La batalla (casi) imposible contra los traficantes de indocumentados en México

Alrededor de 9,000 indocumentados han muerto en México entre 1993 y 2013 y muchos más continúan en riesgo de morir con los "coyotes"

MÉXICO – Hace años que Gabriela L., una guatemalteca radicada en Frontera Comalapa, del lado mexicano en Chiapas, tiene claro que se debe combatir el tráfico de indocumentados, mucho antes de que las noticias dieran cuenta de migrantes abandonados a su suerte, encerrados en un tráiler en San Antonio, Texas (donde murieron 10), o en Tantima Veracruz, donde quedaron a la deriva más de 140 personas.

“A los coyotes sólo les interesa su dinero. Si son buenos te ayudan un poco, pero si tienen que escoger entre salvarte o caer en manos de la policía, te dejan tirado sin pensarlo dos veces”, advierte una y otra vez a los migrantes en los albergues o en las playas chiapanecas, al sur de México, a donde llegan a diario por docenas.

Oficiales de EEUU cerca del cadáver de un migrante guatemalteco en El Paso, Texas, Estados Unidos. HERIKA MARTINEZ/AFP/Getty Images

Gabriela es hoy una activista que apoya al sacerdote Jesuita José Luis González, defensor de los migrantes en frontera Comalapa, aunque ella tiene un fin muy particular: convencerlos de que no sigan el camino y la mejor manera es narrar la historia de cuando ella estuvo en riesgo de morir hace unos años cuando su “pollero” se puso nervioso en una persecución policíaca.

“Viajábamos por mar en una lancha de motor cuando nos empezó a seguir en una patrulla marítima la gente de migración mexicana y el coyote aceleró contra un brazo de arena y todos salimos volando”, recuerda en entrevista telefónica con este diario.

“Como yo era de las pocas que llevaba chaleco, una mujer hondureña me dio a su bebé en brazos y me dijo que lo cuidara”.

Finalmente ella, la madre y el bebé sobrevivieron, pero otros quedaron en el mar y el coyote nunca apareció, aunque se quedó con su dinero: el tráfico de indocumentados genera en México alrededor de 6,600 millones de dólares anuales, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Los inmigrantes centroamericanos incluso podrían ser detenidos en México. PEDRO PARDO/AFP/Getty Images

Alrededor de 9,000 indocumentados han muerto en México entre 1993 y 2013 por frío, calor, hambre, sed, o ahogados, según el Colegio de la Frontera Norte. La mayoría han sido abandonados a su suerte por sus guías, pero la cifra de otros miles que han logrado llegar a Estados Unidos de manera exitosa, sigue alentando a otros inmigrantes de Centroamérica, Asia y África a pesar de los riesgos.

Las rutas son múltiples para cruzar este país, por tierra o por mar; las más caras y menos riesgosas o las más baratas y más peligrosas, pero siempre hay un elemento sorpresa que puede terminar en tragedia.

El trayecto que tomó Gabriela comienza en el puerto de Ocós, Guatemala, con escalas en los pueblos costeros Mazatán, Acapetahua y Tonalá, ya en México. De allí siguen por el Golfo de Tehuantepec, sin alejarse mucho de la costa, hasta el puerto de Salina Cruz, en Oaxaca, donde desembarcan para seguir por tierra. En este tramo, lo más común es morir ahogado.

Más al norte los riesgos aumentan con los operativos migratorios, las extorsiones de los narcotraficantes, las negociaciones entre éstos y lo polleros , los sobornos a policías y funcionarios. Negociaciones clandestinas que pueden romperse y dejar a la deriva a quienes pagaron miles de dólares (hasta 120,000 cuando vienen de países lejanos, según testimonios).

La ONU inició en 2016 la campaña #negociomortal: “Un traficante no se detendrá por nadie en el camino. No arriesgues tu vida”, alerta a los migrantes. “Los Estados también tienen el deber de perseguir a los traficantes hasta llegar a sus redes de protección”, solicitó Antonio Mazzitelli, de la oficina de la ONU contra la droga y el delito.

México aceptó la campaña de palabra, pero, a decir de Gonzalo Guízar, presidente de la Comisión de Asuntos Migratorios en la Cámara de Diputados, han hecho falta leyes que endurezcan los castigos en contra de los coyotes porque actualmente hay varias lagunas legales en las que se amparan.

La Procuraduría General de la República (PGR) identificó 56 bandas delictivas dedicadas al tráfico de migrantes en México, de las cuales, 32 son grupos de la delincuencia organizada. “Nosotros queremos proponer para el próximo periodo de sesiones que inicia en septiembre próximo una iniciativa de ley que, entre otras cosas, dé cadena perpetua contra los traficantes de indocumentados”.

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