Ciudadanos en Illinois, motivados para ir a votar pese a la pandemia de covid-19
Se estima que para el día de las elecciones voluntarios habrán realizado un millón de llamadas para promover que ciudadanos de origen inmigrante en Illinois acudan a las urnas
Antes salía a tocar puertas y participaba en eventos para instar a votantes potenciales a ir a las urnas. Pero la pandemia de covid-19 ha hecho que ahora las cosas sean diferentes, cuenta María de Jesús González, conocida en la comunidad como Doña Chuy. Ella tiene 74 años y por primera vez votó por correo en las elecciones presidenciales de 2020.
Doña Chuy ha participado en tres elecciones presidenciales como voluntaria con la organización comunitaria Mujeres Latinas en Acción. Ella padece de asma y como persona vulnerable al coronavirus esta vez decidió apoyar de una manera diferente: “Estoy desde casa haciendo llamadas motivando a las personas a que salgan a votar”.
Desde que se hizo ciudadana en 1995, ella ha participado en procesos electorales de manera presencial y anticipada. Pero a causa del coronavirus esta vez votó por correo. Ella cuenta que su hijo Elías González, un ‘millennial’ de 35 años, le ayudó con el proceso de registrarse para votar por correo. “Le confieso que la pandemia de covid-19 y el votar por correo han sido un reto para mí, porque yo no sabía usar la computadora. Por suerte tengo a mi hijo que me ha ayudado y ya aprendí con la asesoría de él”.
Cuando llama por teléfono a votantes, Doña Chuy dice que algunos de los números están equivocados y algunas familias no quieren hablar, pero que la mayoría de las personas sí están motivadas para salir a votar. A ella le cuentan sus preocupaciones por la pandemia, le mencionan que prefieren votar por correo y anticipadamente, aunque hay quienes le han comentado que votarán el día de las elecciones, el 3 de noviembre.
Doña Chuy está satisfecha de haber sufragado por correo porque para ella lo importante es que siempre hay que tomar la decisión de votar. “Nosotros no podemos pasarnos toda la vida pensando que no podemos hacer la diferencia, si somos residentes permanentes y nos convertirnos en ciudadanos vamos a tener los mismos derechos, por ejemplo el derecho al voto y el derecho a ser reconocidos como contribuyentes de esta comunidad”.
Voluntarios de la Coalición de Illinois para los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados (ICIRR) han hecho ya 600,000 llamadas para promover el voto, según cifras anunciadas en un evento frente al sitio de votación anticipada del Condado de Cook en el centro de Chicago el sábado 24 de octubre.
Y se espera que para la víspera del día de las elecciones estos voluntarios hayan realizado un millón de llamadas para invitar a los votantes inmigrantes de Illinois a acudir a las urnas.
ICIRR y sus organizaciones aliadas han registrado hasta ahora más de 6,000 nuevos votantes.
“Nuestra meta es registrar 10,000 nuevos votantes durante este periodo, de junio hasta noviembre, y sacar a votar a 275,000 votantes en el estado de Illinois”, dijo Artemio Arreola, director de Relaciones Comunitarias de ICIRR.
Entre las campañas de ICIRR está Democracy Project, una iniciativa para promover la participación cívica en las comunidades inmigrantes de Chicago y suburbios. Este esfuerzo también busca impulsar la enmienda constitucional sobre el “impuesto justo”. Según miembros de Democracy Project, al menos un 75% de los votantes inmigrantes apoyan esa iniciativa.
La enmienda de “impuesto justo” a la Constitución de Illinois propone que las personas que ganen más de $250,000 al año paguen una tasa mayor en sus impuestos estatales al ingreso, mientras que las personas que perciban un ingreso menor a $250,000 paguen una tasa menor. La enmienda generaría miles de millones de dólares en nuevos ingresos para el estado.
Que los ciudadanos salgan a votar
El esfuerzo de varias organizaciones para registrar nuevos votantes comenzó en el verano, cuando se vio la necesidad de aumentar los esfuerzos para que el covid-19 no fuera una escusa para no ir a votar, comentó Imelda Salazar, organizadora comunitaria del Proyecto Organizador del Suroeste (SWOP).
Los esfuerzos y las estrategias se enfocaron en llegar a todos los potenciales electores, especialmente a los jóvenes que por primera vez van a ir a las urnas y a las personas que se han convertido en ciudadanas por naturalización y votarán por primera vez, destacó Salazar. “Es importante que la comunidad sea representada y ejerza ese derecho al voto y que lo hagan de una manera informada”.
Para lograr que la gente vaya a votar, voluntarios se colocaron afuera de iglesias, clínicas comunitarias, lavanderías, escuelas públicas, tiendas, organizaciones y hospitales para registrar votantes. Y ahora están haciendo llamadas telefónicas desde las casas, precisó Salazar a La Raza.
Angee Peralta, líder de voluntarios con SWOP, dijo que muchas de las personas a las que les ha brindado información y asistencia querían votar por correo y de manera anticipada para evitar el contagio de coronavirus y las largas filas en los lugares de votación el día de las elecciones generales.
Entre los 20 voluntarios que dirige Peralta hay desde un menor de 14 años hasta una persona de 65 años.
Sandra Hernández, quien trabaja para Democracy Project y es líder de voluntarios con la organización Mujeres Latinas en Acción, dijo que ha notado en la gente mucho interés en participar ejerciendo su derecho a voto en estas elecciones presidenciales a pesar de la pandemia.
Afuera de los supermercados, la gente que más se acercaba a Hernández y sus voluntarios eran personas de la tercera edad. Preguntaban cómo podían pedir su boleta por correo y se les informaba y asistía en ese proceso.
Cuando llamaban a las casas para impulsar el voto, personas les decían, por ejemplo, “sabes una cosa, no soy muy buena con la tecnología”. Por ello voluntarios acudieron al exterior de las casas para, con tableta o computadora portátil en mano, registrar como votantes a los ciudadanos, explicó Hernández a La Raza.
Cientos de voluntarios fueron entrenados para impulsar la participación cívica a través del voto y en tecnologías y aplicaciones de cómputo, dijeron organizadores de ICIRR.
Arreola dijo que su organización estará monitoreando los principales centros de votación donde acude la mayoría inmigrante. “En las áreas donde tenemos gente y organizaciones, para ver que las casillas se abran a tiempo, que no haya contratiempos, que todo esté normal y tendremos colaborando a un grupo de abogados que estarán disponibles para verificar cualquier anomalía”.
Arreola enfatizó que “se estima que tenemos 32 millones de potenciales votantes de los 60 millones de latinos que vivimos en Estados Unidos. Se dice que somos la minoría más grande y con un poder de voto latente. Lo importante es que esta minoría más grande debe ser escuchada. No nos van a escuchar si no levantamos la voz y nuestro voto es nuestra voz”.
La línea directa en español de protección al votante para hacer preguntas o denunciar irregularidades es: 866-296-8686.
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