Televisión en español: un desierto con pocos oasis
La televisión en español en Estados Unidos es un desierto en donde hay pocos oasis de qué presumir. Desde la época en que Telemundo y Univisión comenzaron a trasmitir programas como “Al Rojo Vivo” y “Primer Impacto”, dos programas que suplen el morbo de la gente por lo extraño, este tipo de programación, que yo califico de “El Efecto Miami”, ha venido tiñendo todo lo que se transmite hoy en día, inclusive en sus afiliadas locales.
La falta de seriedad y compromiso con los 52 millones de televidentes hispanos por parte de estas dos cadenas es obvio. Basta con ver su programación.
Durante las mañanas, mientras las cadenas ABC, CBS y NBC trasmiten programas noticiosos, estos dos canales en español transmiten “Un Nuevo Día” y “Despierta América”. Y durante el resto del día los dos canales hispanos ofrecen una larga serie de telenovelas y programas de farándula.
“El Efecto Miami” ha hecho que dos de sus talentos, Ilia Calderón y María Celeste Arrarás, que antes trabajaban en “Al Rojo Vivo” y “Primer Impacto”, ahora sean presentadoras en los noticieros de estas dos cadenas.
Un público estadounidense jamás toleraría -ni los ejecutivos se prestarían-, a ofrecer un puesto en un noticiero serio a alguien de un programa como “Al Rojo Vivo” y “Primer Impacto”.
Este “Efecto Miami”, o la preferencia por lo trivial y morboso, ahora está llegando hasta las filiales locales cuya falta de autonomía es obvia y les previene de hacer periodismo local original pues todo les viene empaquetado desde de Miami.
Aunque operamos en un mercado libre y los hispanos tienen el poder de prender o apagar su televisor, debemos reconocer que los televidentes hispanos en realidad tienen pocas opciones. Tienen que decidir entre ver novelas como “El Señor de los Cielos” y programas como “Al Rojo Vivo”. Eso se llama castigo.
Antonio Zavala es periodista y trabaja como corresponsal de la Agencia EFE en Chicago. Comentarios o sugerencias a ixtlah@gmail.com