Incredulidad en Chicago sobre la oferta de internet gratuito para ciertos alumnos de CPS
Este artículo, publicado originalmente en inglés por Chalkbeat Chicago, está disponible en español gracias al proyecto “Traduciendo las noticias de Chicago”, del Instituto de Noticias Sin Fines de Lucro (INN).
Previo al comienzo de un año escolar totalmente virtual, Evelia Guzmán recibió un correo electrónico de la escuela de sus hijos, diciéndole que podía registrarse para obtener internet de alta velocidad gratis.
Hasta ahora un servicio de internet casero muy lento ya había afectado el presupuesto de su familia, pero ni siquiera terminó de leer el correo electrónico: lo descartó como demasiado bueno para ser verdad.
El martes pasado las Escuelas Públicas de Chicago iniciaron el año escolar con clases a distancia, mientras los funcionarios del distrito dicen que están intensificando sus esfuerzos para informar a las familias sobre la nueva iniciativa de $50 millones, “Chicago Connected”, que busca conectar a internet todos los estudiantes de bajos ingresos. No obstante, el distrito escolar se ha topado con una “falta de confianza”: algunas comunidades no creen que pueden obtener este servicio de forma gratuita, sin condiciones. Hasta ahora, el programa ha inscrito a una cuarta parte de los 100,000 estudiantes que CPS estima pueden beneficiarse del internet gratuito.
“Algunas personas a las que estamos tratando de informar no creen que esto sea cierto”, dijo el director de información del distrito escolar, Philip DiBartolo. “Ellos piensan: ‘Voy a recibir una factura a fin de mes”.
Por otro lado, CPS busca resolver los obstáculos para inscribirse al programa de internet gratuito que algunas familias y grupos comunitarios han enfrentado en las últimas semanas; por ejemplo, los ingresos familiares que eran demasiado altos para calificar el año pasado, pero que se han reducido en medio de la pandemia.
Apenas hace dos semanas los grupos comunitarios enlistados para divulgar esta iniciativa obtuvieron el visto bueno para comenzar a llegar a las familias; esta situación desencadenó una lucha entre las organizaciones para conectarse con los estudiantes. Mientras tanto, el Sindicato de Maestros de Chicago alertó el mismo martes sobre los estudiantes que todavía no pueden conectarse a las clases digitales debido a problemas técnicos.
El éxito de esta iniciativa de internet gratuito depende de una amplia participación del alumnado y demostrar que hay avances en el aprendizaje a distancia, un proyecto que la misma alcaldesa Lori Lightfoot ha defendido personalmente.
La munícipe recientemente habló sobre el interés de otras ciudades y estados en copiar lo que los funcionarios de CPS han descrito como un programa único que involucra una asociación entre la ciudad, un gran número de organizaciones filantrópicas y proveedores de servicios de internet.
“Este programa es sólido y proporciona los recursos necesarios para llenar el vacío digital en la vida de nuestros estudiantes”, indicó Lightfoot.
La Alianza Nacional de Inclusión Digital está a cargo de capacitar a las organizaciones comunitarias que están ayudando con la divulgación de la iniciativa. Angela Siefer, de esa agrupación sin fines de lucro, consideró que el alboroto nacional causado por “Chicago Connected” está justificado, porque este programa resalta la colaboración con los grupos comunitarios para superar los problemas de confianza, además intenta brindar capacitación digital a los padres y define su operación por un período de cuatro años.
Incredulidad y entusiasmo
La Alcaldía y el distrito escolar dieron a conocer la iniciativa digital después de que terminó el pasado año escolar, después de meses de presión por una respuesta más integral y a largo plazo contra el desigual acceso a internet entre los estudiantes de CPS. Un estudio de Kids First Chicago y el Metropolitan Planning Council concluyó que uno de cada cinco estudiantes de la ciudad carece de acceso a internet, con tasas mucho más elevadas en vecindarios predominantemente afroamericanos y latinos.
Ahora bien, los primeros dos años del programa serán financiados con $5 millones en fondos federales para el alivio del coronavirus y por donaciones del multimillonario Ken Griffin, Crown Family Philanthropies, la Fundación Pritzker Traubert y otros. El expresidente Barack Obama y su esposa, Michelle Obama, también han contribuido. Además, está previsto que las Escuelas Públicas de Chicago cubran los costos del programa en los años tres y cuatro.
La directora de las finanzas municipales, Jennie Bennett, dijo que desde el anuncio de esta iniciativa digital más de una docena de ciudades y estados se han acercado a Chicago mientras exploran asociaciones público-privadas similares.
“Estamos muy entusiasmados con la situación actual del programa (digital)”, dijo Bennett. “Ha sido un éxito absoluto”.
A casi dos meses después del lanzamiento de esta iniciativa, unos 25,000 estudiantes ya tienen acceso gratuito a internet de Comcast o RNC, aunque ni la alcaldía o el distrito escolar han dicho cuántos hogares representan.
Daniel Anello, del grupo Kids First Chicago, que ayudó a encabezar este esfuerzo, dijo que los diseñadores de la iniciativa no esperaban acercarse a la meta de 100,000 estudiantes para el otoño. El activista precisó que al principio el programa iba a ser más lento, mientras se identifica a familias elegibles, se les da seguimiento y convencerlas de que el programa es legítimo.
En fecha reciente, CPS compartió las listas de estudiantes elegibles para el programa de acceso digital con los directores de las escuelas, quienes se han estado acercando directamente a familias como la de Evelia Guzmán. Al mismo tiempo, la alcaldía también ha iniciado una campaña de mercadotecnia, con comerciales, anuncios de servicio público y vallas publicitarias.
Sin embargo, los aliados clave para superar el escepticismo sobre el programa digital son las organizaciones comunitarias que la ciudad reclutó para ayudar con las inscripciones.
Maricela García, directora ejecutiva de Gads Hill Center, indicó que ella y su personal han invertido largos días y fines de semana para comunicarse con las familias, desde que hace dos semanas los grupos comunitarios fueron autorizados para comenzar a hacer llamadas, lo que pareció un comienzo tardío con el año escolar a punto de comenzar.
García dijo que a pesar de los profundos lazos comunitarios del centro en el suroeste de la ciudad, todavía hay cierta incredulidad sobre el programa, por lo que su personal a menudo tiene que dar seguimiento a las llamadas iniciales.
“Algunas familias han respondido que tienen que pensarlo”, dijo García. “Y algunos han dicho: ‘No, no creo que esto sea gratis. ¿Cuál es el truco?'”.
García subrayó que las familias inmigrantes, especialmente aquellas con miembros indocumentados, se niegan a dar información personal por teléfono o inscribirse en un programa que incorrectamente perciben como una forma de asistencia pública. Es que los recientes cambios a la política de inmigración pueden dificultar la solicitud de legalización o ciudadanía para quienes reciben asistencia pública.
No obstante, esta activista admitió que muchos padres están entusiasmados por conocer el programa que aborda la “horrible brecha digital que experimentan las familias a las que servimos”.
Joel Rodríguez, del Southwest Organizing Project, dice que su grupo también está enfrentando incredulidad, aunque también entusiasmo con esta iniciativa digital.
“Nuestra comunidad es una de las más afectadas por el Covid-19. El impacto financiero ha sido tremendo. Este programa ha sido recibido con los brazos abiertos”, apuntó.
Evelia Guzmán, quien tiene tres hijos en la escuela Shields al suroeste de la ciudad, dijo que durante la primavera contribuyó al pago del servicio de internet de su cuñado porque sus familias comparten una casa. Pero con varias personas utilizando la conexión, a menudo el internet era lento. Después de ignorar el correo electrónico de la escuela sobre “Chicago Connected”, una amiga la convenció de que fuera a informarse.
“¿Me vas a cobrar algo?” presionó al representante de Comcast que la ayudó a inscribirse.
Ahora, Evelia Guzmán se acerca a otras familias en el Centro Gads Hill.
Aumentar el alcance
Las autoridades aclaran que su enfoque es eliminar los obstáculos para las familias elegibles que intentan inscribirse en el programa digital.
Los grupos comunitarios como Southwest Organizing Project han descubierto que las familias que actualmente tienen un plan de internet de Comcast que no sea el programa Internet Essentials de bajo costo de esa compañía no pueden inscribirse fácilmente en “Chicago Connected”.
En la página de Facebook de la organización Raise Your Hand, algunos padres dijeron que debido a que los criterios de elegibilidad incluyen calificar para el almuerzo subsidiado en 2019, no pudieron registrarse, a pesar de que la pandemia ha empeorado su situación financiera.
Una madre, Melissa Ferguson, dijo que fue suspendida indefinidamente cuando el brote de coronavirus paralizó su empresa, que brinda servicios audiovisuales para eventos en vivo. Su internet fue desconectado el mes pasado y su hijo usó su teléfono celular el martes para conectarse a sus clases de la escuela secundaria. Ferguson dijo que los ingresos de su familia se han reducido a un tercio de lo que eran antes de la pandemia, pero no había forma de reflejar eso en la página web de “Chicago Connected”.
“El sitio no me preguntó: ‘¿Te han despedido? ¿Ha sido afectado por la pandemia? ‘”, indicó.
Daniel Anello, del grupo Kids First Chicago, dijo que se está acercando a Raise Your Hand para pedir a los padres que se comuniquen con las organizaciones comunitarias y el distrito escolar para ayudarlos a superar ese obstáculo. Este activista también informó que otra organización comunitaria descubrió que un pequeño número de posibles participantes en el programa de internet gratuito fueron rechazados porque debían facturas anteriores, un problema que la alcaldesa Lightfoot ha insistido en que no debería ser un obstáculo.
Anello dijo que funcionarios de la ciudad ya se están comunicando con los proveedores de internet al respecto. Un portavoz de Comcast enfatizó que deudas anteriores no son un obstáculo para suscribirse a Internet Essentials, el plan disponible a través de “Chicago Connected”.
Bennett, la directora de finanzas municipales, enfatizó recientemente que las familias no tendrán que proporcionar un número de seguro social, someterse a verificaciones de antecedentes o pagar tarifas de instalación para participar en esta iniciativa digital.
Mientras tanto, los planificadores dicen que la intensificación del alcance a más familias y la reciente participación de las organizaciones comunitarias están dando sus frutos: el ritmo de nuevas inscripciones se multiplicó por siete durante agosto, y el distrito escolar espera todavía más inscripciones a medida que el año escolar comienza esta semana. Además, CPS se está preparando para posibles cuellos de botella en el servicio de inscripciones.
“Queremos que la gente lo supere en el primer intento”, dijo DiBartolo. “No queremos gente en espera por mucho tiempo”.
En las próximas semanas, los grupos comunitarios también comenzarán a ofrecer capacitación a los padres sobre cómo navegar por las plataformas digitales de CPS y guiar a sus hijos durante el aprendizaje a distancia, un problema para algunas familias durante la primavera.
“Vemos esto como una gran oportunidad para solucionar algunos problemas que vemos con la alfabetización digital en nuestra comunidad”, dijo Rodríguez.
Mientras tanto, los funcionarios están considerando una expansión del programa digital en el futuro para incluir a las familias sin niños en edad escolar, de modo que puedan usar “uno de los mayores igualadores”, como dijo Bennett, para acceder a la atención médica por internet, postularse para empleos y más. Para ello, la directora de las finanzas municipales ha solicitado más donaciones al programa.
“En el gran esquema de las cosas, estoy realmente orgulloso de dónde estamos”, dijo Daniel Anello. “Si hay algo que me mantiene despierto por la noche es que Chicago Connected solamente incluye a los hogares con niños en la escuela. Hay mucho más que debemos hacer”.
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Traducido por Vicente De La Cruz
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