Activistas religiosos piden a Trump extensión de TPS

La campaña de presión nacional es impulsada por iglesias, sindicatos y grupos cívicos

WASHINGTON – A unos pasos de la Casa Blanca, activistas de la comunidad de fe urgieron este martes al presidente Donald Trump a que extienda el Estatus de Protección Temporal (TPS) para más de 320,000 inmigrantes de nueve países, incluyendo Haití, El Salvador, Honduras y Nicaragua, argumentando que se trata de un “imperativo moral”.

Frente a una iglesia aledaña a la Casa Blanca,  la veintena de activistas, entre líderes religiosos y beneficiarios del TPS, portó mensajes de apoyo a la extensión del beneficio migratorio, en el marco de una extensa campaña de presión de grupos cívicos, religiosos y sindicalistas en todo el país en los próximos días.

La reverenda María Swearingen, co-pastora de la Iglesia Calvary Baptist, dice que la prórroga del TPS es una “obligación moral”. Foto: María Peña/Impremedia

La reverenda María Swearingen, co-pastora de la Iglesia Calvary Baptist, dijo que el TPS ha permitido a miles de inmigrantes, incluyendo muchos de sus feligreses, llevar una vida libre del temor a la deportación y contribuir a sus comunidades, por lo que es un asunto “personal” y “moral”.

“Sé que nuestras promesas como país no deben ser temporales. Sé que nuestros compromisos con la gente no deben ser temporales”, afirmó Swearingen.

En declaraciones a este diario, la salvadoreña Corina López, activista y miembro de la iglesia Calvary Baptist, explicó que la extensión del TPS brindaría tranquilidad a quienes, como ella, temen una eventual deportación.

“Está muy difícil la situación en El Salvador, es un país muy pequeño y creo que las miles de personas que estamos acá no tendríamos buenas condiciones de trabajo” si son deportados, agregó López, quien obtuvo el “TPS” en 2001 bajo la Administración Bush tras un terremoto en su país el año anterior.

En los últimos meses, el canciller salvadoreño, Hugo Martínez, ha realizado varias visitas de trabajo a Washington, donde ha expuesto ante asesores de la Casa Blanca y del Departamento de Estado, así como líderes del Congreso y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) la urgencia de renovar el TPS, y las contribuciones de los “tepesianos” salvadoreños a la economía estadounidense.

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Compás de espera

El TPS es un beneficio migratorio que EEUU concede desde 1990 a inmigrantes indocumentados que no pueden regresar a sus países por desastres naturales, conflictos civiles u otras circunstancias extraordinarias.

Consultada hoy por este diario, la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) explicó que, por ahora, no está previsto ningún anuncio sobre el programa temporal.

Bajo el estatuto en vigor, al menos 60 días antes de la fecha de vencimiento de un “TPS”, el DHS revisa las condiciones en el país en cuestión para determinar si aún reúne los requisitos para mantener ese beneficio.

“Como práctica común, tratamos de anunciar una decisión a través del Federal Register (diario oficial del gobierno) para entonces, en cuanto es posible”, agregó la fuente.

En mayo pasado, el entonces secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, dio plazo hasta enero próximo para una prórroga del “TPS” para los haitianos, pero indicó que el DHS haría una decisión definitiva en noviembre próximo.

¿Quiénes son los “tepesianos”?

La Administración anunció la eliminación del TPS para Sudán a partir del 2 de noviembre de 2018, con lo cual queda pendiente la decisión respecto al resto de los nueve países.

En la actualidad, hay poco más de 320,000 inmigrantes amparados al TPS,  de los cuales más del 90% proviene de Haití, El Salvador y Honduras.

En concreto, el TPS ampara a unos 195,000 inmigrantes de El Salvador, 57,000 de Honduras, 50,000 de Haití, 8,950 de Nepal, 5,800 de Siria, y 2,250 de Nicaragua. La lista la completan mil inmigrantes del Yemen, 270 de Somalia, y entre 75 y 200 de Sudán del Sur, indicó el Centro para Estudios Migratorios (CMS).

Los beneficiarios del TPS son, en su conjunto, padres de más de 273,000 niños nacidos en Estados Unidos, el 87% habla inglés, el 50% tiene casa propia, y el 22% llegó a EEUU antes de los 16 años, indicó,  por su parte,  el grupo Alianza Américas.

Más del 80% tiene empleo en diversos sectores de la economía, principalmente en construcción, restaurantes, jardinería, cuidado infantil,  y ventas al por menor,  indicó un análisis del Centro para Estudios Migratorios (CMS, en inglés).

De acuerdo con un desglosado de USCIS,  el TPS para Honduras, Nicaragua, Haití y El Salvador, vence entre enero y marzo de 2018, por lo que, en principio, el DHS tendría que hacer un primer anuncio a más tardar el próximo 5 de noviembre.

Amplia campaña de apoyo

Las presiones a favor del TPS forman parte de sendas campañas de grupos cívicos, sindicalistas y religiosos en todo el país,  muchos de los cuales han difundido numerosos estudios sobre los beneficios económicos tanto para la economía de EEUU como para las de los países en la región.

Citando a la Biblia y el carácter de EEUU como país de inmigrantes, los líderes religiosos hacen énfasis en el aspecto moral de la protección a los extranjeros.

La Oficina para Migrantes y Refugiados de la Conferencia de Obispos Católicos de EEUU (USCCB, en inglés), difundió hoy mismo un informe de 14 páginas que documenta las razones por las que los inmigrantes de Honduras y El Salvador merecen otra prórroga del TPS.

El informe se apoyó en datos de una delegación de la USCCB en agosto pasado a Honduras y El Salvador, encabezada por el obispo auxiliar de Los Angeles (California) David O´Connell.

Esa delegación determinó que, aunque ha habido mejoras en las condiciones en Honduras y El Salvador, ninguno de los dos países podría en estos momentos absorber a miles de deportados, y la eliminación del “TPS” afectaría gravemente la seguridad regional.

Por su parte, los comisionados del Condado Miami-Dade, en Florida, aprobaron la semana pasada una resolución de apoyo a otra extensión del TPS por 18 meses para los haitianos.

Mañana, líderes sindicalistas y defensores de los inmigrantes de California y otros estados llevarán su mensaje a favor del TPS al Congreso, en el marco de una campaña nacional que incluye a la Red Nacional de Jornaleros (NDLON), CARECEN, y varios sindicatos de la federación sindical AFL-CIO.

Mientras, la “Alianza Nacional por el TPS”  realizará su propia movilización en Washington a partir de este fin de semana, con un concierto benéfico el próximo domingo, con el cantautor nicaragüense, Luis Enrique Mejía Godoy, y visitas al Capitolio el lunes y martes de la próxima semana.

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