Ofensores de Illinois tendrán una segunda oportunidad

Este 2013 entró en vigor en Illinois un programa muy importante para quienes están en la cárcel y para quienes acaban de salir de ella.

Desde el 1 de enero, los jueces y fiscales pueden “matricular” a aquellos ofensores no violentos que han cometido un delito por primera vez en el Offender Initiative Program, parecido a la libertad condicional.

El programa sería para arrestados y procesados por robo, falsificación, posesión de un vehículo robado o posesión de droga. Y tanto menores de edad como adultos son elegibles para este programa.

El fiscal y el juez que le toque a la persona deben dar su visto bueno y permitir que el ofensor entre en el programa. Algunos de los requisitos serán que mantenga un empleo o realice servicio comunitario, que no consuma drogas y se someta a pruebas detectoras, que no porte ni posea un arma y que “restituya el daño” a la víctima o al dueño de la propiedad. Probablemente el juez también exija a ciertos ofensores que completen un programa de rehabilitación de adicción.

Si cumplen con estos requisitos y no violan la ley durante un período de prueba de dos años, una corte puede cancelar o borrar su record de arresto. Pero si el individuo vuelve a ser arrestado y encontrado culpable de algún crimen hasta cinco años después, su error previo podrá ser usado en su contra en un nuevo juicio.

Este programa se basó en un proyecto piloto de un año de la Fiscalía del condado de Cook (Deferred Prosecution Program). Desde febrero de 2011 participaron en él 645 individuos y se eliminaron los cargos contra 257 de ellos, después de que completaron programas de rehabilitación. Según el condado, esto les ahorró $1.1 millones a los contribuyentes; pero más importante, se pudo ayudar a muchos ofensores.

Es más que obvio el problema que existe en Illinois con los ofensores y exconvictos que carecen de opciones para rehabilitarse y el alto número de jóvenes latinos y afroamericanos que no salen del ciclo de la burocracia judicial y el sistema penitenciario.

Hay 45,000 hombres y mujeres cumpliendo condenas en las cárceles de Illinois y según un estudio llamado “The Revolving Door of America’s Prisons” un 51.7% de los prisioneros en Illinois cometen nuevos crímenes o violan su libertad condicional menos de tres años después de haber sido liberados.

Ni qué decir de la discriminación racial en los arrestos y condenas por posesión de drogas. Una comisión que estudió el impacto desproporcionado de la justicia en Illinois (Center for Health and Justice) concluyó que en el condado de Cook, los afroamericanos imputados por el delito más leve de posesión de drogas fueron sentenciados a prisión a una tasa 5 veces más alta que blancos (19% de afroamericanos versus 4% de blancos). Aunque los latinos mantienen una cifra similar a los blancos, sus casos generalmente sí pasan a un juzgado superior y son sentenciados (25% de latinos versus 19% de blancos).

Así que bienvenida la iniciativa y ojalá sea replicada en otros condados del estado.

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