No es vejez, es Alzheimer

La detección temprana de la demencia puede ayudar a su tratamiento: síntomas y recursos

Kris, casada por 20 años y madre de un estudiante universitario, tenía 46 años cuando fue diagnosticada con Alzheimer. En su testimonio para la Asociación de Alzheimer, Kris, quien asegura que toda su vida tuvo una excelente memoria fotográfica, cuenta que en un principio, culpaba los olvidos al estrés de su trabajo.

“No podía recordar cosas como mi número telefónico, el nombre de mis asociados, o, en días malos, cómo llegar a mi casa”, describió. A pesar de sentirse sana y llevar una vida activa, poco a poco, Kris empezó a notar situaciones en las que no sabía lo que estaba haciendo.

“Iba a cargar gasolina y luego de llenar el tanque, no sabía si estaba yendo o volviendo del trabajo”, compartió.

En un principio, Kris trató de esconder sus olvidos, pero llegó el día en que ya no pudo ocultarlos y decidió hacerse los análisis que confirmaron el diagnóstico.

En su diario personal, Pete, de 57 años de edad, también diagnosticado con Alzheimer, describía así sus primeros síntomas.

“Me preocupa, aquí y allá, lo que me está pasando mentalmente. Tengo más y más momentos en los que no puedo visualizar espacios geográficos, no puedo imaginarme las calles, cómo llegar, o ciertas esquinas en particular”, escribía en aquel entonces. “Cuando trato de visualizar a mis padres y mi vida en familia, todo es brumoso y vago. Sólo [recuerdo] fragmentos que quedaron del día a día de lo que fue nuestra existencia, nuestra vida”.

Las historias de Kris y Pete no son únicas y se repiten en miles de personas diagnosticadas con demencia. Este tipo de enfermedades están rodeadas de mitos que no son ciertos y que obstaculizan su detección temprana y tratamiento, comenzando por la idea de que los olvidos y la demencia son aspectos normales del envejecimiento, cuando en realidad no lo son.

Según información provista por Julia Dres, Gerente de Comunicación de la Asociación de Alzheimer, la demencia es un término general que describe un deterioro de la capacidad mental, lo suficientemente grave como para interferir en la vida diaria. La enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más común.

“La detección temprana y el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer tienen beneficios importantes”, indicó a La Opinión Ruth Drew, Directora de información y servicios de apoyo de la Asociación de Alzheimer.

“Permiten a la gente explorar tratamientos que pueden aliviar los síntomas y ayudar a mantener un nivel de independencia más largo. Además, permiten que las personas que viven con la enfermedad tengan voz en las decisiones legales, financieras y de cuidado, y ayudarlas a identificar nuevas prioridades para vivir sus vidas después del diagnóstico. La detección temprana permite a las personas centrarse en las actividades que consideren más importantes”.

La detección temprana es crucial en el tratamiento de la demencia.

Señales de advertencia

Dres compartió con La Opinión una lista de señales de advertencia. La detección temprana de la enfermedad es crucial para su tratamiento.

  • Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana
    Una de las señales más comunes del Alzheimer es el olvido de información recién aprendida, así como de fechas y eventos importantes. Estos olvidos no deben confundirse con los olvidos relacionados con la edad, que son esporádicos y momentáneos.
  • Dificultad para planificar o resolver problemas
    La enfermedad dificulta la habilidad para planear o trabajar con números, desde simples recetas de comida, hasta cuentas de pagos mensuales. También afecta la concentración.
  • Dificultad para desempeñar tareas habituales
    La demencia hace más difícil completar tareas cotidianas, que van desde llegar a un lugar habitual, administrar un presupuesto o recordar las reglas de un juego conocido.
  • Desorientación de tiempo o lugar.
    Las personas con Alzheimer olvidan fechas, estaciones y el paso del tiempo. Pueden tener dificultad de comprensión y orientación geográfica.
  • Dificultad para comprender imágenes y relaciones
    En ciertos casos, la demencia se manifiesta como problemas de la vista. El Alzheimer puede causar dificultad para leer, juzgar distancias y determinar color o contraste, lo que a su vez se traduce en problemas para conducir un vehículo.
  • Problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito.
    Las personas con Alzheimer tienen dificultad para seguir o participar en una conversación. Hay quienes se detienen en medio de la charla y quienes repiten lo que dicen; quienes no pueden encontrar las palabras correctas y quienes llaman a los objetos con otro nombre (por ejemplo, en lugar de “lápiz” dicen “palito para escribir”).
  • Objetos fuera de lugar
    Con la edad, no es raro que las personas olviden dónde colocaron sus lentes o el control remoto, pero cuando alguien padece de Alzheimer suele colocar cosas fuera de lugar que se le terminan perdiendo, sin que pueda volverlas a encontrar. Es común que crean que alguien les robó lo perdido.
  • Disminución o falta del buen juicio
    La demencia afecta el juicio y la toma de decisiones. Es posible que una persona con Alzheimer regale grandes cantidades de dinero a desconocidos. La demencia también se manifiesta con falta de aseo personal.
  • Pérdida de iniciativa
    Las personas con Alzheimer pierden la iniciativa en el trabajo, actividades sociales, deportes y pasatiempos. Es posible que eviten las actividades sociales debido a los cambios que están experimentando
  • Cambios en el humor o la personalidad
    Los individuos con demencia pueden mostrarse confundidos, sospechosos, deprimidos, temerosos o ansiosos. No es raro que se enojen fácilmente en la casa, en el trabajo o con amigos.

Recursos

La Asociación de Alzheimer ofrece numerosos programas educaciones mensuales, en persona y grupos de apoyo para personas con Alzheimer, sus familiares y cuidadores, por teléfono y en español.

¿Sabías qué?

  • El riesgo de los hispanos de desarrollar demencia es 1.5 veces mayor que en los norteamericanos blancos no hispanos. Esto se debe en parte, al aumento de la expectativa de vida entre los latinos y de sus altos índices de problemas cardiovasculares.
  • La diabetes, la presión alta y el colesterol alto, también son factores de riesgo para el desarrollo del Alzheimer y la demencia causada por los derrames cerebrales.
  • Se estima que en los próximos 50 años, el número de hispanos con Alzheimer u otro tipo de demencia podría incrementarse hasta seis veces, de menos de 200,000 personas afectadas, hasta 1.3 millones para 2050.
    (Hechos y Estadísticas sobre la Enfermedad de Alzheimer)

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