia, están haciendo inversiones en el tipo de infraestructura de desinformación en línea que sentó las bases para los esfuerzos de interferencia del Kremlin en 2016”, explican.
El reporte llama tanto a los gobiernos estatales como federal y al Congreso a mantenerse al tanto de los esfuerzos de desinformación.
“Estados Unidos fue tomado por sorpresa en 2016, pero no hay excusas en elecciones futuras”, dijo Lamond, quien es miembro del equipo de Política Internacional y Seguridad Nacional del CAP. “Todos los estadounidenses, independientemente de su partido político, tienen el deber de evitar que esta interferencia socave nuestras elecciones”.
Apunta que los “gobiernos autoritarios” desistirán en sus esfuerzos cuando noten que autoridades y votantes en EE.UU. están alerta de sus intenciones.
El informe toma de referencia los ataques al proceso electoral en 2016, así como en la elección intermedia en 2018.
En sus propuestas busca que el Congreso apruebe una legislación que prohíba que las campañas políticas y los gobiernos extranjeros intercambien información de la campaña, además de obligar a las campañas informen sobre cualquier oferta de asistencia de un gobierno extranjero.
Sobre el último punto cabe recordar que la intervención de Rusia en 2016 derivó en una investigación especial del fiscal especial Robert Mueller que confirmó los esfuerzos de aquel régimen, así como la relación con funcionarios de campaña del ahora presidente Trump.
Los expertos mencionan el caso de los empresarios de origen soviético Lev Parnas e Igor Fruman, quienes fueron arrestados en el aeropuerto LaGuardia con boletos hacia Viena y acusados por el Departamento de Justicia por violar la ley de financiamiento de campañas.
“Esto supuestamente incluía la donación de cientos de miles de dólares a campañas conservadoras y súper PAC con el objetivo directo de obtener acceso a los políticos”, acota el reporte.
Las donaciones de esos empresarios a republicanos se hicieron para ganar acceso a poderosos legisladores, incluidos el presidente Trump, el representante Pete Sessions (Texas) y el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
El informe alerta a las agencias de inteligencia a endurecer su vigilancia para ubicar esfuerzos de otras naciones para socavar las elecciones.
Asimismo, según un reporte del Congreso, se tienen identificados esfuerzos concretos de Rusia por parte del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad para intervenir en las elecciones, específicamente para “denigrar públicamente al ex vicepresidente (Joe) Biden“, citando acciones del parlamentario ucraniano pro-Rusia Andriy Derkach, entre otros.
Ante ello, los demócratas en el Senado, liderados por Charles Schumer (Nueva York), exigieron al secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, aprobar sanciones a los individuos y actores gubernamentales rusos.
“El Congreso ordena una amplia gama de herramientas de sanciones, y ya es hora de que la administración envíe un mensaje directo al presidente Putin: Estados Unidos responderá de manera inmediata y enérgica a la continua interferencia electoral”, indica una petición firmada por los principales miembros demócratas del Senado. “No hay amenaza a la seguridad nacional más grave que la que plantean quienes socavarían la confianza y el funcionamiento efectivo de nuestras elecciones democráticas”.