Transgéneros latinos inmigrantes: Discriminados tres veces

Los inmigrantes transgénero dicen sentirse discriminados por ser latinos y por su identidad de género. La Raza habló con dos de estas personas y aquí están sus historias.

Chicago.- Muchos inmigrantes latinos de la comunidad transgénero que hoy se encuentran en un limbo migratorio y legal se sienten como Mónica Fernández, quien dijo: “No soy de aquí ni soy de allá”.

Aunque esta mexicana ama profundamente sus raíces, afirma que su casa es Chicago.

Fernández emigró a Estados Unidos a los dos años con su madre y es una mujer transgénero desde los 12. Tiene el arte en sus manos y el talento para hacer negocio.

Es una profesional con estudios en administración de empresas, maquillaje y cosmetología. Tuvo su propio salón de belleza y se ha dedicado a este trabajo por más de 20 años.

Aunque ingresó al país legalmente no pudo renovar su ‘green card’ porque “no me creen que soy yo en la ‘mica’ ni en los otros documentos”, dijo en entrevista con La Raza.

Cuando su madre murió hace cuatro años no pudo viajar a México a su entierro porque había expirado su ‘green card’ y no puede renovarla.

Otras de sus amigas transgénero se encuentran en la misma situación, ya que en los documentos figuran con su sexo de nacimiento y no bajo su identidad de género (como las personas transgénero se identifican).

Esta discrepancia legal no les permite tener acceso a distintos recursos, como de salud, de empleo y de inmigración.

Fernández y otras mujeres transgénero, Reyna Ortiz y GiGi Boom, decidieron fundar en Chicago el grupo Trans Women in Real Life (TWIRL) en septiembre pasado.

“Empezamos este grupo porque todo el mundo es pro gay pero no pro trans. Nosotras necesitamos recursos y muchas cosas que no tenemos aquí en Chicago; nosotros no tenemos leyes ni derechos en Illinois”, dijo Fernández, de 40 años y vecina del Barrio dLas Empacadoras.

Fernández dijo sentirse tres veces discriminada. “Porque soy latina, porque soy transexual y en el mundo homosexual también soy discriminada”, explicó. “No es fácil ser un transexual en la sociedad, no nos dan trabajo, puedo calificar online para una posición de trabajo pero cuando me presento a la entrevista ven mi apariencia y simplemente me dicen que ya no califico, que el puesto ya fue ocupado”.

El jueves se divulgó en Chicago el reporte “Trans Latina Focus Group”, basado en una encuesta a nueve latinas transgénero, cuyo primer lenguaje era el inglés.

Según Emmanuel García, coordinador del proyecto RAICE-Project-VIDA, a cargo del reporte, estas personas experimentan rechazo familiar, discriminación laboral y discriminación al rentar un apartamento, entre otras cosas.

García informó que en un futuro se contempla realizar otro Focus Group con mujeres trans latinas cuyo primer lenguaje sea el español.

Para el abogado especialista en inmigración y comunidad LGBT, Michael Jarecki, “desde que una persona decide vivir como transgénero tiene mucha discriminación en cualquier parte de la sociedad y en la calle”.

“Cuando las personas las ven dicen ‘¿este es hombre o es mujer?’ y también en el trabajo, porque a veces una persona empieza en el trabajo como hombre y cambia durante el trabajo a mujer”, explicó Jarecki.

Los inmigrantes transgénero indocumentados que son detenidos por las autoridades de Inmigración enfrentan un panorama aún peor.

García, quien es activista en la comunidad latina LGBT, denunció esta situación. “Hay inmigrantes transgénero que si son trans mujeres las mandan a un centro de detención de hombres; no se respeta su género, porque no tienen protecciones como los ciudadanos o residentes legales”.

Según reportes de prensa, la cárcel Santa Ana City Jail, en California, es la única del país que tiene una unidad de custodia especial para inmigrantes gays y transgénero.

Jarecki dijo que se habla de extender este modelo; sin embargo algunas personas cuestionan si se necesitan cárceles específicamente para los transgénero o medidas para asegurar la protección de cualquier persona en cualquier cárcel.

El abogado destacó que los oficiales en estas cárceles “están aprendiendo palabras de cómo pueden llamar a estas personas, con los pronombres y qué es lo bueno y qué es lo malo para una persona transgénero”.

El abogado Roberto Romero-Pérez, especialista en inmigración y en planificaciones de bienes, confirmó que la comunidad transgénero es la que lleva el peso más grande de todos los inmigrantes detenidos.

Romero-Pérez indicó que lo peor es que las reglas de inmigración de ICE ordenan asignar a los transgénero a una unidad según su sexo de nacimiento.

“Muchos de ellos son objeto de abuso físico y sexual cuando están en detención, por lo que los oficiales han decidido que los van a meter en confinamiento solitario y ahí pueden estar hasta 23 horas al día aislados sin tener comunicación con nadie y esto ocurre por muchas semanas”.

Con respecto al acceso a medicamentos y servicios de salud, el abogado explicó que a las personas transgénero detenidas se les da terapia hormonal cuando han completado la cirugía de reasignación de sexo. Sin embargo, no se les da a las que no han completado la cirugía ni a las que están usando hormonas en preparación para la cirugía.

Romero-Pérez citó un reporte del National Center for Transgender Equality, que denuncia que el abuso físico y sexual son problemas persistentes en los centros de detención, con tasas de abuso sexual similar a los registrados en las cárceles en general.

“De los miembros de la comunidad LGBTQ que están en detención, ya sea por ser indocumentados en espera de deportación o por ser solicitantes de asilo, son los inmigrantes transgénero quienes corren un riesgo aún mayor”, dijo.

La Raza consultó a la oficina regional de Inmigración y Aduanas (ICE) en Chicago, la cual especificó que en Illinois no hay inmigrantes transgénero detenidos.

Al preguntarles sobre el acceso a tratamientos hormonales respondieron que “ICE, al igual que el Departamento de Prisiones permite a los transgénero detenidos continuar su terapia hormonal si ya la estaban recibiendo cuando fueron puestos bajo custodia”.

Con respecto al confinamiento solitario, ICE respondió: “En raras ocasiones es que ICE usará la segregación administrativa basándose en las necesidades especiales de un individuo detenido”.

Algunos inmigrantes latinoamericanos llegaron a EE.UU. huyendo de la discriminación en sus países.

Evelyn Serrano –quien pidió no revelar su nombre real- es otra mujer transgénero originaria de Puebla, México, que cruzó la frontera ilegalmente hace tres años por un mejor porvenir y porque quería huir de la persecución que hay en su ciudad hacia las personas transgénero.

“Cuando estaba allá me gustaba trabajar por mi comunidad y yo trabajaba con unas muchachas y dos de mis amigas fueron asesinadas antes de que yo me viniera; entonces esa fue una de las grandes razones por las que decidí emigrar”, dijo Serrano a La Raza.

Para Serrano, de 33 años, los estereotipos se dan en todos lados. “Piensan que las mujeres transgénero sólo podemos ser ‘show girls’ o que nos dedicamos al trabajo sexual y eso no es verdad; hay muchas que son profesionales y que están a la espera de una oportunidad de trabajo”.

Ella trabaja en un restaurante cortando vegetales, preparando carnes, limpiando pisos y lavando trastes, contó.

Jarecki dijo que las personas transgénero pueden calificar para la visa U si han sido víctimas de violencia doméstica y también pueden solicitar asilo; pero todo tiene que ser probado.

Para Romero-Pérez, el sistema migratorio actual permite a una persona LGBT solicitar asilo en EE.UU. con base en persecución relacionada con la orientación sexual e identidad de género.

Sin embargo, Romero-Pérez destacó que se debe presentar la solicitud antes de que se cumpla un año de haber llegado a EE.UU. La mayoría de los que son elegibles desconocen esto y se enteran cuando ya es tarde.

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