¿Debería considerar el leasing de un carro?

El alquiler con opción de compra es una opción atractiva pero no para todo el mundo

Hay dos formas de conseguir las llaves de un carro: comprar o hacerse con uno a través de un leasing. Esta última opción es un alquiler a largo plazo– normalmente 36 meses– con posibilidad de compra una vez se llega al término del contrato aunque la mayoría de los usuarios no la usa.  En vez de pagar un crédito o la suma que sea por comprar un carro que se deprecia según sale del concesionario, el leasing obliga a pagar una cuota mensual durante la duración del contrato.

Tiene sus pros y sus contras y además de eso hay que considerar el estilo de vida de cada uno.

¿Cuándo es atractivo?

Según Jeff Ostroff de CarBuyingTips.com la primera clave es que “permite manejar un carro nuevo cada 36 meses o el plazo que sea. Lo que se paga en ese periodo es el 50% de la depreciación del auto”. Se puede tener un carro de nuevo lanzamiento cada tres años y al principio de su vida útil, es decir cuando menos problemas tienen. Además permite manejar un modelo cuyo precio de venta es más elevado y mejor equipado de lo que normalmente se podría comprar con determinado presupuesto.

Algo a tener en cuenta es que normalmente el carro tiene garantía cubierta por el fabricante y eso incluye el mantenimiento en el taller y todas las citas para cambiar el aceite. Quien tenga estos carros sabe que su presupuesto es fijo porque no hay costos imprevistos.

Este tipo de acuerdos tiene más sentido, reconoce, Ostroff, en caso de carros caros o alta gama.

Puede que esto no sea para usted

Hay que entender el contrato del lease y ver si tiene sentido desde un punto de vista financiero. Hay que hacer cálculos de las situaciones concretas y sobre todo tiene que verificar que se va a adaptar a su estilo de vida. Si usted tiende a dañar los carros (admita si aparca bien o mal y cuántos arañazos hace al carro al año), si maneja muchas millas al año, si no le interesa conducir un carro más actualizado y se siente cómodo con el mismo durante años, el leasing no es para usted.

Y otros problemas que plantea Ostroff: si cree que puede quedarse sin trabajo, tener problemas para pagar la cuota mensual o tiene que cambiar su residencia a otro estado, entonces no considere el leasing.

Todo esto es algo que verá en el contrato cuando lo lea.

A tener en cuenta cuando se acuerda un leasing

  • Precio. Muchos concesionarios atraen su atención con bajas cuotas mensuales en carros nuevos, pero ese no es el precio del carro. A la suma de esos pagos mensuales hay que añadir el precio de inicio. “El pago inicial reduce el mensual porque este se usa para pagar el lease por adelantado”, explica Ostroff. No se aconseja pagar mucho por adelantado porque es pre pagar un bien que puede ser dañado, robado. Si se paga menos como pago inicial, y no se aconseja dar más de $2,000 en la mayoría de los carros, el pago mensual puede subir pero en cualquier caso la cuenta final es la misma, es cuestión de organizarse. Ostroff recomienda no centrarse mucho en el pago mensual cuando se vaya a hacer un leasing sino en el precio de venta del carro por parte del concesionario porque es sobre ese precio sobre el que la institución financiera que haga el lease (una entidad financiera bancaria o del propio fabricante de autos, por ejemplo) calculará su pago inicial y mensual. Este es el precio primero que hay que negociar. Como si se fuera a comprar.
  • Comisiones. “El leasing tiene muchas comisiones. Algunas negociables, otras no”, explica este experto de CarBuyingTips.com. Comprar también las tiene pero observemos las de este particular contrato. “Comisión de adquisición del concesionario, que rondará unos $800, comisión de devolución que se usa para reacondicionar el carro cuando se retorna al concesionario al final del lease y comisión por daños que sean más notables que los normales de uso”, enumera Ostroff para añadir que también hay pagos por preparación por parte del concesionario o de proceso de documentación. Estos si se pueden negociar. “Es conveniente añadir a ello el costo de registrar el auto”, recuerda. Este experto explica que se puede negociar el precio, el porcentaje a pagar pero las comisiones son siempre más difíciles.
  • Distancias. Los contratos tienen un cierto número de millas que se pueden recorrer y se calculan normalmente por año. Actualmente suelen fluctuar entre 10,000 y 15,000 al año. Cualquier milla por encima de la estipulada puede costar entre 10 y 50 centavos por lo que al final del lease puede tener una desagradable sorpresa cuando ajuste las cuentas de devolución. Se pueden comprar millas, por si acaso, pero si no se usan el dinero no se devuelve. Si tiene que hacer recorridos largos, no deje de fijarse en esta cuestión.
  • Seguro. Los seguros pueden ser algo más caros porque incluyen mínimos obligatorios. En algunos casos se incluye en el lease una protección de garantía de auto (GAP) pero si no es el caso es bueno añadirlo al seguro. Con ello se compra protección en caso de que el carro sea robado o quede destruido en un accidente porque alguien tiene que pagar el resto del lease.
  • Término. Este es un contrato con principio y final establecido. No se puede acabar el lease antes porque se haya perdido el empleo o el titular se esté trasladando a otro estado. Tendrá que pagar el contrato entero. “Hay que considerar esto antes de comprometerse en un contrato así”, recomienda Ostroff. Cuando se devuelve el carro antes del término aún se han de pagar los meses pendientes. “Antes de que acabe el lease, no obstante, recibirá ofertas para renovar otro, si ese es el caso y la oferta es de su actual financiera, no le cobrarán”, explica.

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