Los frentes abiertos de Trump a nivel mundial

En algo coinciden los líderes de muchos países: el presidente de EEUU ha cimbrado al mundo

La política exterior del gobierno del presidente Donald Trump se ha movido en diferentes direcciones, sí, en diferentes direcciones, sin que se vea una línea clara sobre el manejo de conflictos internacionales, quizá esa sea la “política a seguir”: no tener claridad.

La estrategia y los discursos de presidente cambian de acuerdo a la región, pero hay un punto base de partida, como lo hemos reportado en este diario: en muchos casos, el mandatario republicano tuitea y luego aclara.

Además del general James Mattis, secretario de Defensa, y de Rex Tillerson, secretario de Estado, es el yerno del mandatario, Jared Kushner, quien ha tenido una influencia clara en cómo manejar la política internacional, o al menos cómo aproximarse a diferentes líderes y allegarlos a su suegro y jefe.

Este lunes, el presidente criticó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, al considerar que “ha dado la espalda” a EEUU sobre conflictos importantes, como lo ocurrido en Siria.

El siguiente análisis integra solamente lo que hemos publicado en este diario y algunos aspectos que agencias especializadas en geopolítica, como Stratfor, han establecido.

Medio Oriente

Esta región es una de las más interesantes en la política exterior de los Estados Unidos y no es necesariamente uniforme, ya que depende de cada país, pero en encuentra un punto en común: la lucha contra grupos terroristas. Por ello habría que dividirla por países.

Siria.- La guerra en esta nación es una de las más complicadas de explicar, ya que se trata de una revolución civil contra el mandatario Bashar Al-Assad, combinada con alianzas extranjeras que combaten el terrorismo. El papel de EEUU había sido casi como un observador, pero el ataque químico que mató a más de 80 personas, incluyendo niños y bebés, animó al presidente Trump –presionado por su hija Ivanka­– a enviar 59 bombas contra bases militares de Al-Assad, sin importar la distancia que ponía ante el gobierno de Vladimir Putin, quien apoya al líder sirio. Después de eso, la administración de Trump sancionó a 271 funcionarios sirios por el ataque.

Israel.- Históricamente, la nación gobernada por Benjamin Netanyahu ha tenido una conexión económica y política profunda con EEUU. Tras la distancia que Barack Obama tomó a pocos días de terminar su mandato, Kushner influenció para que el presidente Trump a renovará aquella colaboración, sin embargo, no dejó muy claro si está a favor de uno o dos estado en el conflicto de Israel con Palestina: “uno o dos, estoy bien con cualquier decisión”, dijo durante la visita de Netanyahu a la Casa Blanca. El primer ministro israelí, en cambio, fue claro en su posición de no ceder en los terrenos a reclamar. A principios de marzo, el presidente Trump invitó a su homólogo de Palestina, Mahmoud Abbas, a la Casa Blanca, pero todavía no se reúnen.

Jordania.- Esta pequeña nación es importante para la política de EEUU en Medio Oriente, ya que representa una especie de oasis en medio de los conflictos que ahí se viven, aunque ya está bajo amenaza de grupos terroristas. Ante el conflicto con Israel, los palestinos migran a Jordania, donde han sido recibidos, pero la guerra en Siria obligó a miles a pedir asilo al reinado de Abdulá II, quien recientemente se reunió con Trump en la Casa Blanca. Aunado a ello, el gobierno estadounidense tiene bases militares en la zona.

Irak.- El presidente Trump ha ido de menos a más con esta nación, ya que la integró a su primer veto migratorio de viajeros de países con mayoría musulmana, pero en su segunda orden ejecutiva lo dejó fuera. A las pocas semanas se reunió con el primer ministro Haidar al Abadi, y marcó la importancia de mantenerlo como aliado en la lucha contra el terrorismo, aunado a que Washington prometió “acelerar su apoyo” para enfrentar al Estado Islámico.

Asia

Corea del Norte.- Las pruebas nucleares del gobierno de Kim Jong-un tienen molesto a gran parte del mundo, al grado de que hay sanciones avaladas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para detenerlas… sin éxito alguno. El presidente Trump, con su particular estilo, ha ido un poco más allá con este asunto y en Twitter ha escrito en contra y luego dijo que “poderoso armamento” iba hacia la península coreana, hasta que la Armada reconoció que iban en dirección contraria. El “blofeo” del presidente Trump sólo empeoró las cosas, ya que Jong-un expresó la continuación de sus pruebas nucleares e incluso realizó simulacro de cómo destruiría EEUU. A esto se abonó la visita del vicepresidente Mike Pence a la zona, donde dijo que “se acabó la paciencia estratégica”. La cuerda es delgada, indican expertos en geopolítica militar.

China.- La rivalidad entre EEUU no sólo es militar, sino económica, ya que a pesar de que crece con menor velocidad, esa nación es la segunda economía más fuerte del mundo. El presidente Trump mantiene una relación que podría definirse de “estira y afloja” con el gobierno de Xi Jinping, pero nuevamente, su yerno Kushner, logró despresurizar la situación y fue pieza fundamental para el encuentro en Mar-a-Lago, donde se implementó un intenso dispositivo de seguridad a principios de abril, gracias a la coordinación con el embajador de China en Washington, Cui Tiankai. Los chinos ubican a Kushner como el primer filtro para llegar a Trump, quien ha presionado a China para enfrentar a Corea del Norte en un posible conflicto bélico, pero Jinping prefiere la paz. El presidente mantiene su política contra empresas extranjeras, incluyendo chinas, que considera que afectan los empleos y compañías estadounidenses, como recién lo dejó claro en una orden ejecutiva.

Japón.- El gobierno de Shinzo Abe es importante económicamente para EEUU, pero mucho más lo es militarmente. Ambas naciones han realizado pruebas militares de diversos tipos que incluyen la intercepción de misiles, por ejemplo. En su visita a la Casa Blanca y luego a Mar-a-Lago, Florida, quedó asentado el compromiso entre ambos gobiernos.

Este lunes, el presidente Trump se reunió con los embajadores del Consejo de Seguridad de la ONU.

Rusia

No hay relación más polémica del gobierno de EEUU con otra nación que con la administrada por Vladimir Putin, sobre la que pesan acusaciones por influir en las elecciones presidenciales estadounidenses, lo que derivó en sanciones del mandato del expresidente Barack Obama; aunado a las indagatorias del FBI y del Congreso por la posible relación entre Trump y Putin. El bombardeo a Siria complicó la relación, ya que Putin apoya a Al-Assad. Ambos podrían tener un encuentro privado en la reunión del G-7 en Italia.

Europa

El presidente Trump ha criticado a la Unión Europea como bloque, pero más que económico, por su integración política, ya que señala que el libre tránsito ha permitido el crecimiento de grupos terroristas. Hasta ahora, el mandatario se ha reunido con los líderes de Inglaterra, Italia y Alemania, además con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a quien externó su apoyo a ese grupo, luego de criticarlo seriamente, al considerar que ninguno de sus integrantes aportaba los recursos necesarios para su operación. La reunión en mayo en Bruselas será importante para determinar los pasos a seguir.

México

Separar a esta nación del resto de América Latina tiene su razón: es, reconocido por expertos y exmandatarios, “el primer frente” contra el resto. Las políticas migratorias del presidente Trump afectan, de entrada, más a ciudadanos de ese país, ya que tiene el mayor número de indocumentados, por razones históricas de vecindad. El tema del TLCAN está sobre la mesa y será revisado a fondo en el último periodo el año. La construcción del muro fronterizo podría comenzar en junio, si se logra el presupuesto. La lucha contra el narcotráfico es un tema entre ambas naciones, aunque hasta ahora los muertos los ha puesto México, mientras EEUU pone a los consumidores. El Secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, lo dijo: “tenemos que reconocerlo, México sufre por el consumo que tenemos”. No ha habido un encuentro entre el presidente Enrique Peña Nieto –quien enfrenta problemas de credibilidad y corrupción–, y el presidente Trump. El canciller mexicano Luis Videgaray se ha reunido con funcionarios estadounidenses. Cabe destacar que, nuevamente, el yerno del presidente Trump ha sido importante en los acercamientos entre el presidente y esa nación.

América Latina

Salvo la reunión con Pedro Pablo Kuczynski, mandatario de Perú, el presidente Donald Trump no se ha encontrado con ningún otro líder de la región, considerada “el patio trasero de EEUU”, como incluso recién lo expresó Laura Chinchilla, expresidenta de Costa Rica y miembro del Club de Madrid (integrado por ex líderes mundiales), aunque a pesar de ello, el gobierno de Trump debería considerar la importancia de su alianza con Latinoamérica, por temas de seguridad, consideran exlíderes y expertos. Los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández, y el de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, se reunieron por separado con el vicepresidente Mike Pence y el titular de DHS, John Kelly.

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