El clamor por $15 llega a oídos del futuro presidente

Centenares de arrestados en todo el país en un día de protesta y reivindicación laboral

El clima del martes en Nueva York, donde arrancaron las manifestaciones en todo el país de quienes claman por una subida del salario mínimo a $15 la hora, fue una perfecta metáfora de esta lucha.

Empezó con una lluvia fina y luego se convirtió en aguacero.

Hace cuatro años se empezó a reivindicar este salario para salir del estancamiento de la clase trabajadora peor pagada en un McDonald´s de Manhattan. Apenas eran unas decenas de trabajadores del sector de la comida rápida que también solicitaban el derecho a unirse a un sindicato. Una lluvia fina que ha calado porque ayer se celebraba con presencia en las calles, sentadas, huelgas en el aeropuerto de Chicago,  parálisis temporales en otros aeródromos del país, en restaurantes de McDonald´s el aniversario de una lucha que ha ganado fuerza. A esta se han unido maleteros, taxistas de Uber, trabajadores sociales, cuidadores en el hogar y profesores universitarios entre otros. ¿Su lema? “No nos rendiremos”

Y en esta ocasión miles de trabajadores desde Nueva York a Los Ángeles pasando por Chicago, Minneapolis y Houston, salieron a las calles en una serie de actos en los que se produjeron decenas de arrestos por desobediencia. Son unas manifestaciones que se programaron antes de las elecciones para mandar un mensaje al presidente electo. “Donald Trump ha ganado las elecciones porque los trabajadores están en desventaja y queremos que apoye las expectativas de quienes votaron por él”, dijo Héctor Figueroa, presidente del 32BJ -el Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, el mayor del país.

Aunque Trump no ha apoyado esta campaña, como recordaba ayer Figueroa, no ha indicado quien ocupará el Departamento de Trabajo y tampoco ha articulado inequivocamente su posición con respecto a la subida del salario mínimo federal, la campaña electoral ha girado en torno a la frustración laboral. Y en este sentido, el mensaje de este empresario llegó de forma efectiva a muchos trabajadores a los que prometió devolver el trabajo perdido en la competencia con otros países. El voto de los obreros blancos del centro del país ha sido clave para su victoria y desde la calle se le ha mandado el mensaje de que los trabajadores no se van a rendir porque queda mucho por hacer.

José Sánchez, encargado de repartir Pizzas de Domino´s en Manhattan explicaba qué no pensaba ganar los $15 y ahora está camino de hacerlo. Este mexicano lleva casi los cuatro años participando en las marchas de Fight for $15 y ayer lo hizo de nuevo bajo la lluvia. “Yo quisiera que los $15 los ganáramos ya, no en 2018 como está previsto en Nueva York, y también quiero una Unión para tener más beneficios como los de enfermedad, vacaciones…”.

Sánchez, de 34 años, aún cobra $10.50 la hora y sigue luchando porque con los salarios más altos las empresas han quitado días y horas de trabajo. “Si no tenemos Unión, de nada sirve que tengamos $15 porque trabajamos menos e igual de desprotegidos”. “No sé mucho de política y no creo que esté mencionando aumentar el salario pero se debe enfocar en ello”, explicaba.

Las manifestaciones en Nueva York comenzaron en el Zuccotti Park, que fue sede de Occupy Wall Street y de las denuncias de la desigualdad social en el país. Allí empezaron unos arrestos, sin violencia, entre ellos la de algunos concejales de la ciudad como Brad Lander, Mark Levine y Antonio Reynoso además del asambleísta Francisco Moya.

Reynoso dijo que hay que luchar para asegurar que todo el país tenga $15 la hora y recordó que se ha progresado mucho. Este concejal afirma que no cree que la mayoría de los trabajadores hayan apoyado a Trump en las elecciones pese a que el mensaje que mandó en materia laboral resultara satisfactorio para una parte de los obreros. “En Nueva York la mayoría no votó por él y desde luego no las minorías, quienes apoyan este movimiento no creen que Trump les vaya a resolver el problema del salario mínimo”.

Otro veterano de estas manifestaciones, el octogenario José Carrillo, que limpia un McDonald´s también fue arrestado. En Los Ángeles hubo arrestos en el aeropuerto, LAX, y en la calle Alameda donde se sentaron los manifestantes.

Figueroa dijo a este diario que queda mucho por hacer porque aunque en muchos estados se han obtenido resultados satisfactorios, 74 millones de trabajadores aún ganan menos de $15 la hora. El presidente del centro de investigación Economic Policy Institute, Larry Mishel, explicaba a este diario que este país “debe mucho al movimiento de la lucha por $15 la hora”. “Han traído el asunto de los salarios al frente de la discusión y han cambiado políticas en muchos lugares”.

Mishel, cuya organización ha abogado por una subida progresiva hasta $12 y con el tiempo a $15, entiende que los trabajadores “no están preparados para tirar la toalla”. “Creo que la gente quiere desesperadamente que haya cambios, algunos creen que Donald Trump guiará ese camino, otros no”, explica. Mishel cree que la lucha no se parará y que ahora no todo se hace con manifestaciones sino que hay otros medios como los sociales en Internet. Con respecto al salario de $15, el presidente del EPI cree que duplicar el salario mínimo de un día para otro es complicado (actualmente el federal es de 7.25 la hora) aunque le parece un buen objetivo en 15 años. “Creo que ya era audaz cuando dijimos $12 la hora en 2020”.

Figueroa cree que la campaña de $15 la hora es sobre todo educativa para que se beneficien todos los trabajadores, no solo los que cobran el mínimo sino también los que se embolsan más pero tienen sueldos estancados. “Esperamos dar confianza para que pidan más por su trabajo”.

En esta nota

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