Boston: No culpen a los inmigrantes
Las antiinmigrantes culparon a la inmigración por los bombazos en Boston tan pronto como se supo que los atacantes era de origen chechenio. Las voces en contra de una reforma inmigratoria surgen a pesar de que los atacantes actuaron solos, sin conexión con el exterior y pasaron buena parte de su vida en Estados Unidos. La propuesta bipartidista para reformar el sistema migratorio debe seguir su curso. Los inmigrantes no son responsables de los ataques de Boston.
A menos de una semana de los ataques, el representante republicano por Texas, Louie Ghomert, afirmó que al-Qaeda tiene bases de operaciones en México donde entrena a extremistas islámicos a “actuar como hispanos” para infiltrarse en Estados Unidos. La acusación ridícula. México padece la violencia de los cárteles de la droga, pero no hay prueba ninguna de infiltración de al-Qaeda.
Sabemos ya que los hermanos Tsarnaev pasaron sus años formativos en Estados Unidos. Dzhokhar, de 19 años, es ciudadano naturalizado y podría pasar por cualquier adolescente norteamericano. Los hermanos Tsarnaev no tienen conexión con grupos terroristas islámicos. El ataque presuntamente tiene que ver con la radicalización religiosa del mayor de ellos que los motivó a convertirse en jihadistas.
En lugar de culpar a los inmigrantes y tratar de bloquear la reforma migratoria, el Congreso debe iniciar una investigación sobre las razones que motivaron al FBI a perderle la pista al hermano mayor Tamerian. El gobierno ruso alertó al FBI sobre la radicalización de Tamerian. El FBI lo cuestionó e investigó para luego determinar que no representaba un peligro. Grave error.
Los bombazos del maratón de Boston pudieron evitarse. El FBI tenía en su radar a Tamerian. Los ataques del 9-11 también se pudieron haber evitado si las autoridades no hubieran hecho caso omiso de la alerta sobre posibles ataques con aviones de pasajeros. Nadie hizo caso.
Culpar a los inmigrantes de las actos terroristas de dos individuos es gratuito e irresponsable. La reforma migratoria es un asunto de seguridad nacional imprescindible y urgente, sobre todo tras los ataques en Boston.